26/03/2022, 05:20
—Shukaku-sama suena mejor. O el Gran Shukaku, Dios del Fūinjutsu y Padre del Desierto. ¡Que no se repita!
— C-Claro, Shukaku-sama.
Al parecer, estaba funcionando para que se calmase, así que Hana le seguiría el rollo. Cualquier cosa porque el Shukaku no decidiese explotarlo todo. Entonces apareció Datsue y ella decidió simplemente dejar que hablasen los mayores, limpiandose la sangre con la manga.
—¡No te preocupes! ¡Hana se encargará de arreglar los… pequeños desperfectos! ¿Verdad que sí, Hana? Ahora mismo le digo a la encargada que te encomiende la misión.
— Sí, claro. No hay problema, Shukaku-sama. — contestó de inmediato en cuanto le preguntó.
Esperó a que le diesen el pergamino y los materiales para empezar a arreglar el puente de inmediato. Poco a poco, mientras arreglaba el lugar, le calaba lo que acababa de pasar. Realmente los bijuus daban miedo, esa imprevisibilidad no le gustaba nada. De vez en cuando se le escapaba una mirada al interior del edificio con la sensación de que aún estaría el Shukaku vigilandola o a punto de explotarla.
Cuando el puente estuviese como nuevo, se marcharía del lugar, con un recordatorio en la espalda del temperamento de los bijuus.
— C-Claro, Shukaku-sama.
Al parecer, estaba funcionando para que se calmase, así que Hana le seguiría el rollo. Cualquier cosa porque el Shukaku no decidiese explotarlo todo. Entonces apareció Datsue y ella decidió simplemente dejar que hablasen los mayores, limpiandose la sangre con la manga.
—¡No te preocupes! ¡Hana se encargará de arreglar los… pequeños desperfectos! ¿Verdad que sí, Hana? Ahora mismo le digo a la encargada que te encomiende la misión.
— Sí, claro. No hay problema, Shukaku-sama. — contestó de inmediato en cuanto le preguntó.
Esperó a que le diesen el pergamino y los materiales para empezar a arreglar el puente de inmediato. Poco a poco, mientras arreglaba el lugar, le calaba lo que acababa de pasar. Realmente los bijuus daban miedo, esa imprevisibilidad no le gustaba nada. De vez en cuando se le escapaba una mirada al interior del edificio con la sensación de que aún estaría el Shukaku vigilandola o a punto de explotarla.
Cuando el puente estuviese como nuevo, se marcharía del lugar, con un recordatorio en la espalda del temperamento de los bijuus.