4/09/2015, 16:03
Luego de haber recibido el golpe y antes de que las cosas se fueran a mayores, Nabi, su compañero de equipo, se interpuso entre Kazuma y la chica que acababa de golpearlo. En aquel momento se le podía notar un poco más tranquilo, pues parecía que solo quería que se resolviera la situación.
«Claro. Creo que debí comenzar por eso» —pensó Kazuma mientras el rubio sacaba un papelillo con una nota que supuestamente todos habían recibido.
De forma un poco forzada, aquel chico llamado Yota acepto la proposición del Uchiha. En aquel momento lo más importante era averiguar quién había escrito la nota, después podrían hacer lo que quisieran.
Viendo que todo se calmaba un poco, el Ishimura se levanto de su asiento y mientras sacaba la nota que le habían enviado se acerco a Nabi. Mientras hacía esto pudo escuchar como la jovencita que lo había golpeado le preguntaba algo.
El peliblanco se planteo responderle alguna impertinencia. Quizás fuera porque aun le molestaba el hecho de que le hubieran dado un golpe mientras tenia la guardia baja. Sin embargo aunque hubiera estado atento, lo más probable es que no le hubiese respondido el golpe. Después de todo resultaba ser una de las chicas más guapas de la academia. Hacerle un solo rasguño en el rostro le hubiera ganado muchos enemigos.
Teniendo en cuenta eso, se limito a soltar un suspiro que indicaba flojera y mientras pretendía ignorarle se acerco a su compañero.
Mientras, Juro parecía haberse cansado de tratar de calmar a todos. Por lo general el terminaba haciendo el papel de mediador y pacifista, pero incluso su calma y buena disposición tenían un límite. Por lo que se hizo a un lado y procedió a decir que no creía que ninguno de los presentes pudiera haber escrito la carta.
Curiosamente eso resultaba ser lo más sensato que alguien había dicho desde que comenzó aquel problema.
El chico felino parecía el más relajado de todos. De cierta forma, a Kazuma le recordaba a un gato que se mantiene tranquilo mientras a su alrededor la gente discute por problemas mundanos. Quizás por eso no le costó nada el decir que no tenía la nota puesto que había tratado de comérsela. También olfateo a los presentes para luego asegurar que ninguno había sido.
—Nabi —le llamo mientras mostraba la nota—. Hasta donde he entendido, todo esto se trataba de una estúpida broma, así que ¿Por qué simplemente no nos vamos, digo tu, Juro y yo? —dijo aquello lo suficientemente alto como para que Juro le escuchara.
—¿Qué opinas tu Juro? —pregunto a su compañero antes de dejar que Nabi le respondiera. Todo aquello mientras ignoraba la presencia de las otras tres personas.
«Claro. Creo que debí comenzar por eso» —pensó Kazuma mientras el rubio sacaba un papelillo con una nota que supuestamente todos habían recibido.
De forma un poco forzada, aquel chico llamado Yota acepto la proposición del Uchiha. En aquel momento lo más importante era averiguar quién había escrito la nota, después podrían hacer lo que quisieran.
Viendo que todo se calmaba un poco, el Ishimura se levanto de su asiento y mientras sacaba la nota que le habían enviado se acerco a Nabi. Mientras hacía esto pudo escuchar como la jovencita que lo había golpeado le preguntaba algo.
El peliblanco se planteo responderle alguna impertinencia. Quizás fuera porque aun le molestaba el hecho de que le hubieran dado un golpe mientras tenia la guardia baja. Sin embargo aunque hubiera estado atento, lo más probable es que no le hubiese respondido el golpe. Después de todo resultaba ser una de las chicas más guapas de la academia. Hacerle un solo rasguño en el rostro le hubiera ganado muchos enemigos.
Teniendo en cuenta eso, se limito a soltar un suspiro que indicaba flojera y mientras pretendía ignorarle se acerco a su compañero.
Mientras, Juro parecía haberse cansado de tratar de calmar a todos. Por lo general el terminaba haciendo el papel de mediador y pacifista, pero incluso su calma y buena disposición tenían un límite. Por lo que se hizo a un lado y procedió a decir que no creía que ninguno de los presentes pudiera haber escrito la carta.
Curiosamente eso resultaba ser lo más sensato que alguien había dicho desde que comenzó aquel problema.
El chico felino parecía el más relajado de todos. De cierta forma, a Kazuma le recordaba a un gato que se mantiene tranquilo mientras a su alrededor la gente discute por problemas mundanos. Quizás por eso no le costó nada el decir que no tenía la nota puesto que había tratado de comérsela. También olfateo a los presentes para luego asegurar que ninguno había sido.
—Nabi —le llamo mientras mostraba la nota—. Hasta donde he entendido, todo esto se trataba de una estúpida broma, así que ¿Por qué simplemente no nos vamos, digo tu, Juro y yo? —dijo aquello lo suficientemente alto como para que Juro le escuchara.
—¿Qué opinas tu Juro? —pregunto a su compañero antes de dejar que Nabi le respondiera. Todo aquello mientras ignoraba la presencia de las otras tres personas.