21/09/2015, 20:00
'' Vaya, pues se ha esfumado.''
Tanto Juro como Kazuma se habían unido a llevar al chico lleno de heridas al hospital, mientras que Nabi, haciendo un comentario que ni llegó a oír ni estaba segura de querer haberlo escuchado, ya que en ese mismo momento no se sentía con ganas de malinterpretar uno de sus comentarios como normalmente hacía, tomaba dirección al Jardín de los Cerezos de Uzushiogakure.
Pero antes de poder cambiar su rumbo y seguirlo aún sabiendo que le costaría bastante llegar hasta dicho lugar por su pésimo sentido de la orientación, Yota la frenó llamándola y dejándola a cargo del pobre niño, alegando que el Uchiha se acababa de meter solo en la ratonera. Los ratones no sabían escribir, así que en una ratonera no se podía haber metido ya que los ratones desconocen lo que es un lápiz y una hoja en blanco, seguramente serían matones, por lo cual... ¿No se estará metiendo en una matonera? En fin, su compañero al parecer deliraba, pero como cuando terminó de pensar todo eso ya se había marchado, no le quedaba otra que hacerse cargo ella misma del niño.
'' Juro también podría ir a ayudar, así cuantos más sean allí, más fácil lo tendrán ya que allí es donde se cita... Además, Kazuma por mucho odio que le tenga, sabría proteger al niño y yo podría ayudarle...''
Negó con la cabeza al mirar a Juro, según tenía entendido, él también tenía pésimo sentido de la orientación, así que descartó la idea de mandarle, por lo cual quedaba Kazuma, pero a él si que no le iba a sugerir que se fuese, si se quería ir, allá él.
- Bueno, pues si queréis ir con ellos, esta es vuestra oportunidad, si no, ¡en marcha! - Gritó mientras lograba colocarse al niño en su espalda, haciendo que pasase sus brazos por el cuello de la kunoichi mientras ella terminaba agarrándole por sus piernas, intentando por todos los medios que no se cayese de su posición. No esperaría al ver las reacciones de sus ahora compañeros, lo primero era lo primero: ayudar al niño e ir lo más rápido que pudiese al Jardín de los Cerezos para darle lo que se merecía al hijo de su madre que había escrito esa nota, y, para colmo, había herido de gravedad a un pobre inocente.
''¡Estúpido machista opresor!'' Era el único pensamiento que lograba tener en la cabeza en esos momentos.
Tanto Juro como Kazuma se habían unido a llevar al chico lleno de heridas al hospital, mientras que Nabi, haciendo un comentario que ni llegó a oír ni estaba segura de querer haberlo escuchado, ya que en ese mismo momento no se sentía con ganas de malinterpretar uno de sus comentarios como normalmente hacía, tomaba dirección al Jardín de los Cerezos de Uzushiogakure.
Pero antes de poder cambiar su rumbo y seguirlo aún sabiendo que le costaría bastante llegar hasta dicho lugar por su pésimo sentido de la orientación, Yota la frenó llamándola y dejándola a cargo del pobre niño, alegando que el Uchiha se acababa de meter solo en la ratonera. Los ratones no sabían escribir, así que en una ratonera no se podía haber metido ya que los ratones desconocen lo que es un lápiz y una hoja en blanco, seguramente serían matones, por lo cual... ¿No se estará metiendo en una matonera? En fin, su compañero al parecer deliraba, pero como cuando terminó de pensar todo eso ya se había marchado, no le quedaba otra que hacerse cargo ella misma del niño.
'' Juro también podría ir a ayudar, así cuantos más sean allí, más fácil lo tendrán ya que allí es donde se cita... Además, Kazuma por mucho odio que le tenga, sabría proteger al niño y yo podría ayudarle...''
Negó con la cabeza al mirar a Juro, según tenía entendido, él también tenía pésimo sentido de la orientación, así que descartó la idea de mandarle, por lo cual quedaba Kazuma, pero a él si que no le iba a sugerir que se fuese, si se quería ir, allá él.
- Bueno, pues si queréis ir con ellos, esta es vuestra oportunidad, si no, ¡en marcha! - Gritó mientras lograba colocarse al niño en su espalda, haciendo que pasase sus brazos por el cuello de la kunoichi mientras ella terminaba agarrándole por sus piernas, intentando por todos los medios que no se cayese de su posición. No esperaría al ver las reacciones de sus ahora compañeros, lo primero era lo primero: ayudar al niño e ir lo más rápido que pudiese al Jardín de los Cerezos para darle lo que se merecía al hijo de su madre que había escrito esa nota, y, para colmo, había herido de gravedad a un pobre inocente.
''¡Estúpido machista opresor!'' Era el único pensamiento que lograba tener en la cabeza en esos momentos.