9/01/2016, 02:24
Luego de que le dejaran de doler los oídos, Kazuma se fijó en cómo Juro se dirigía hacia él. Aquello explicaba todo, pues tendría que haber sido él quien lanzó el ataque. Si bien resultó efectivo no dejó nada para el Ishimura, que durante un instante se preguntó qué harían con tantos cuerpos tirados por los alrededores.
«Bueno… Creo que la prioridad sería buscarle un médico a Nabi —pensó él—. Aunque solo quedamos nosotros tres, pero cuando empezamos éramos más. En realidad los otros tres no se veían muy capaces, por lo que es posible que acabaran con ellos»
Antes de poder formular algún plan, en la escena irrumpieron un par de shinobis. A simple vista se podía notar que eran de rango superior. Sin esperar nada, comenzaron a hacer preguntas, exigir respuestas y sacar conclusiones. Juro parecía bastante estresado, pues con un gran impulso de aire comenzó a narrarles una versión más u menos resumida de todo lo que había pasado.
«”Recibimos una nota, en la cual se nos citaba en el estadio de forma provocativa” —repitió mentalmente el Ishimura mientras trataba de contener una risilla—. Cielos… Eso sonó muy mal. Pareciera que nos fuéramos a reunir con una amante en el barrio rojo»
A primera vista. a Kazuma no le agradaron aquellos sujetos. Aunque con el desorden y el estruendo, era difícil que alguien no se acercara a averiguar qué sucedía. Posiblemente fuera que no se llevaba bien con la ley. Ya había tenido problemas anteriormente, con agentes del orden a los cuales les molestaba que les quitaran el trabajo con la acción de darles palizas a los maleantes.
«Demonios —chasqueo la lengua—. Naomi se va a enojar en serio si me meto en un problema de estos otra vez».
—Esto… Sé que esto se ve mal —dijo con toda la calma posible, refiriéndose al montón de cuerpos inertes—. La verdad es que no comprendo qué ha pasado, ni como llego a esto. Solo vine a buscar a mi compañero y me encontré con que lo estaban atacando, para cuando me di cuenta las cosas ya estaban así —aseguro él, tratando de parecer lo más desorientado e ignorante posible.
«Bueno… Creo que la prioridad sería buscarle un médico a Nabi —pensó él—. Aunque solo quedamos nosotros tres, pero cuando empezamos éramos más. En realidad los otros tres no se veían muy capaces, por lo que es posible que acabaran con ellos»
Antes de poder formular algún plan, en la escena irrumpieron un par de shinobis. A simple vista se podía notar que eran de rango superior. Sin esperar nada, comenzaron a hacer preguntas, exigir respuestas y sacar conclusiones. Juro parecía bastante estresado, pues con un gran impulso de aire comenzó a narrarles una versión más u menos resumida de todo lo que había pasado.
«”Recibimos una nota, en la cual se nos citaba en el estadio de forma provocativa” —repitió mentalmente el Ishimura mientras trataba de contener una risilla—. Cielos… Eso sonó muy mal. Pareciera que nos fuéramos a reunir con una amante en el barrio rojo»
A primera vista. a Kazuma no le agradaron aquellos sujetos. Aunque con el desorden y el estruendo, era difícil que alguien no se acercara a averiguar qué sucedía. Posiblemente fuera que no se llevaba bien con la ley. Ya había tenido problemas anteriormente, con agentes del orden a los cuales les molestaba que les quitaran el trabajo con la acción de darles palizas a los maleantes.
«Demonios —chasqueo la lengua—. Naomi se va a enojar en serio si me meto en un problema de estos otra vez».
—Esto… Sé que esto se ve mal —dijo con toda la calma posible, refiriéndose al montón de cuerpos inertes—. La verdad es que no comprendo qué ha pasado, ni como llego a esto. Solo vine a buscar a mi compañero y me encontré con que lo estaban atacando, para cuando me di cuenta las cosas ya estaban así —aseguro él, tratando de parecer lo más desorientado e ignorante posible.