2/07/2018, 00:00
(Última modificación: 2/07/2018, 00:02 por Amedama Daruu.)
Daruu temblaba de ira. Sabía muy bien que tenía que mantener la cabeza fría. Joder si lo sabía. ¡Joder si lo sabía! Era crucial. Pero la imagen de su sensei recordándole templar sus ánimos a cada rato durante las misiones se emborrona antes y ahora sólo quedaba la imagen de ese feo y egoísta Uchiha.
—¡CÁLLATE! —cortó Daruu cuando apenas le quedaban unas palabras que escupir a Datsue, y dio otro paso hacia adelante—. ¡Lo que hiciste haría que cualquiera perdiera los nervios! ¡Siempre eres así! ¡Es como dijo Akame, con esa gilipollez de revista que le dedicaste! —lanzó como un dardo—. ¡Te diviertes y te "vengas" con jugarretas que te parecen inocentes, pero no piensas en las consecuencias! ¡No piensas en que lo que puede ocurrirle a los demás sea desproporcionado!
Se dio cuenta de que se había encorvado peligrosamente hacia Datsue. Por primera vez, dio un paso atrás y respiró hondo.
—Ayame no le haría daño ni a una mosca. ¿Qué se supone que fue lo que te hizo? ¿Qué fue tan malo para que decidieras ponerla en compromiso ante su kage? ¿¡Qué!? —exigió saber.
»Te propongo un trato, Uchiha Datsue: enséñamelo. Enséñamelo con esos ojos tuyos. Y luego, yo haré lo mismo con otro Genjutsu y te enseñaré lo que le pasó a mis ojos.
»Supongo que tendré que explicártelo en algún momento. No paras de mirármelos. ¡Vamos! Déjame intentar entenderte, y quizás podamos arreglar esto antes de que haya más problemas entre todos. ¡Joder, Datsue, no puede haber sido tan grave como para poner en compromiso a dos putas aldeas!
1 AO
—¡CÁLLATE! —cortó Daruu cuando apenas le quedaban unas palabras que escupir a Datsue, y dio otro paso hacia adelante—. ¡Lo que hiciste haría que cualquiera perdiera los nervios! ¡Siempre eres así! ¡Es como dijo Akame, con esa gilipollez de revista que le dedicaste! —lanzó como un dardo—. ¡Te diviertes y te "vengas" con jugarretas que te parecen inocentes, pero no piensas en las consecuencias! ¡No piensas en que lo que puede ocurrirle a los demás sea desproporcionado!
Se dio cuenta de que se había encorvado peligrosamente hacia Datsue. Por primera vez, dio un paso atrás y respiró hondo.
—Ayame no le haría daño ni a una mosca. ¿Qué se supone que fue lo que te hizo? ¿Qué fue tan malo para que decidieras ponerla en compromiso ante su kage? ¿¡Qué!? —exigió saber.
»Te propongo un trato, Uchiha Datsue: enséñamelo. Enséñamelo con esos ojos tuyos. Y luego, yo haré lo mismo con otro Genjutsu y te enseñaré lo que le pasó a mis ojos.
»Supongo que tendré que explicártelo en algún momento. No paras de mirármelos. ¡Vamos! Déjame intentar entenderte, y quizás podamos arreglar esto antes de que haya más problemas entre todos. ¡Joder, Datsue, no puede haber sido tan grave como para poner en compromiso a dos putas aldeas!
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