10/01/2016, 04:02
Sintiendo que ya estaban atrapados y que pasarían el resto del día en una comisaría, Kazuma se encontraba bastante nervioso. Juro parecía estar igual, pues la cara del más viejo de sus interrogadores, era críptica y nada amable. Pero entonces, Nabi decidió incorporarse de nuevo al mundo de los vivos. Parecía que de cierta manera, el rato que estuvo tirado en el suelo le ayudó a aclarar sus ideas. Sin prisas peros sin pausas procedió a identificar a su equipo y aclarar qué era lo que había sucedido.
«¡Bien! Parece haberlos convencido» —pensó Kazuma, mientras aquellos ninjas terminaban de escuchar con atención lo dicho por el Uchiha.
El asunto se dio por zanjado, o al menos eso dio a entender aquel rubio que le hablaba. Solo les quedaba llevar a su golpeado compañero al hospital. El Ishimura decidió hacer caso, al menos parcialmente, a los consejos dados. Ciertamente no le relataría a nadie lo ocurrido, y ciertamente no se enteraría de un genin repartiendo castigos a los maleantes. Pero definitivamente encontraría a aquel gordo pervertido y le daría una buena lección, el dolor de su rostro así lo exigía.
—A sido un día interesante —dijo mientras se pasaba el brazo de Nabi por encima del hombro—. Al parecer ninguno murió, y los tres mejores de Uzushio seguimos en pie al final.
Suspiro con fuerza.
—Se convertirá en una buena anécdota, pero será difícil de explicárselo a la sensei cuando se entere, por qué saben que si se va a enterar ¿cierto?
Y con aquello terminó un día más en la aldea de la espiral, que haciendo honor a su nombre; les dio a aquellos genin un día bastante arremolinado. Aún quedaban muchas interrogantes, pero como dicen “En Uzu es imposible ver todo lo que oculta el remolino”.
«¡Bien! Parece haberlos convencido» —pensó Kazuma, mientras aquellos ninjas terminaban de escuchar con atención lo dicho por el Uchiha.
El asunto se dio por zanjado, o al menos eso dio a entender aquel rubio que le hablaba. Solo les quedaba llevar a su golpeado compañero al hospital. El Ishimura decidió hacer caso, al menos parcialmente, a los consejos dados. Ciertamente no le relataría a nadie lo ocurrido, y ciertamente no se enteraría de un genin repartiendo castigos a los maleantes. Pero definitivamente encontraría a aquel gordo pervertido y le daría una buena lección, el dolor de su rostro así lo exigía.
—A sido un día interesante —dijo mientras se pasaba el brazo de Nabi por encima del hombro—. Al parecer ninguno murió, y los tres mejores de Uzushio seguimos en pie al final.
Suspiro con fuerza.
—Se convertirá en una buena anécdota, pero será difícil de explicárselo a la sensei cuando se entere, por qué saben que si se va a enterar ¿cierto?
Y con aquello terminó un día más en la aldea de la espiral, que haciendo honor a su nombre; les dio a aquellos genin un día bastante arremolinado. Aún quedaban muchas interrogantes, pero como dicen “En Uzu es imposible ver todo lo que oculta el remolino”.