1/07/2018, 14:40
En las Planicies del Silencio una silueta caminaba hacia el ocaso. El cielo, con el sol poniéndose en el horizonte, se había teñido de un extraño púrpura. El color de un viejo moratón. El mismo color que teñía ahora parte de la piel de aquel chico, en brazos, piernas y hasta en la barbilla. Cardenales fruto del intenso entrenamiento al que se había sometido en las últimas semanas, tras el enfrentamiento con Uchiha Akame.
Tenía los cabellos recogidos en un moño, y ahora, con la llegada del examen y el verano, había decidido raparse un poco por los lados y la nuca. No demasiado, tampoco, pues el rapado solo llegaba hasta media sien, al igual que con la nuca. Vestía una camisa de tiras gris, con un zorro estampado delante, y unos pantalones cortos. Su bandana, al cuello.
Andaba con aire tranquilo, con las manos en los bolsillos como si estuviese dando un simple paseo y no de camino a la entrada del Yomi. Porque eso era lo que podía estar haciendo. Daruu, aquel chico al que había conocido en el torneo, y con el que había hecho buenas migas en una isla paradisíaca mientras se enfrentaban a un loco ribereño del Sur. Le había citado en en el Círculo de Rocas Ancestrales. Eso no hubiese supuesto un problema. De no ser porque, claro, luego, habían pasado cosas. Muchas. Demasiadas.
Pero había venido preparado. O, más bien, acababa de prepararse.
Diez minutos más tarde, el Uchiha vislumbró las famosas y gigantescas losas de piedra, con ese aire misterioso que siempre las envolvían. Había estado allí en un par de ocasiones, y, como apostaba a que todos harían, él también se había preguntado qué significado tendrían. ¿Una simple obra de arte? ¿O algo más?
Pasó entre dos losas que sujetaban otra entre ellas, en horizontal, formando así una especie de arco. Entonces, le vio. Con ese tatuaje en la mejilla que tanto le caracterizaba. La bandana en la frente. Y, por encima de todo…
—¿Quién cojones eres? —preguntó al instante, activando su Sharingan.
¿Quién demonios se tomaba la molestia de disfrazarse en una persona y no imitaba su rasgo más característico? Aquellos ojos eran normales, y, si algo tenía Daruu, eso era unos ojos fuera de lo ordinario.
1 AO
Tenía los cabellos recogidos en un moño, y ahora, con la llegada del examen y el verano, había decidido raparse un poco por los lados y la nuca. No demasiado, tampoco, pues el rapado solo llegaba hasta media sien, al igual que con la nuca. Vestía una camisa de tiras gris, con un zorro estampado delante, y unos pantalones cortos. Su bandana, al cuello.
Andaba con aire tranquilo, con las manos en los bolsillos como si estuviese dando un simple paseo y no de camino a la entrada del Yomi. Porque eso era lo que podía estar haciendo. Daruu, aquel chico al que había conocido en el torneo, y con el que había hecho buenas migas en una isla paradisíaca mientras se enfrentaban a un loco ribereño del Sur. Le había citado en en el Círculo de Rocas Ancestrales. Eso no hubiese supuesto un problema. De no ser porque, claro, luego, habían pasado cosas. Muchas. Demasiadas.
Pero había venido preparado. O, más bien, acababa de prepararse.
Diez minutos más tarde, el Uchiha vislumbró las famosas y gigantescas losas de piedra, con ese aire misterioso que siempre las envolvían. Había estado allí en un par de ocasiones, y, como apostaba a que todos harían, él también se había preguntado qué significado tendrían. ¿Una simple obra de arte? ¿O algo más?
Pasó entre dos losas que sujetaban otra entre ellas, en horizontal, formando así una especie de arco. Entonces, le vio. Con ese tatuaje en la mejilla que tanto le caracterizaba. La bandana en la frente. Y, por encima de todo…
—¿Quién cojones eres? —preguntó al instante, activando su Sharingan.
¿Quién demonios se tomaba la molestia de disfrazarse en una persona y no imitaba su rasgo más característico? Aquellos ojos eran normales, y, si algo tenía Daruu, eso era unos ojos fuera de lo ordinario.
1 AO
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado