31/07/2020, 16:20
Hana no dijo nada. Ni siquiera miró a nadie. Bajó la mirada sintiendose completamente fuera de sitio. Oda-san ya había tomado control de la situación casi sin parpadear y parecía calmado y maduro. Con su edad, era normal. Pero incluso Ranko y Ren, que estaban heridas, parecían más compuestas que ella misma.
Finalmente, cuando Oda-san se fue, Hana sintió que era el momento de decir algo, de tomar la iniciativa, de ser la kunoichi fuerte y responsable que debía ser. Miró a Ranko y a Ren y abrió la boca.
— Ranko-chan, Ren-neechan, de-deberíais descansar. Estáis heridas de vuestros combates y habéis estado moviendoos de arriba para abajo sin descansar. T-tumbaos un rato... por favor. — había intentado sonar tan directa como Oda-san.
Así no les dejaría espacio de protesta, pero al final, le salió más como una súplica desesperada que como una orden firme.
Finalmente, cuando Oda-san se fue, Hana sintió que era el momento de decir algo, de tomar la iniciativa, de ser la kunoichi fuerte y responsable que debía ser. Miró a Ranko y a Ren y abrió la boca.
— Ranko-chan, Ren-neechan, de-deberíais descansar. Estáis heridas de vuestros combates y habéis estado moviendoos de arriba para abajo sin descansar. T-tumbaos un rato... por favor. — había intentado sonar tan directa como Oda-san.
Así no les dejaría espacio de protesta, pero al final, le salió más como una súplica desesperada que como una orden firme.