9/03/2021, 19:58
Su marcha a penas fue interrumpida. Varias personas parecieron diferir ante el asunto, pero pronto se vieron con la boca cerrada al encontrarse con el Uzukage y su comitiva. Eri lo prefería así, sin derramamientos de sangre innecesarios.
De pronto, Hanabi paró, haciendo que la cola de personas a su espalda cesasen su andar para escuchar como, a lo lejos, se escuchaban gritos, seguidos de algo que se acercaba y que, pronto, pareció verse cerca de allí.
Lo suficientemente cerca como...
—¡AAAAAAAAAAAAH! —chilló Eri, intentándose apartar del inminente destrozo de pared que logró ver quién se encontraba detrás de eso.
Allí se encontraba, ni más ni menos que Akimichi Katsudon. Éste pareció cambiar su rostro malhumorado por uno de pura felicidad al ver a Hanabi santo y salvo junto con su séquito detrás, a quienes apresó con un abrazo que les dejó seguramente sin aliento.
Al menos a ella.
—Me... a...hogo.... —alcanzó a decir antes de que Hanabi pidiera que les soltasen como buenamente pudo.
—Don... La megafonía. Busquemos la sala de comunicaciones.
Eri comprendió de inmediato qué quería hacer Hanabi allí, pero pronto se volvió a asustar por la reacción de Katsudon sobre el shinobi que los acompañaba. ¡Ese hombre era demasiado entusiasta!
Ahora tendrían que llegar hasta la sala de comunicaciones.
De pronto, Hanabi paró, haciendo que la cola de personas a su espalda cesasen su andar para escuchar como, a lo lejos, se escuchaban gritos, seguidos de algo que se acercaba y que, pronto, pareció verse cerca de allí.
Lo suficientemente cerca como...
—¡AAAAAAAAAAAAH! —chilló Eri, intentándose apartar del inminente destrozo de pared que logró ver quién se encontraba detrás de eso.
Allí se encontraba, ni más ni menos que Akimichi Katsudon. Éste pareció cambiar su rostro malhumorado por uno de pura felicidad al ver a Hanabi santo y salvo junto con su séquito detrás, a quienes apresó con un abrazo que les dejó seguramente sin aliento.
Al menos a ella.
—Me... a...hogo.... —alcanzó a decir antes de que Hanabi pidiera que les soltasen como buenamente pudo.
—Don... La megafonía. Busquemos la sala de comunicaciones.
Eri comprendió de inmediato qué quería hacer Hanabi allí, pero pronto se volvió a asustar por la reacción de Katsudon sobre el shinobi que los acompañaba. ¡Ese hombre era demasiado entusiasta!
Ahora tendrían que llegar hasta la sala de comunicaciones.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)