20/09/2015, 14:57
El primer pensamiento del Uchiha cuando propuso lo de separarse para que una persona llevara el chico al hospital y los demas fueran a parar los pies a los matones fue Yota y Eri con el niño y el resto al Jardin de Cerezos. Pero la cosa no salió como él esperaba ni por asomo. En un momento, todos se habian decidido a ir juntos al hospital, lo cual sonanba a locura para él por razones que le parecian obvias, pero uno a uno todos se fueron posicionando, Juro incluso le instó a que no fuera al encuentro. A excepción de Tigreton, que se fue como habia venido, sin que nadie le entendiera.
¿De verdad no se dan cuenta?
En su mente la idea de irse a encarar a esos macarrillas de tres al cuarto él solo se iba haciendo presencia con cada latido de su corazón. Pero antes de hacerlo, tenia que dejarles claro que habia un motivo más allá de las ganas de impartir justicia por su propia mano.
Id todos a llevarle al hospital, yo me encargaré de detenerlos hasta que volvais. Pero pensad, ¿qué pensais que hara si no vamos rapido? ¿Se sentara pacientemente hasta que lleguemos? Estamos hablando de alguien que ha apaleado a un niño. Yo prefiero no correr el riesgo.
Dicho eso, escalaria a toda prisa por las gradas y se posaria en lo más alto de la pared, antes de salir saltando de tejado en tejado, en dirección al Jardin, o eso pensaba él. No se detendria por mucho que le llamaran ni esperaria a nadie, estaba decidido a llegar lo antes posible. Pidió indicaciones a cada persona que se le cruzó para poder llegar al Jardín por lo menos ese dia. Era consciente de su sentido de orientación, pero con todas las indicaciones que habia ido pidiendo a lo largo de su paseo habia conseguido llegar en un tiempo record (para él).
Ahora se encontraba ante un dilema que no sabia como no se le habia ocurrido antes. El maldito Jardin era jodidamente gigantesco. Se quedo parado en la entrada durante unos segundos, hasta que finalmente se dio cuenta de que no habia forma de localizar a ese canalla, por lo menos, no sin el Tigreton. No le quedaba otra que dar vueltas por el jardin hasta que pasara algo. Y así lo haria.
¿De verdad no se dan cuenta?
En su mente la idea de irse a encarar a esos macarrillas de tres al cuarto él solo se iba haciendo presencia con cada latido de su corazón. Pero antes de hacerlo, tenia que dejarles claro que habia un motivo más allá de las ganas de impartir justicia por su propia mano.
Id todos a llevarle al hospital, yo me encargaré de detenerlos hasta que volvais. Pero pensad, ¿qué pensais que hara si no vamos rapido? ¿Se sentara pacientemente hasta que lleguemos? Estamos hablando de alguien que ha apaleado a un niño. Yo prefiero no correr el riesgo.
Dicho eso, escalaria a toda prisa por las gradas y se posaria en lo más alto de la pared, antes de salir saltando de tejado en tejado, en dirección al Jardin, o eso pensaba él. No se detendria por mucho que le llamaran ni esperaria a nadie, estaba decidido a llegar lo antes posible. Pidió indicaciones a cada persona que se le cruzó para poder llegar al Jardín por lo menos ese dia. Era consciente de su sentido de orientación, pero con todas las indicaciones que habia ido pidiendo a lo largo de su paseo habia conseguido llegar en un tiempo record (para él).
Ahora se encontraba ante un dilema que no sabia como no se le habia ocurrido antes. El maldito Jardin era jodidamente gigantesco. Se quedo parado en la entrada durante unos segundos, hasta que finalmente se dio cuenta de que no habia forma de localizar a ese canalla, por lo menos, no sin el Tigreton. No le quedaba otra que dar vueltas por el jardin hasta que pasara algo. Y así lo haria.
—Nabi—