4/07/2018, 17:40
(Última modificación: 4/07/2018, 17:42 por Uchiha Datsue.
Razón: La maldita AO de las narices que siempre se me olvida
)
La kunoichi aseguró no saber exactamente lo que le había pasado. ¿Qué quería decir eso? ¿Qué había averiguado lo suficiente como para saber que no quería descubrir nada más? ¿Qué sabía que algo malo le había pasado, pero había preferido no profundizar más en ello? ¿No realizar preguntas incómodas?
Los dientes le chirriaron, mientras Ayame seguía con un tema ya secundario para él. Hablaba de excusas estúpidas. De que le había invadido la rabia por todo lo que le había hecho. ¡A ella! ¡Rabia! Datsue tuvo que contenerse para no soltar una carcajada histriónica o un puñetazo de frustración allí mismo. Porque, ¿quién era el que había salido perdiendo con todo aquello? ¿Ella, que había recibido un rasguño y un susto? No era culpa de él que su Arashikage fuese una loca homicida. ¿O él, que aparte de lo mencionado había perdido su rango como jōnin? ¿Qué era eso en comparación con un breve momento de vergüenza?
Pero todo fue eclipsado por Kaido.
—No, yo también nada. No tengo idea de qué cojones tiene que ver esa perra suicida contigo…
Creyó que Kaido le acababa de dar una bofetada. O una patada a los huevos. Lo hubiese preferido. Se tragó las lágrimas, se restregó los ojos. Escuchaba el latido de su corazón como látigos en la cabeza. Kaido seguía hablando. Daruu hablaba. Todo el mundo hablaba.
Pero él no conseguía sacárselo de la cabeza.
—Vamos a ver. Estaría bien que pudiéramos hablar de qué perra suicida… Bla, bla, bla. Perra suicida. Perra suicida. PERRA SUICIDA. PERRA SUICIDA.
—¡Que lo retire! —La olla a presión estalló. Avanzó un paso hacia Kaido. Otro—. ¡Que lo retire ahora mismo o le arranco la puta cabeza!
Los dientes le chirriaron, mientras Ayame seguía con un tema ya secundario para él. Hablaba de excusas estúpidas. De que le había invadido la rabia por todo lo que le había hecho. ¡A ella! ¡Rabia! Datsue tuvo que contenerse para no soltar una carcajada histriónica o un puñetazo de frustración allí mismo. Porque, ¿quién era el que había salido perdiendo con todo aquello? ¿Ella, que había recibido un rasguño y un susto? No era culpa de él que su Arashikage fuese una loca homicida. ¿O él, que aparte de lo mencionado había perdido su rango como jōnin? ¿Qué era eso en comparación con un breve momento de vergüenza?
Pero todo fue eclipsado por Kaido.
—No, yo también nada. No tengo idea de qué cojones tiene que ver esa perra suicida contigo…
Creyó que Kaido le acababa de dar una bofetada. O una patada a los huevos. Lo hubiese preferido. Se tragó las lágrimas, se restregó los ojos. Escuchaba el latido de su corazón como látigos en la cabeza. Kaido seguía hablando. Daruu hablaba. Todo el mundo hablaba.
Pero él no conseguía sacárselo de la cabeza.
—Vamos a ver. Estaría bien que pudiéramos hablar de qué perra suicida… Bla, bla, bla. Perra suicida. Perra suicida. PERRA SUICIDA. PERRA SUICIDA.
—¡Que lo retire! —La olla a presión estalló. Avanzó un paso hacia Kaido. Otro—. ¡Que lo retire ahora mismo o le arranco la puta cabeza!
1 AO mantenida
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¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado