26/03/2020, 21:00
Takumi seguía enfrascado en sus pensamientos y en el momento que cruzó la puerta una voz inesperada le sobresaltó.
—Buenos días.
El genin dirigió su mirada hacia dónde venía aquella voz, un chico de su edad aproximadamente, con el pelo azabache anudado en una larga coleta y con unos de un intenso verde esmeralda. Tenía que ser otro ninja de la Aldea.
—¡¿Eh?! —Se sobresaltó un poco, no se esperaba que nadie más estuviera levantado a esas horas y el chico que estaba frente a él parecía ya muy despierto. —Ho... Hola b-buenos días.
El marionetista no es que fuera muy social, pero tenía un ligero miedo al relacionarse con otros shinobis y kunoichis, al fin y al cabo no dejaba de ser un refugiado en esas tierras y le aterraba tener conflictos con sus "compañeros de trabajo" por estos temas.
—¿Quieres té? —Le preguntó.
—Pues la verdad justo venía a por un té para desayunar y comenzar a entrenar. —Dijo con una ligera sonrisa mientras se rascaba el cogote nerviosamente. —Ay disculpa mis formas, que ni me he presentado. Me llamo Tsukisame Takumi, es un placer. —Se acercó su compañero shinobi que acababa de conocer y le ofreció la mano.
—Buenos días.
El genin dirigió su mirada hacia dónde venía aquella voz, un chico de su edad aproximadamente, con el pelo azabache anudado en una larga coleta y con unos de un intenso verde esmeralda. Tenía que ser otro ninja de la Aldea.
—¡¿Eh?! —Se sobresaltó un poco, no se esperaba que nadie más estuviera levantado a esas horas y el chico que estaba frente a él parecía ya muy despierto. —Ho... Hola b-buenos días.
El marionetista no es que fuera muy social, pero tenía un ligero miedo al relacionarse con otros shinobis y kunoichis, al fin y al cabo no dejaba de ser un refugiado en esas tierras y le aterraba tener conflictos con sus "compañeros de trabajo" por estos temas.
—¿Quieres té? —Le preguntó.
—Pues la verdad justo venía a por un té para desayunar y comenzar a entrenar. —Dijo con una ligera sonrisa mientras se rascaba el cogote nerviosamente. —Ay disculpa mis formas, que ni me he presentado. Me llamo Tsukisame Takumi, es un placer. —Se acercó su compañero shinobi que acababa de conocer y le ofreció la mano.