3/07/2018, 19:31
Un grito hendió el aire como un rayo. El trueno que precedía a la tormenta. El cuerno de guerra que anunciaba batalla. Porque, ¿desde cuando un trueno se oye en solitario? ¿Desde cuando el cuerno de guerra anuncia paz?
Daruu intentaba lo imposible.
El Uchiha apretó los dientes mientras le escuchaba, y se escuchaba a sí mismo. Se lo había prometido. Se había prometido no volver a acudir a él, tras el combate contra su Hermano.
Debía controlarse, debía controlarse, debía controlarse…
Daruu soltaba verdades. Pero las verdades, a veces, no importaban. A veces, simplemente llegaban tarde.
—Y tercero: no sé de qué estás hablando, pero no tenemos ni puta idea de qué le ha pasado a Aiko. Hace tiempo que no la veo, pero eso no me hace responsable de NADA. ¿Nos lo explicas... "pedazo de hijo de puta"?
—¿No lo sabías? No lo sabías —afirmó y asintió con la cabeza, pero por el tono y su expresión corporal más bien parecía que lo estaba negando. Aunque era difícil dudar de él cuando era un experto en desbaratar mentiras. Especialmente cuando tenía el Sharingan activado, como era ahora el caso—. ¿Ella tampoco? —soltó, mirando a Ayame, con la voz crispada por la rabia—. ¿Por qué el Henge, sino? —Hablaba con ellos y consigo mismo, como si tratase de encontrar otra razón por la que hubiese hecho semejante cosa—. Porque te dije que estaba preocupado por ella. Porque averiguaste lo que le pasó… y creíste que era la mejor forma de vengarte de mí —concluyó, temblando de rabia. Era la única razón que se le ocurría para explicarlo todo—. Te felicito, Ayame —asintió, mientras retrocedía un paso, alejándose de ellos dos—. Justo donde más duele. La has clavado.
Miró a Kaido.
—¿Tú también?
Daruu intentaba lo imposible.
El Uchiha apretó los dientes mientras le escuchaba, y se escuchaba a sí mismo. Se lo había prometido. Se había prometido no volver a acudir a él, tras el combate contra su Hermano.
Debía controlarse, debía controlarse, debía controlarse…
Daruu soltaba verdades. Pero las verdades, a veces, no importaban. A veces, simplemente llegaban tarde.
—Y tercero: no sé de qué estás hablando, pero no tenemos ni puta idea de qué le ha pasado a Aiko. Hace tiempo que no la veo, pero eso no me hace responsable de NADA. ¿Nos lo explicas... "pedazo de hijo de puta"?
—¿No lo sabías? No lo sabías —afirmó y asintió con la cabeza, pero por el tono y su expresión corporal más bien parecía que lo estaba negando. Aunque era difícil dudar de él cuando era un experto en desbaratar mentiras. Especialmente cuando tenía el Sharingan activado, como era ahora el caso—. ¿Ella tampoco? —soltó, mirando a Ayame, con la voz crispada por la rabia—. ¿Por qué el Henge, sino? —Hablaba con ellos y consigo mismo, como si tratase de encontrar otra razón por la que hubiese hecho semejante cosa—. Porque te dije que estaba preocupado por ella. Porque averiguaste lo que le pasó… y creíste que era la mejor forma de vengarte de mí —concluyó, temblando de rabia. Era la única razón que se le ocurría para explicarlo todo—. Te felicito, Ayame —asintió, mientras retrocedía un paso, alejándose de ellos dos—. Justo donde más duele. La has clavado.
Miró a Kaido.
—¿Tú también?
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado