9/01/2021, 19:52
La verdad es que el viaje se hizo... Más corto de lo esperado. Es verdad que el hierro estaba a bastantes mas mares de distancia y el viaje había sido cuanto menos, ajetreado, pero aún así había sido MUY LARGO. O tal vez era solo una sensación por que no había pasado nada durante todo el trayecto. O la dura realidad: El pirata que había en mi habia vuelto a salir a la superficie, y quería aferrarse al timón del barco, navegar y cantar canciones pirata.
—El peor Pirata de Oonindo siempre esta preparado.
Contesté cuando Hanabi preguntó. Había preparado mis armas y todas las que me habían dejado los demas, y se las había devuelto poco antes de parar en el puerto. Así que, listos y preparados, caminamos hasta el edificio del señor feudal. Un sitio bastante grande, y eso que la casa de mis padres era enorme, y con unas paredes enormes. Y por los dos tipos que había en la entrada, bastante protegido. Normal, claro, hablábamos del mandamás del país, alguien incluso por encima del propio Uzukage.
Dentro, un señor grandote, aunque no tanto como Katsudon, y con bigote, se quejo de que nos esperaba más tarde, y Hanabi se giró para guiñarme un ojo. Estaba claro que, aunque Yuuna y Katsudon pensaban que era una locura, al final, adoptar el barco, había sido para bien.
Y enseguida, el caos. Al parecer querían hacer esperar a Hanabi hasta el día siguiente, y claro, Hanabi no estaba para tonterías. Yo ya había sentido eso dos veces. En el estadio, cuando se enfrentaba a los de Dragón Rojo, y en el puerto, cuando adoptamos al Bijuu como Shinobi de Uzushio. Aquello fue como un terremoto, las paredes temblaron, las bombillas de las lamparas del techo crujieron, como si fueran a romperse, e incluso cayeron al suelo los papeles del recepcionista, quien en un alarde de agilidad, salto, aunque bastante torpemente, a recuperarlos enseguida.
Con aquello Hanabi consiguió que, lo que iba a ser un día de espera, fuesen minutos de espera. Buen comienzo. Seguimos al gordinflón por un pasillo a la izquierda mientras Hanabi volvía a decir que la idea de ir en barco habia sido buena. Ojala tener a Katsudon y Yuuna para decirles "Os lo dije, era buena idea quedarme el barco" y cantarles una nueva version de la canción que terminase así: "El barco me quedé y una idea fascinante fue. Yojo yojo el peor pirata soy"
—El peor Pirata de Oonindo siempre esta preparado.
Contesté cuando Hanabi preguntó. Había preparado mis armas y todas las que me habían dejado los demas, y se las había devuelto poco antes de parar en el puerto. Así que, listos y preparados, caminamos hasta el edificio del señor feudal. Un sitio bastante grande, y eso que la casa de mis padres era enorme, y con unas paredes enormes. Y por los dos tipos que había en la entrada, bastante protegido. Normal, claro, hablábamos del mandamás del país, alguien incluso por encima del propio Uzukage.
Dentro, un señor grandote, aunque no tanto como Katsudon, y con bigote, se quejo de que nos esperaba más tarde, y Hanabi se giró para guiñarme un ojo. Estaba claro que, aunque Yuuna y Katsudon pensaban que era una locura, al final, adoptar el barco, había sido para bien.
Y enseguida, el caos. Al parecer querían hacer esperar a Hanabi hasta el día siguiente, y claro, Hanabi no estaba para tonterías. Yo ya había sentido eso dos veces. En el estadio, cuando se enfrentaba a los de Dragón Rojo, y en el puerto, cuando adoptamos al Bijuu como Shinobi de Uzushio. Aquello fue como un terremoto, las paredes temblaron, las bombillas de las lamparas del techo crujieron, como si fueran a romperse, e incluso cayeron al suelo los papeles del recepcionista, quien en un alarde de agilidad, salto, aunque bastante torpemente, a recuperarlos enseguida.
Con aquello Hanabi consiguió que, lo que iba a ser un día de espera, fuesen minutos de espera. Buen comienzo. Seguimos al gordinflón por un pasillo a la izquierda mientras Hanabi volvía a decir que la idea de ir en barco habia sido buena. Ojala tener a Katsudon y Yuuna para decirles "Os lo dije, era buena idea quedarme el barco" y cantarles una nueva version de la canción que terminase así: "El barco me quedé y una idea fascinante fue. Yojo yojo el peor pirata soy"
