8/11/2015, 16:25
(Última modificación: 8/11/2015, 17:00 por Uzumaki Eri.)
A Eri le dio un vuelco el corazón cuando vio a dos cuerpos en el suelo sobre un charco de esa sustancia carmesí. Se llevó una mano a la boca, intentando sofocar un grito. El jardín de los Cerezos acababa de ser manchado con sangre de posibles residentes de la Villa Oculta del Remolino, y eso seguramente a la kage no le haría ninguna gracia. Se acercó apresuradamente para comprobar si algún ápice de vida quedaba en los cuerpos recostados en el suelo, sin embargo sus corazones no habían dejado de bombear gracias a las magulladuras y los golpes que se habían llevado. Se alejó a su posición anterior y giró la cabeza para encontrarse con Juro, al que le dedicó una mirada de auxilio. ¿Deberían encargarse o deberían dejarlos allí? Suspiró y se pasó la mano que tenía limpia de aquel líquido viscoso por la cara. Se acercó a los cuerpos y los arrastró hasta el árbol más cercano para tratarlos de inmediato, sin embargo cuando llegó al árbol, se encontró con otra cosa peor.
Su compañero de equipo estaba lleno de cortes, apoyado en el árbol con los ojos cerrados y una mueca de dolor en el rostro. Sin perder ni un segundo, comprobó su pulso y notó con alivio que Yota seguía con vida. Sin embargo, su deber como ninja médico se posó sobre sus hombros, y una lágrima de rabia surcó su ojo izquierdo. La joven de cabellos azules se arrodilló quedando a la altura del Kaguya y sacó su kit médico, curando y vendando la mayoría de los cortes visibles como podía. Miró a los otros dos cuerpos, llenos de golpes y magulladoras y sintió que Yota estaba peor parado que los otros dos, así que decidió llevarse a Yota al hospital y reportar allí el incidente para que médicos mejores cualificados ayudasen a curar a los otros dos.
-Juro... - Murmuró, con una voz lúgubre. -Voy al hospital a llevar a Yota - Siguió mientras se cargaba a su espalda el cuerpo de su compañero. Acababa de terminar su labor como médica como medianamente pudo hacerlo, pero tocaba la segunda parte, lograr sacar a su compañero con vida de ahí. - También reportaré lo de estos civiles - Ella se había encontrado con los dos cuerpos, aunque seguramente la preguntarían millones de cuestiones acerca del por qué un ninja de Uzushio se encontraba en tales condiciones como se encontraba Yota y por qué junto a él se encontraban dos chicos tan magullados, pero, ese era su deber, al fin y al cabo. -Tu... Busca al Uchiha, ¿vale? Kazuma estará al caer - Y con esto comenzó a correr hacia la salida del Jardín, rezando al primer dios que le escuchase que no se perdiese esa vez.
''¿Por qué siempre me tocará esta parte?'' Maldijo hacia sus adentros. Y solo pudo esperar que Nabi estuviese en mejores condiciones.