16/11/2020, 00:06
¿El hijo de Rasen apoyaba a Zoku? El mero hecho de escuchar aquel nombre le ensombreció el rostro, como aquella época en la que no pegaba ojo por culpa de las pesadillas de Shukaku. Aquel hombre, aún muerto, evocaba en su mente demasiados recuerdos poco agradables. Demasiado fallos. Demasiadas meteduras de pata.
Todavía recordaba el momento de su sublevación contra el Uzumaki. El segundo en que había decidido plantarle cara. No había sido por la villa, ni por su deber. Oh, no. Había sido porque Zoku le había tratado como a una mera herramienta. Como a un jodido esclavo. Había visto en lo que se iba a convertir su vida, y eso le hizo despertar. Y el hecho de que aquello representase la gota que había colmado su vaso le avergonzaba terriblemente. ¡Incluso Akame había tenido una razón más honorable!
Sacudió la cabeza, tratando de atender a Hanabi. Ya se había flagelado lo suficiente en el pasado, y, si de algo estaba seguro, es que al fin se había encauzado en el camino correcto desde que empezó a confiar en Hanabi. Desde que empezó a serle verdaderamente leal. Desde que se convirtió en su ninja.
No iba a dejar de serlo ahora. Ni siquiera por su Daimyō.
«Hay algo que no nos estás contando», intuyó Datsue, cuando ambos intercambiaron miradas. Le conocía. Se conocían ya demasiado bien. Pero, ¿el qué?
—¿Sacamos las bebidas, nos olvidamos de esto y disfrutamos de esta agradable velada? —finalizó Hanabi, dándose la vuelta y cambiando de tema.
Datsue se quedó callado, pensativo. En lo que acababa de escuchar. En lo que acababa de ver. Quizá la bebida llenase las copas de vidrio. Quizá se tomase un par, y el alcohol aflojase de sus labios un par de chistes sobre kusareños para diversión de sus invitados. Pero él ya no fue capaz de disfrutar de la velada. No del todo. Tenía un mal presentimiento…
… y ya no podría quitárselo de la cabeza.
Todavía recordaba el momento de su sublevación contra el Uzumaki. El segundo en que había decidido plantarle cara. No había sido por la villa, ni por su deber. Oh, no. Había sido porque Zoku le había tratado como a una mera herramienta. Como a un jodido esclavo. Había visto en lo que se iba a convertir su vida, y eso le hizo despertar. Y el hecho de que aquello representase la gota que había colmado su vaso le avergonzaba terriblemente. ¡Incluso Akame había tenido una razón más honorable!
Sacudió la cabeza, tratando de atender a Hanabi. Ya se había flagelado lo suficiente en el pasado, y, si de algo estaba seguro, es que al fin se había encauzado en el camino correcto desde que empezó a confiar en Hanabi. Desde que empezó a serle verdaderamente leal. Desde que se convirtió en su ninja.
No iba a dejar de serlo ahora. Ni siquiera por su Daimyō.
«Hay algo que no nos estás contando», intuyó Datsue, cuando ambos intercambiaron miradas. Le conocía. Se conocían ya demasiado bien. Pero, ¿el qué?
—¿Sacamos las bebidas, nos olvidamos de esto y disfrutamos de esta agradable velada? —finalizó Hanabi, dándose la vuelta y cambiando de tema.
Datsue se quedó callado, pensativo. En lo que acababa de escuchar. En lo que acababa de ver. Quizá la bebida llenase las copas de vidrio. Quizá se tomase un par, y el alcohol aflojase de sus labios un par de chistes sobre kusareños para diversión de sus invitados. Pero él ya no fue capaz de disfrutar de la velada. No del todo. Tenía un mal presentimiento…
… y ya no podría quitárselo de la cabeza.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado