3/07/2020, 17:00
Como en un mal sueño, todo daba vueltas sin parar. El aire escaseaba, y tomar una simple bocanada fresca era casi tan difícil como hacer que un gato te haga caso. Casi parecía más fácil conseguir que un plátano ganase una carrera de frutas.
«¿Qué... está pasando?»
El Inuzuka, tras reír cual poseso comenzó a sentirse un poco más centrado, pero ese mismo hecho le hacía caer sobre una vorágine de sensaciones para nada agradables. De pronto, unos flashes de cómo había terminado su combate del torneo le hizo abrir los ojos cual búho tomando café.
Un golpe de realidad servido en plato hondo, que como todos saben siempre es el mejor plato; principalmente, porque es en el que más comida entra.
Se reincorporó rápidamente, y se llevó ambas manos súbitamente hacia la pierna, tocando una estructura que reconocía pero no recordaba. Un baño de escayola cubría casi el total de su tren inferior, al menos un 40%. Un sudor frío comenzó a caerle por todos y cada uno de los poros de su piel, ahora la graciosa serpiente se había transformado en algo que realmente le costaba digerir...
—M-mier...da...
Ranko entró en el habitáculo, realmente alterada. Sin venir a cuento, gritó como nuncaantes la había escuchado, inquiriendo que tanto él como su hermano debían salir de allí ya. Etsu ni había sido consciente hasta el momento de que Akane estaba allí, tuvo que buscarlo con la mirada rápidamente. Y efectivamente, allí estaba, en otra camilla. Sin embargo, el can aún no estaba consciente, estaba aún más sedado que el rastas, pues recién había salido de la cirugía.
El Inuzuka se miró de nuevo la pierna, luego miró a Akane, y por último a Ranko. Confundido, y con una mueca de dramática duda, no pudo evitar la pregunta —¿Q-qué... coño... pasa...?
«¿Qué... está pasando?»
El Inuzuka, tras reír cual poseso comenzó a sentirse un poco más centrado, pero ese mismo hecho le hacía caer sobre una vorágine de sensaciones para nada agradables. De pronto, unos flashes de cómo había terminado su combate del torneo le hizo abrir los ojos cual búho tomando café.
Un golpe de realidad servido en plato hondo, que como todos saben siempre es el mejor plato; principalmente, porque es en el que más comida entra.
Se reincorporó rápidamente, y se llevó ambas manos súbitamente hacia la pierna, tocando una estructura que reconocía pero no recordaba. Un baño de escayola cubría casi el total de su tren inferior, al menos un 40%. Un sudor frío comenzó a caerle por todos y cada uno de los poros de su piel, ahora la graciosa serpiente se había transformado en algo que realmente le costaba digerir...
—M-mier...da...
Ranko entró en el habitáculo, realmente alterada. Sin venir a cuento, gritó como nuncaantes la había escuchado, inquiriendo que tanto él como su hermano debían salir de allí ya. Etsu ni había sido consciente hasta el momento de que Akane estaba allí, tuvo que buscarlo con la mirada rápidamente. Y efectivamente, allí estaba, en otra camilla. Sin embargo, el can aún no estaba consciente, estaba aún más sedado que el rastas, pues recién había salido de la cirugía.
El Inuzuka se miró de nuevo la pierna, luego miró a Akane, y por último a Ranko. Confundido, y con una mueca de dramática duda, no pudo evitar la pregunta —¿Q-qué... coño... pasa...?
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~