26/08/2015, 10:53
''¿Qué voy a hacer con esta panda de tontos?''
Agradeció con la mirada a Yota por su gesto de ayudarla a incorporarse después de su estúpida caída de culo, sin embargo los miró, con enfado dibujado en su rostro. Justo cuando iba a comenzar con uno de sus discursos apareció en escena Juro, el chico del látigo, y al parecer él también había recibido la dichosa nota que había recibido ella, como Yota, ya que lo había citado como si Nabi hubiese sido quién lo hubiera mandado, sin embargo el Uchiha también había citado la carta haciendo justamente lo contrario al de tez morena, acusándose entre sí, aún sin saber que ninguno de los dos había redactado la cartita de las narices, ya que si no no se acusarían entre ellos, o sí, o simplemente son un puñado de idiotas.
-Hola Juro -Antes de que pudiese saludar bien al gennin del látigo, otra persona entró en escena. Bueno, persona, no sabría muy bien cómo describir al sujeto que apareció, solo pudo apreciar un pequeño tigre entre el Uchiha y su compañero de equipo, degustando lo que venía a ser un pájaro recién cazado. Eri, como un acto reflejo, se alejó un par de pasos del chico con apariencia felina, sabía que lo había visto antes, cuando se graduaron en la escuela, pero no recordaba su nombre con exactitud...
''¿Riji? ¿Raji? ¿Nyaji?''
Sus pensamientos se nublaron cuando el chico con apariencia felina comenzó a hablar de un examen o algo así, pero en la mayoría de palabras dichas hablaba de un modo raro, así que no pudo alcanzar a entender más allá de que había un examen y él no había estudiado. La chica de cabellos azules intentó contestarle a que esto no se trataba de ningún examen, si no de una nota machista y opresora, pero antes de abrir la boca de nuevo, un sonido o más bien, chirrido, se coló por sus oídos, haciendo a la única chica presente llevarse sus dos manos a ambos lados de la cabeza, intentando en vano disminuir el dolor que le producía aquel sonido agudo.
Cuando dejó de resonar por todo el estadio, abrió los ojos, observando a todos los presentes y sus reacciones ante el sonido, luego buscó con la mirada al causante del atroz sonido que aún resonaba en su cabeza, y lo encontró en un chico de cabellos blanquecinos, con kunai en mano, rallando una superficie metálica. Eri lo conocía, sabía que su nombre era Ishimura Kazuma, ya que se había graduado con ella ese año, no le caía mal, y quería ser su amiga, pero, ahora mismo, algo más grande que sus deseos de hacer amigos nublaron su mente, algo que simplemente hizo reaccionar de la peor manera a la kunoichi.
-¡CÓMO TE ATREVES!- La chica saltó de donde se encontraba, cayendo hacia donde el chico de cabellos blancos permanecía quieto, estampando su puño izquierdo en el Ishimura. Cegada por la rabia y el dolor que el sonido había producido en su cabeza, ya se arrepentiría después.
Agradeció con la mirada a Yota por su gesto de ayudarla a incorporarse después de su estúpida caída de culo, sin embargo los miró, con enfado dibujado en su rostro. Justo cuando iba a comenzar con uno de sus discursos apareció en escena Juro, el chico del látigo, y al parecer él también había recibido la dichosa nota que había recibido ella, como Yota, ya que lo había citado como si Nabi hubiese sido quién lo hubiera mandado, sin embargo el Uchiha también había citado la carta haciendo justamente lo contrario al de tez morena, acusándose entre sí, aún sin saber que ninguno de los dos había redactado la cartita de las narices, ya que si no no se acusarían entre ellos, o sí, o simplemente son un puñado de idiotas.
-Hola Juro -Antes de que pudiese saludar bien al gennin del látigo, otra persona entró en escena. Bueno, persona, no sabría muy bien cómo describir al sujeto que apareció, solo pudo apreciar un pequeño tigre entre el Uchiha y su compañero de equipo, degustando lo que venía a ser un pájaro recién cazado. Eri, como un acto reflejo, se alejó un par de pasos del chico con apariencia felina, sabía que lo había visto antes, cuando se graduaron en la escuela, pero no recordaba su nombre con exactitud...
''¿Riji? ¿Raji? ¿Nyaji?''
Sus pensamientos se nublaron cuando el chico con apariencia felina comenzó a hablar de un examen o algo así, pero en la mayoría de palabras dichas hablaba de un modo raro, así que no pudo alcanzar a entender más allá de que había un examen y él no había estudiado. La chica de cabellos azules intentó contestarle a que esto no se trataba de ningún examen, si no de una nota machista y opresora, pero antes de abrir la boca de nuevo, un sonido o más bien, chirrido, se coló por sus oídos, haciendo a la única chica presente llevarse sus dos manos a ambos lados de la cabeza, intentando en vano disminuir el dolor que le producía aquel sonido agudo.
Cuando dejó de resonar por todo el estadio, abrió los ojos, observando a todos los presentes y sus reacciones ante el sonido, luego buscó con la mirada al causante del atroz sonido que aún resonaba en su cabeza, y lo encontró en un chico de cabellos blanquecinos, con kunai en mano, rallando una superficie metálica. Eri lo conocía, sabía que su nombre era Ishimura Kazuma, ya que se había graduado con ella ese año, no le caía mal, y quería ser su amiga, pero, ahora mismo, algo más grande que sus deseos de hacer amigos nublaron su mente, algo que simplemente hizo reaccionar de la peor manera a la kunoichi.
-¡CÓMO TE ATREVES!- La chica saltó de donde se encontraba, cayendo hacia donde el chico de cabellos blancos permanecía quieto, estampando su puño izquierdo en el Ishimura. Cegada por la rabia y el dolor que el sonido había producido en su cabeza, ya se arrepentiría después.