27/07/2020, 13:15
(Última modificación: 27/07/2020, 13:15 por Himura Ren.)
Sentía la imperiosa necesidad de preguntar por la Arashikage; había comentado sobre el resto de líderes. En el peor de los casos, estaría muerta, o... ¿Los abandonaría a su suerte? No, ella jamás haría algo así. Pese al miedo que infundía, Oda siempre recalcaba un detalle sobre ella; que tenía un corazón casi tan grande como su propia colera, pero solo unos pocos elegidos eran merecedores de ver ese lado. Y pese a que se reconocieron de hace ya un tiempo atrás, tampoco era quién para exigirle información.
Aunque seguramente Reiji sabía más sobre Ren, que esta sobre él; gracias a Hana. La misma que en aquel mismo instante la dejo completamente en evidencia delante de todos los presentes.
— Mi familia está aquí, Ranko-chan. Justo aquí. — le removió el pelo a Ren con alegría mientras se la enseñaba a la kusajin. La morena solo intercambiaba la mirada de un lado a otro, nerviosa sin saber que hacer y ruborizada.— Vamos, Ren, seguro que hay algún lugar seguro por ahí y seguro que te están esperando.
— ¿Eh? ¿Qué? ¿Y-Yo? E-Espera — replicaba nerviosamente siendo arrastrada por una euforia que jamas había visto.
Pero por más que la veía sonreír, más se calmaba su corazón; más sentía una calidez en el pecho, y más claro sabía cual era aquel sentimiento que tenía por su hermanastra.
Aunque seguramente Reiji sabía más sobre Ren, que esta sobre él; gracias a Hana. La misma que en aquel mismo instante la dejo completamente en evidencia delante de todos los presentes.
— Mi familia está aquí, Ranko-chan. Justo aquí. — le removió el pelo a Ren con alegría mientras se la enseñaba a la kusajin. La morena solo intercambiaba la mirada de un lado a otro, nerviosa sin saber que hacer y ruborizada.— Vamos, Ren, seguro que hay algún lugar seguro por ahí y seguro que te están esperando.
— ¿Eh? ¿Qué? ¿Y-Yo? E-Espera — replicaba nerviosamente siendo arrastrada por una euforia que jamas había visto.
Pero por más que la veía sonreír, más se calmaba su corazón; más sentía una calidez en el pecho, y más claro sabía cual era aquel sentimiento que tenía por su hermanastra.