2/11/2018, 18:16
Datsue no pudo evitar arrugar la nariz cuando un olor nauseabundo penetró sus fosas nasales. No supo identificar muy bien a qué pertenecía, pero creyó que era una mezcla de sudor, alcohol y vómito. Los ojos le dijeron que pertenecía a una persona, envuelto en un bulto harapiento junto a la entrada de una taberna. «Siempre tiene que haber un borracho…»
El Uchiha aceleró el paso, tratando de poner tierra de por medio y aire —mucho aire— entre ellos dos. No tardó mucho, junto a sus compañeros y amigos, en llegar a la plaza del pueblo. Nada más llegar, sus preguntas de por qué aquello parecía un pueblo fantasma se vieron respondidas. No es que no hubiese nadie, sino que todos estaban reunidos en el mismo sitio: frente a una hoguera que desprendía volutas de humo negro que se confundían con el cielo morado.
«Interesante… Así que aquí se lleva la cremación». Sus ojos recorrieron, de un rápido vistazo, las llamas, el pueblo congregado y finalmente las dos mujeres de luto que se encontraban al lado del sacerdote y un hombre. Se imaginó lo que estarían sufriendo, la tristeza y la pena de perder un ser querido de tan solo diez años, y sintió un ligero pinchazo en el pecho.
Cruzó las manos tras la espalda y respetó el silencio, esperando a que la ceremonia terminase.
El Uchiha aceleró el paso, tratando de poner tierra de por medio y aire —mucho aire— entre ellos dos. No tardó mucho, junto a sus compañeros y amigos, en llegar a la plaza del pueblo. Nada más llegar, sus preguntas de por qué aquello parecía un pueblo fantasma se vieron respondidas. No es que no hubiese nadie, sino que todos estaban reunidos en el mismo sitio: frente a una hoguera que desprendía volutas de humo negro que se confundían con el cielo morado.
«Interesante… Así que aquí se lleva la cremación». Sus ojos recorrieron, de un rápido vistazo, las llamas, el pueblo congregado y finalmente las dos mujeres de luto que se encontraban al lado del sacerdote y un hombre. Se imaginó lo que estarían sufriendo, la tristeza y la pena de perder un ser querido de tan solo diez años, y sintió un ligero pinchazo en el pecho.
Cruzó las manos tras la espalda y respetó el silencio, esperando a que la ceremonia terminase.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado