28/11/2015, 20:48
(Última modificación: 28/11/2015, 20:48 por Uzumaki Eri.)
Eri seguía con Yota a sus espaldas, escuchando un zumbido proveniente de Yota, ¿estaría consciente? Bajó la velocidad en cuanto escuchó la anomalía del cuerpo de su compañero, haciendo que casi el Sasagani saliese volando hacia delante.
-¿Yota? ¿Estas ahí? Joder, contesta ¡¿A quien coño bzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz
Abrió los ojos exageradamente al oír aquella voz que sin duda sabía quién era pues siempre había hecho mella en él. Se mordió el labio, asustada, e intentó pensar con rapidez.
''Vale, prioridades, ¡joder!'' Comenzó a desesperarse y a mirar por todos los lados. Luego intentó calmarse y tomar aire, pero un bicho pasó por allí y se metió en su garganta, haciendo que tosiese violentamente. Después de unos segundos, optó por apoyar a Yota en un árbol y sacar su comunicador, poniéndoselo en el oído.
Pero nada se escuchó.
-¡Nabi! ¿Nabi? ¿Puedes oírme? ¡Contéstame! - Preguntaba desesperadamente sin obtener respuesta y volviéndose a morder el labio inferior, tomó al rubio y lo llevó al hospital sin tardar más tiempo para poder volver con sus compañeros. Estaba asustada, la voz sonaba desesperada, y eso le provocaba escalofríos. ¿Nabi estaría bien? No tenía ni idea, y si no se aseguraba en poco tiempo seguramente su corazón decidiría salir de su pecho y poner rumbo al jardín de los Cerezos por si solo.
Entre suspiros, jadeos y malos pensamientos llegó al hospital y dejó a Yota con la recepcionista, sin parar si quiera a reportar lo que había ocurrido, volvió por el camino que había seguido. Con tan mala suerte que no llegó al Jardín de los Cerezos como ella había pensado. Maldita orientación, malditos machistas, malditos todos. Llevándose las manos a la cara y ahogando un sollozo, notó como el comunicador volvía a reaccionar poco a poco, y sintió como el alivio se apoderaba de su cuerpo.
-¿Nabi...? ¿Estás ahí? Por favor... Contéstame...
Antes de esperarse a recibir respuesta, decidió moverse por los alrededores. Muy lejos no debía de estar del Uchiha, o eso pensaba ella.
-¿Yota? ¿Estas ahí? Joder, contesta ¡¿A quien coño bzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz
Abrió los ojos exageradamente al oír aquella voz que sin duda sabía quién era pues siempre había hecho mella en él. Se mordió el labio, asustada, e intentó pensar con rapidez.
''Vale, prioridades, ¡joder!'' Comenzó a desesperarse y a mirar por todos los lados. Luego intentó calmarse y tomar aire, pero un bicho pasó por allí y se metió en su garganta, haciendo que tosiese violentamente. Después de unos segundos, optó por apoyar a Yota en un árbol y sacar su comunicador, poniéndoselo en el oído.
Pero nada se escuchó.
-¡Nabi! ¿Nabi? ¿Puedes oírme? ¡Contéstame! - Preguntaba desesperadamente sin obtener respuesta y volviéndose a morder el labio inferior, tomó al rubio y lo llevó al hospital sin tardar más tiempo para poder volver con sus compañeros. Estaba asustada, la voz sonaba desesperada, y eso le provocaba escalofríos. ¿Nabi estaría bien? No tenía ni idea, y si no se aseguraba en poco tiempo seguramente su corazón decidiría salir de su pecho y poner rumbo al jardín de los Cerezos por si solo.
Entre suspiros, jadeos y malos pensamientos llegó al hospital y dejó a Yota con la recepcionista, sin parar si quiera a reportar lo que había ocurrido, volvió por el camino que había seguido. Con tan mala suerte que no llegó al Jardín de los Cerezos como ella había pensado. Maldita orientación, malditos machistas, malditos todos. Llevándose las manos a la cara y ahogando un sollozo, notó como el comunicador volvía a reaccionar poco a poco, y sintió como el alivio se apoderaba de su cuerpo.
-¿Nabi...? ¿Estás ahí? Por favor... Contéstame...
Antes de esperarse a recibir respuesta, decidió moverse por los alrededores. Muy lejos no debía de estar del Uchiha, o eso pensaba ella.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)