4/02/2021, 02:26
Katsudon les explicó las razones por las cuales estaban a punto de tomar la capital del país. «Da igual que sea el Viento, el Remolino, o cualquier otro; al final los daimyōs hacen y deshacen según sus intereses personales.» Al menos sabía que si el golpe de Estado salía mal y esto desembocaba en un conflicto él estaba en el lado correcto de la historia luchando por una causa justa.
En aquel instante desde el palacio de la capital salió hacia los cielos un haz ígneo y el comandante salió disparado, atropellando casi al marionetista.
—¡¡Todo el mundo, Hanabi ha dado la señal, vamos, VAMOS, VAMOS!! ¡Ordenad a los civiles que vuelvan a sus casas y no matéis ni hagáis excesivo daño a ninguna de las fuerzas del Señor Feudal! ¡Nuestro objetivo es tomar la ciudad y llevarle los documentos pertinentes a Hanabi! ¡Hasta que no él no dé más órdenes, basta con asegurar un toque de queda marcial!
Takumi se levantó en el acto que mandaron movilizarse y, a falta de una orden directa de un superior, se mantendría cerca del Akimichi esperando para marchar hacia la capital a su orden.
En aquel instante desde el palacio de la capital salió hacia los cielos un haz ígneo y el comandante salió disparado, atropellando casi al marionetista.
—¡¡Todo el mundo, Hanabi ha dado la señal, vamos, VAMOS, VAMOS!! ¡Ordenad a los civiles que vuelvan a sus casas y no matéis ni hagáis excesivo daño a ninguna de las fuerzas del Señor Feudal! ¡Nuestro objetivo es tomar la ciudad y llevarle los documentos pertinentes a Hanabi! ¡Hasta que no él no dé más órdenes, basta con asegurar un toque de queda marcial!
Takumi se levantó en el acto que mandaron movilizarse y, a falta de una orden directa de un superior, se mantendría cerca del Akimichi esperando para marchar hacia la capital a su orden.