1/07/2018, 19:19
(Última modificación: 1/07/2018, 19:24 por Uchiha Datsue.)
Pero no halló Henge alguno. Ningún manto de chakra que envolviese al joven para engañar a la vista. Era él… con otros ojos. ¿Qué narices le había pasado? Era cierto que le había visto junto al resto de su Villa. Les había estado espiando desde una azotea a su llegada. Pero, desde la distancia, no se había dado cuenta del cambio en el color de sus ojos. No es que solo cambiasen de color, sino que eran… distintos.
—Soy Amedama Daruu de Amegakure —le repitió, para luego revelarle algo que solo él podía saber. El sitio secreto donde escondía sus ganzúas.
Daruu se cruzó de brazos, y empezó a pedir explicaciones. Aseguró que a Ayame casi la matan —algo que ya había leído en el mensaje de Yui—, cosa que encajaba con el carácter de la Arashikage. También, reveló que sus ojos eran un regalo de su madre. No lo entendió.
Suspiró. Aquello no iba a ser fácil. Empezó por guardar su kunai, y el iris de sus ojos recobró su habitual color.
—Me arrepiento de haberte involucrado. Mi problema era con Ayame y no contigo. Esa es la verdad —empezó por hablar—. Cuando te vi, solo eras un desconocido para mí, al que un día me había enfrentado. Luego nos fuimos conociendo… pero el sello ya estaba puesto. —¿Podía haberle avisado? Por supuesto. El Uchiha se lo había llegado a plantear en un par de ocasiones. Al final, había ganado la comodidad. Y el miedo a un enfrentamiento—. Pensé en decírtelo —le confesó—. Cuando nos emborrachamos, ¿recuerdas? —Datsue apenas fragmentos—. Y cuando cenábamos aquel jabalí. Pero, qué sé yo. Temía que te enfadases, y eras mi único medio para salir de aquella isla perdida.
Carraspeó. No estaba acostumbrado a soltar tantas verdades juntas.
—Soy Amedama Daruu de Amegakure —le repitió, para luego revelarle algo que solo él podía saber. El sitio secreto donde escondía sus ganzúas.
Daruu se cruzó de brazos, y empezó a pedir explicaciones. Aseguró que a Ayame casi la matan —algo que ya había leído en el mensaje de Yui—, cosa que encajaba con el carácter de la Arashikage. También, reveló que sus ojos eran un regalo de su madre. No lo entendió.
Suspiró. Aquello no iba a ser fácil. Empezó por guardar su kunai, y el iris de sus ojos recobró su habitual color.
—Me arrepiento de haberte involucrado. Mi problema era con Ayame y no contigo. Esa es la verdad —empezó por hablar—. Cuando te vi, solo eras un desconocido para mí, al que un día me había enfrentado. Luego nos fuimos conociendo… pero el sello ya estaba puesto. —¿Podía haberle avisado? Por supuesto. El Uchiha se lo había llegado a plantear en un par de ocasiones. Al final, había ganado la comodidad. Y el miedo a un enfrentamiento—. Pensé en decírtelo —le confesó—. Cuando nos emborrachamos, ¿recuerdas? —Datsue apenas fragmentos—. Y cuando cenábamos aquel jabalí. Pero, qué sé yo. Temía que te enfadases, y eras mi único medio para salir de aquella isla perdida.
Carraspeó. No estaba acostumbrado a soltar tantas verdades juntas.
1 AO mantenida
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¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado