4/07/2018, 16:28
Allí había una verdad oculta, una terrible verdad oculta que Daruu desconocía. Datsue lo miró, casi fuera de sí, y se confirmó a sí mismo que Daruu no conocía dicha verdad. Luego miró a Ayame y sugirió que engañarle con Aiko había sido porque ella sí lo sabía.
Y lo peor de todo es que...
—No se exactamente lo que le ha pasado —confesó Ayame, enrabietada.
Daruu dio un paso hacia ella.
—¿Cómo que exactamente? ¿Qué está pasando aquí, Ayame? —inquirió Daruu, quien se sentía estúpido, conociendo sólo la mitad de la historia. ¿Y si Ayame sí que había hecho algo y por eso Datsue...?
Pero Ayame les recriminó de nuevo que se había visto arrastrada a aquél plan sin que realmente quisiera asistir, y dirigió de nuevo todo su resentimiento hacia Datsue.
Y Daruu supo que allí había una historia sin contar. Suspiró y se retiró a la piedra más cercana. Se cruzó de brazos y pasó una pierna por delante de la otra. Cerró los ojos, arrugó el morro, y pensó. Meditó.
Entre tanto, Kaido demostró tener tan poca idea —y que le importaba bien poco— de lo que había sucedido. Se arremangó figuradamente y amenazó con vengarse de Datsue aunque sólo tuviera que hacerlo él. Daruu desconocía qué era lo que Datsue le había hecho, pero sabía, por Ayame, que también había tenido problemas con el Uchiha. Y había aceptado rápidamente la sugerencia de ir a buscarlo para tener unas palabras con él.
Pero ahora la situación había cambiado. Aquí había mucha más carne que rebañar del hueso.
—Vamos a ver —intervino Daruu de pronto, que había abierto los ojos y levantado la cabeza—. Estaría bien que pudiéramos hablar de qué es lo que está sucediendo aquí exactamente. ¿Qué ha pasado con Aiko? La última vez que la vi estaba bastante bien. ¿Qué ha sucedido?
Suspiró.
—Datsue. Por favor.
Y lo peor de todo es que...
—No se exactamente lo que le ha pasado —confesó Ayame, enrabietada.
Daruu dio un paso hacia ella.
—¿Cómo que exactamente? ¿Qué está pasando aquí, Ayame? —inquirió Daruu, quien se sentía estúpido, conociendo sólo la mitad de la historia. ¿Y si Ayame sí que había hecho algo y por eso Datsue...?
Pero Ayame les recriminó de nuevo que se había visto arrastrada a aquél plan sin que realmente quisiera asistir, y dirigió de nuevo todo su resentimiento hacia Datsue.
Y Daruu supo que allí había una historia sin contar. Suspiró y se retiró a la piedra más cercana. Se cruzó de brazos y pasó una pierna por delante de la otra. Cerró los ojos, arrugó el morro, y pensó. Meditó.
Entre tanto, Kaido demostró tener tan poca idea —y que le importaba bien poco— de lo que había sucedido. Se arremangó figuradamente y amenazó con vengarse de Datsue aunque sólo tuviera que hacerlo él. Daruu desconocía qué era lo que Datsue le había hecho, pero sabía, por Ayame, que también había tenido problemas con el Uchiha. Y había aceptado rápidamente la sugerencia de ir a buscarlo para tener unas palabras con él.
Pero ahora la situación había cambiado. Aquí había mucha más carne que rebañar del hueso.
—Vamos a ver —intervino Daruu de pronto, que había abierto los ojos y levantado la cabeza—. Estaría bien que pudiéramos hablar de qué es lo que está sucediendo aquí exactamente. ¿Qué ha pasado con Aiko? La última vez que la vi estaba bastante bien. ¿Qué ha sucedido?
Suspiró.
—Datsue. Por favor.