15/12/2015, 16:06
El Uchiha reacciono de una manera mucho más violenta de lo que se esperaba, pues sin que le temblara el pulso, tomo al malviviente y luego de clavarle un brazo al suelo con su arma, procedió a dislocarle el hombro. El sujeto había quedado convertido en un amasijo de dolor, por lo que era probable que se desmayara dentro de poco. Sin embargo el que perdió la conciencia fue Nabi. Por un instante el Ishimura pudo verlo mientras se arrimaba a un árbol cercano. Su expresión denotaba un cansancio fuera de lo normal.
«Esto es lo que pasa cuando era un cabezota y no escuchas a tus compañeros» —Pensó un poco molesto el ojos grises.
Kazuma se encontraba determinado a enfrentarse a los tres sujetos que ahora le tomaban como enemigo. Aunque su compañero había utilizado un destello cegador para detenerles, había servido solo para hacer tiempo mientras se acomodaba para descansar. Normalmente no habría tenido problemas en despachar a tres matones, pero si le habían causado tantos problemas a Nabi, tendría que andarse con cuidado.
—¡Vamos aquí los espero!… Muéstrenme que tantas agallas tienen —Exclamo en tono desafiante.
Pero no tuvo oportunidad alguna de combatir. Como si hubiera salido de la nada una fuerte ráfaga de aire golpeo lateralmente a los tres oponentes, arrastrándolos por el suelo y dejándolos fuera de combate. Pero aquello no fue todo, pues inmediatamente un sonido desgarrador cubrió el lugar. Haciendo que los que ya estaban el suelo se retorciera y que Kazuma se cubriera los oídos. Para cuando pudo apartar sus manos, ya no quedaba nadie para combatir. Solo un montón de gente tirada desmayada.
«Esto es lo que pasa cuando era un cabezota y no escuchas a tus compañeros» —Pensó un poco molesto el ojos grises.
Kazuma se encontraba determinado a enfrentarse a los tres sujetos que ahora le tomaban como enemigo. Aunque su compañero había utilizado un destello cegador para detenerles, había servido solo para hacer tiempo mientras se acomodaba para descansar. Normalmente no habría tenido problemas en despachar a tres matones, pero si le habían causado tantos problemas a Nabi, tendría que andarse con cuidado.
—¡Vamos aquí los espero!… Muéstrenme que tantas agallas tienen —Exclamo en tono desafiante.
Pero no tuvo oportunidad alguna de combatir. Como si hubiera salido de la nada una fuerte ráfaga de aire golpeo lateralmente a los tres oponentes, arrastrándolos por el suelo y dejándolos fuera de combate. Pero aquello no fue todo, pues inmediatamente un sonido desgarrador cubrió el lugar. Haciendo que los que ya estaban el suelo se retorciera y que Kazuma se cubriera los oídos. Para cuando pudo apartar sus manos, ya no quedaba nadie para combatir. Solo un montón de gente tirada desmayada.