5/07/2018, 16:27
—Me gustaría verte intentarlo.
Cuando una olla a presión se calienta demasiado, al final termina sucediendo lo inevitable.
—Datsue-kun, no pierdas la calma. —Una voz... Una voz que conocía demasiado bien. Una voz que no debería estar ahí.
Las fosas nasales de Datsue se convirtieron en las de un toro enfurecido. Desvió la mirada hacia Akame, sentado en lo alto de una losa. ¿Cómo demonios se había enterado él de que estaba allí? ¿Había interceptado la carta? ¿O simplemente le estaba siguiendo? Cualquiera de las dos cosas le encajaba en él. «No deberías haber venido, Hermano…».
Akame saludó al resto de forma sobria.
—Ujum, sí, igualmente. Ahora tira de aquí y déjame resolver mis asuntos con tu jodido compañero.
¿Alguna vez han oído el sonido agudo y creciente que provoca una olla a presión? Así era la mente de Datsue en aquel momento, que parecía echar humo hasta por las orejas. «Se acabó… ¡Se acabó!»
Mientras Ayame hablaba, Datsue le pegaba una patada en los huevos a aquel cretino. El inconfundible y característico dolor que producía aquel golpe prohibido pronto subió hasta el estómago de Kaido, y, aprovechando el momento, Datsue hincó una patada en la corva de él para hacerle caer de rodillas.
En un rápido movimiento se colocó a sus espaldas, le tomó de la barbilla y la parte trasera del cráneo con las manos y…
… le rompió el puto cuello con un repentino y sonoro: ¡crack! Luego, apoyó ambos pies en sus hombros y clavó los dedos en su mandíbula y tiró de él con la fuerza de un oso hasta arrancarle la jodida cabeza. Lo peor de todo es que, como pasaba con los que tenían un miembro fantasma, Kaido seguía sintiendo su cuerpo, que le dolía como si le hubiesen atravesado con mil katanas por cada poro de su piel.
Le dio la vuelta a la cabeza para que le mirase a los ojos y le espetó:
—¡Repítelo ahora, hijo de puta!
Claro que, en la realidad, todo permanecía tranquilo. Daruu había tomado la palabra, pidiendo calma, mientras Datsue y Kaido permanecían mirándose, como esos chulos de barrio que se encaran por una eternidad pero nunca llegan a las manos.
Datsue deshizo el Genjutsu… y clavó un dedo en el pecho del amejin, empujándole con él.
—Aiko lleva desaparecida seis meses —informó a Daruu, de quien había captado sus últimas palabras. Pero sin mirarle, pues tenía la vista fija en Kaido, por si cometía alguna… imprudencia—. ¿No os extrañó que no viniese al Chūnin? Es la única de Ame que participó en el torneo de los Dojos y no está.
Cuando una olla a presión se calienta demasiado, al final termina sucediendo lo inevitable.
—Datsue-kun, no pierdas la calma. —Una voz... Una voz que conocía demasiado bien. Una voz que no debería estar ahí.
Las fosas nasales de Datsue se convirtieron en las de un toro enfurecido. Desvió la mirada hacia Akame, sentado en lo alto de una losa. ¿Cómo demonios se había enterado él de que estaba allí? ¿Había interceptado la carta? ¿O simplemente le estaba siguiendo? Cualquiera de las dos cosas le encajaba en él. «No deberías haber venido, Hermano…».
Akame saludó al resto de forma sobria.
—Ujum, sí, igualmente. Ahora tira de aquí y déjame resolver mis asuntos con tu jodido compañero.
¿Alguna vez han oído el sonido agudo y creciente que provoca una olla a presión? Así era la mente de Datsue en aquel momento, que parecía echar humo hasta por las orejas. «Se acabó… ¡Se acabó!»
Mientras Ayame hablaba, Datsue le pegaba una patada en los huevos a aquel cretino. El inconfundible y característico dolor que producía aquel golpe prohibido pronto subió hasta el estómago de Kaido, y, aprovechando el momento, Datsue hincó una patada en la corva de él para hacerle caer de rodillas.
En un rápido movimiento se colocó a sus espaldas, le tomó de la barbilla y la parte trasera del cráneo con las manos y…
… le rompió el puto cuello con un repentino y sonoro: ¡crack! Luego, apoyó ambos pies en sus hombros y clavó los dedos en su mandíbula y tiró de él con la fuerza de un oso hasta arrancarle la jodida cabeza. Lo peor de todo es que, como pasaba con los que tenían un miembro fantasma, Kaido seguía sintiendo su cuerpo, que le dolía como si le hubiesen atravesado con mil katanas por cada poro de su piel.
Le dio la vuelta a la cabeza para que le mirase a los ojos y le espetó:
—¡Repítelo ahora, hijo de puta!
Claro que, en la realidad, todo permanecía tranquilo. Daruu había tomado la palabra, pidiendo calma, mientras Datsue y Kaido permanecían mirándose, como esos chulos de barrio que se encaran por una eternidad pero nunca llegan a las manos.
Datsue deshizo el Genjutsu… y clavó un dedo en el pecho del amejin, empujándole con él.
—Aiko lleva desaparecida seis meses —informó a Daruu, de quien había captado sus últimas palabras. Pero sin mirarle, pues tenía la vista fija en Kaido, por si cometía alguna… imprudencia—. ¿No os extrañó que no viniese al Chūnin? Es la única de Ame que participó en el torneo de los Dojos y no está.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado