13/06/2018, 16:06
Karma entrelazó ambas manos a la espalda y esperó que la situación se desarollara. Contaba con que Senju Riko, el responsable de todo aquello, les diera algún tipo de indicación o dejase entrever su plan de entrenamiento. No aconteció nada similar. La pelivioleta no podría explicar lo que ocurrió, era como si un ponzoñoso ensimismamiento se hubiese apoderado de todos los presentes...
Eventualmente Akame se hartó de la situación y le indicó a su alumna que se marchaban. Al principio la fémina le respondió con una expresión de extrañeza, pero no tardó en remediarlo con un sutil asentimiento.
—Disculpen las molestias... —y reverenció a todos los presentes.
A ritmo ligero en tal de no quedarse atrás, Karma abandonó el estadio junto a su sensei.
Eventualmente Akame se hartó de la situación y le indicó a su alumna que se marchaban. Al principio la fémina le respondió con una expresión de extrañeza, pero no tardó en remediarlo con un sutil asentimiento.
—Disculpen las molestias... —y reverenció a todos los presentes.
A ritmo ligero en tal de no quedarse atrás, Karma abandonó el estadio junto a su sensei.