14/04/2022, 19:05
(Última modificación: 14/04/2022, 19:06 por Zhaoren Lyndis. Editado 1 vez en total.)
—Esto... ¡Esto todavía no ha acabado!
— ¡Por lo que a mi respecta, sí!
Y acto seguido, dio una vuelta sobre si misma, propinadle una patada baja giratoria que lo desestabilizaría, para soltarle otro puñetazo en el mismo sitio que la pierna había conectado con su estómago anteriormente. Si no tenía más respuesta por parte de aquel ninja, empezaría a buscar con la mirada al próximo objetivo sobre el que saltar. Pese a que sus golpes habían sido fuertes, seguramente ninguno de ellos buscaba la letalidad.
Lyndis disfrutaba del frenesí, del combate y de la emoción de la batalla. Y el campo de una guerra era el lugar perfecto ello. Mucha gente estaba combatiendo por ideales, por los deseos y por establecer una paz y orden. Pero Lyndis luchaba por la propia guerra. Por la batalla. Podía entrenar por años con centenares de adiestramientos distintos, pero si algo le permitiría dar pasos agigantados en su objetivo, era esa guerra.
Solo así podría aspirar a la grandeza de Kenzou, solo así podría aspirar a convertirse en una Diosa. Aunque aquello le acabara forjando un funesto apodo.
— ¡Por lo que a mi respecta, sí!
Y acto seguido, dio una vuelta sobre si misma, propinadle una patada baja giratoria que lo desestabilizaría, para soltarle otro puñetazo en el mismo sitio que la pierna había conectado con su estómago anteriormente. Si no tenía más respuesta por parte de aquel ninja, empezaría a buscar con la mirada al próximo objetivo sobre el que saltar. Pese a que sus golpes habían sido fuertes, seguramente ninguno de ellos buscaba la letalidad.
Lyndis disfrutaba del frenesí, del combate y de la emoción de la batalla. Y el campo de una guerra era el lugar perfecto ello. Mucha gente estaba combatiendo por ideales, por los deseos y por establecer una paz y orden. Pero Lyndis luchaba por la propia guerra. Por la batalla. Podía entrenar por años con centenares de adiestramientos distintos, pero si algo le permitiría dar pasos agigantados en su objetivo, era esa guerra.
Solo así podría aspirar a la grandeza de Kenzou, solo así podría aspirar a convertirse en una Diosa. Aunque aquello le acabara forjando un funesto apodo.
¡Gracias a Ranko por el avatar!