7/10/2015, 21:22
Mientras trotaba lo único que ocupaba su mente era el hecho de entender que era lo que estaba ocurriendo. Razón por la cual falto poco para que un mal intencionado kunai le arrebatara un dedo del pie.
Poco fue lo que pudo ver, pues el agresor había desaparecido. Justo cuando se iba a dar la vuelta para ver a sus acompañantes; un gordo y enorme pie le golpeo en la cara, mandándole directamente al suelo.
Pasaron unos instantes y Kazuma pudo percibir como Juro y Eri se interponían entre ambos.
«Este día se pone cada vez peor… Comienzo a molestarme» —pensó mientras dejaba escapar un fuerte resoplido.
Luego de unos instantes el Ishimura se sentó. En aquel momento su rostro no era visible pues el cabello suelto ocultaba su expresión. Inmediatamente torció un poco el cuello y escupió una pequeña flema sanguinolenta al suelo.
Entonces se levanto silenciosamente, de sus ropas saco una pequeña libreta y procedió a anotar algo, para luego guardarla lentamente.
—Hay formas más sutiles de buscar que te den una paliza, pero igual te has ganado una cita conmigo —dijo con una sonrisa un tanto perturbadora—. Pero eso tendrá que esperar, ya que por ahora estamos un poco ocupados.
En aquel momento le hubiese gustado darle una buena lección a aquel sujeto, pero había mucha gente alrededor. Si aquello era parte de un plan, en nada les beneficiaria quedarse ahí armando un escándalo.
—Chicos… Creo que lo mejor es seguir nuestro camino —dijo a sus dos compañeros que se encontraban de espaldas a él.
Poco fue lo que pudo ver, pues el agresor había desaparecido. Justo cuando se iba a dar la vuelta para ver a sus acompañantes; un gordo y enorme pie le golpeo en la cara, mandándole directamente al suelo.
Pasaron unos instantes y Kazuma pudo percibir como Juro y Eri se interponían entre ambos.
«Este día se pone cada vez peor… Comienzo a molestarme» —pensó mientras dejaba escapar un fuerte resoplido.
Luego de unos instantes el Ishimura se sentó. En aquel momento su rostro no era visible pues el cabello suelto ocultaba su expresión. Inmediatamente torció un poco el cuello y escupió una pequeña flema sanguinolenta al suelo.
Entonces se levanto silenciosamente, de sus ropas saco una pequeña libreta y procedió a anotar algo, para luego guardarla lentamente.
—Hay formas más sutiles de buscar que te den una paliza, pero igual te has ganado una cita conmigo —dijo con una sonrisa un tanto perturbadora—. Pero eso tendrá que esperar, ya que por ahora estamos un poco ocupados.
En aquel momento le hubiese gustado darle una buena lección a aquel sujeto, pero había mucha gente alrededor. Si aquello era parte de un plan, en nada les beneficiaria quedarse ahí armando un escándalo.
—Chicos… Creo que lo mejor es seguir nuestro camino —dijo a sus dos compañeros que se encontraban de espaldas a él.