11/04/2022, 18:25
—Jo~ Espero que el enemigo no me considere una presa demasiado fácil.
Nao carcajeó ante la situación. No sólo Ranko pensaba que él se quería quedar a la defensiva, sino que Lyndis se ofreció a cuidarlo como si fuera un princeso, pero por mucho orgullo que tuviera, debía admitir que si el lucía como el damo en aprietos era por ser demasiado flacucho. La futilidad de la situación se la hizo graciosa cuando su líder preguntó por número de enemigos. ¿Estaba nervioso? Sí. ¿Estaba emocionado? También. Dos sentimientos muy contradictorios en una misma persona. Pero si Ranko solicitó una respuesta, era el deber del joven la de responderle.
—El millar de fanáticos que viene ahí mismo para cortarnos la garganta — Bromeó jocoso.
Se llevó de nuevo el pincel a la boca; no había nada más que decir, puesto de que inmediato los tambores anunciaron el inicio de la contienda. Aunque tuvieran una ventaja numérica, eso podía significar poco o nada. Las propias leyendas ninjas hablaban de las hazañas de un sólo shinobi capaz de eliminar a cien de un sólo puñetazo, por lo que no podía evitar verse así mismo como una gota de agua en un océano. Pero no por ello iba a mermarse su voluntad. «Cada pieza del rompecabezas es necesaria e irremplazable.» Se convenció a si mismo mientras la carga comenzaba.
Al parecer, para su buena suerte muchos parecían estar intimidados de él a primera instancia. Pero para su mala suerte esto hizo que intentaran ir a por un eslabón más clave como lo era Sakumi. Se maldijo por permitir siquiera que se acercara a la médica, pero por otro lado tenerla cerca la hizo tenerla a tiro y vulnerable. «¿Temen al León? Sería mejor que temiesen al creador de la bestia.» Saltó de inmediato para desmontar al felino y dejó que el animal se abalanzara contra la invasora, siendo que aprovecharía esos instantes para sacar un pergamino, sujetándolo con la mano izquierda y un kunai de su portaobjetos con la mano derecha, el cual lanzaría a la garganta de la castaña que servía a Kurama luego de que el animal se disipase en tinta, deseando eliminarla inmediatamente.
—DESAPARECE — Diría con un tono ominoso y amenazante, con la mirada afilada.
Ciertamente quería lucir más peligroso de lo que realmente era para poder mantener a raya a cualquiera que intentase ir por la kunoichi médica, además de minimizar el gasto de chakra. En papel sonaba bien, ¿funcionaría?
- PV:–
- CK:–
- Daños: 60 PV León de tinta — Kunai 8 PV/corte superficial, 12 PV/corte, 18 PV/penetración
- AO: -
Nao carcajeó ante la situación. No sólo Ranko pensaba que él se quería quedar a la defensiva, sino que Lyndis se ofreció a cuidarlo como si fuera un princeso, pero por mucho orgullo que tuviera, debía admitir que si el lucía como el damo en aprietos era por ser demasiado flacucho. La futilidad de la situación se la hizo graciosa cuando su líder preguntó por número de enemigos. ¿Estaba nervioso? Sí. ¿Estaba emocionado? También. Dos sentimientos muy contradictorios en una misma persona. Pero si Ranko solicitó una respuesta, era el deber del joven la de responderle.
—El millar de fanáticos que viene ahí mismo para cortarnos la garganta — Bromeó jocoso.
Se llevó de nuevo el pincel a la boca; no había nada más que decir, puesto de que inmediato los tambores anunciaron el inicio de la contienda. Aunque tuvieran una ventaja numérica, eso podía significar poco o nada. Las propias leyendas ninjas hablaban de las hazañas de un sólo shinobi capaz de eliminar a cien de un sólo puñetazo, por lo que no podía evitar verse así mismo como una gota de agua en un océano. Pero no por ello iba a mermarse su voluntad. «Cada pieza del rompecabezas es necesaria e irremplazable.» Se convenció a si mismo mientras la carga comenzaba.
Al parecer, para su buena suerte muchos parecían estar intimidados de él a primera instancia. Pero para su mala suerte esto hizo que intentaran ir a por un eslabón más clave como lo era Sakumi. Se maldijo por permitir siquiera que se acercara a la médica, pero por otro lado tenerla cerca la hizo tenerla a tiro y vulnerable. «¿Temen al León? Sería mejor que temiesen al creador de la bestia.» Saltó de inmediato para desmontar al felino y dejó que el animal se abalanzara contra la invasora, siendo que aprovecharía esos instantes para sacar un pergamino, sujetándolo con la mano izquierda y un kunai de su portaobjetos con la mano derecha, el cual lanzaría a la garganta de la castaña que servía a Kurama luego de que el animal se disipase en tinta, deseando eliminarla inmediatamente.
—DESAPARECE — Diría con un tono ominoso y amenazante, con la mirada afilada.
Ciertamente quería lucir más peligroso de lo que realmente era para poder mantener a raya a cualquiera que intentase ir por la kunoichi médica, además de minimizar el gasto de chakra. En papel sonaba bien, ¿funcionaría?
Estado de Nao
- PV:
190/190
- CK:
169/200
+5
–- Daños: 60 PV León de tinta — Kunai 8 PV/corte superficial, 12 PV/corte, 18 PV/penetración
- AO: -