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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#47
¿Ranko? ¿La de la final de los débiles? ¿Me estás diciendo que una puta kusareña tuvo más ovarios que tú? ¿Que plantó cara a aquel bicharraco mientras una uzujin se cagaba encima? ¡JAAAAÁ! Pero, ¡qué deshonra! ¡Deberíamos quitarle la bandana, Datsue!

¡Shukaku!

¡Y darle mil latigazos como escarmiento! ¡Hay que dar ejemplo!

¡Shukaku, basta!

¿Acaso vas a permitir la cobardía en tu villa? ¡Huía mientras tu Kage perdía un brazo!


Finalmente, alguien le decía a Hana lo que ella misma pensó en su momento y aún le venía a la mente de vez en cuando. Que no era digna de la bandana. No respondió al momento, con delicadeza se llevó la mano a la parte de atrás de la cabeza y deshizo el nudo de la bandana. La cogió con ambas manos y la miró un segundo, aún con los ojos vidriosos pero sin derramar una sola gota.

No, Datsue. Ichibi-san tiene razón. — por algún motivo, a ella le parecía más respetuoso llamarle Ichibi que Shukaku, ya que era como un titulo. — Yo... no soy fuerte como tú, no soy valiente como Ranko, no soy inteligente como Eri... Realmente estos meses, pensaba que no tenía sentido alguno intentarlo, ¿sabes?

Hizo una breve pausa, dejando la bandana finalmente encima del escritorio.

Si quieres quitarme la bandana, estás en tu derecho y me parece apropiado. Pero volveré a la academia y volveré a conseguirla. Porque sí, Ryu me da miedo, Kurama me da miedo y no sé cómo reaccionaría si volviese a tener que enfrentarme a ellos. Sin embargo, cuando fui a tu discurso y dijiste que Yui había muerto, me di cuenta de lo que de verdad da miedo.

Tragó saliva, no queriendo dejarse llevar demasiado por el momento.

Me da miedo que algún día seais solo nombres que alguien anuncia. Que un dia me entere de que Ranko, Ren o tú habéis muerto en una guerra en la que yo decidí no involucrarme. Las pesadillas sobre enfrentarme a Ryu eran manejables, éstas me hicieron vomitar y llorar toda una noche. Aunque no tenga una bandana, iré a luchar contra quien tenga que luchar porque no seais solo nombres. Para que seais kages, padres y abuelos. Porque lo único que quiero es que todos vuelvan vivos a casa.

En algún momento, que no sabría precisar, había levantado la mirada a la de Datsue, frunciendo el ceño con determinación y alzando levemente la voz. Todo eso se vino abajo en cuando se percató de que lo estaba haciendo.

Lo-lo siento, me he dejado llevar. — ahora podía ser buenamente una simple civil, todo ese rollo estaba fuera de lugar.


Avatar obra de Sagiso Ranko


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Mensajes en este tema
RE: El escudo, las espadas y los cerezos silvestres - por Himura Hana - 25/03/2022, 13:42


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