17/04/2022, 19:51
(Última modificación: 17/04/2022, 20:07 por Akamatsu Nao. Editado 1 vez en total.
Razón: Puse mal un objeto, la píldora. Editado el nombre en el inventario.
)
Tras apoderarse del loot de su víctima y recuperar su kunai, pensó que quizá perdió valiosos segundos con ello y pudo haber ayudado en las rencillas a su alrededor. Pero un shinobi no se lamenta por sus errores, sino que los arregla. Su mente procesó todo en milésimas de segundo; Ranko lanzó una advertencia pero al castaño no podía importarle menos siendo que la kunoichi que corrió hacia él era la menor de sus preocupaciones. «¡No me miren a mi maldita sea!» Escupió su pincel, tomándolo en vuelo con la diestra, dibujando de inmediato en el pergamino que había dejado cerca de su pie en el suelo, sosteniendo la respiración mientras tiraba al suelo la bomba de humo recién robada del cadáver, esperando desconcertar a su atacante e interrumpir su carga.
«Debo creer.»
Si salía según lo planeado, desde el humo, un enorme ave saldría volando hacia arriba, esperando así quedar fuera de la línea de de ataque frontal de la chica del copo de nieve en caso de que ella lanzase un ataque hasta su posición. La flanquearía volando por encima, ignorándola por completo. El campo era un caos mucho más desconcertante del que esperaba. Mientras siguieran tan dispersos, aquello les iba a costar más vidas y sangre. Con toda todo el aire que tenía, con toda la fuerza de sus cuerdas vitales, gritó.
—¡ATAQUE INMINENTE DESDE EL AIRE! ¡DISPÉRSENSE O INTERCEPTEN DE INMEDIATO!— Aquello no sonaba a petición, sino a orden.
Él no tenía ninguna autoridad, pero aún así tomó la decisión de hacerse escuchar con todo el ímpetu que tenía. «Por favor...» Rogaba, que escucharan su voz. No podía hacer más que cuidar de su propia seguridad y eso le frustraba, no podía ponerlos a todos a salvo, incluso forzando su cuerpo a extraer más chakra del que podía soportar, no podía. Siempre creyó que todos tenían un lugar, algo que aportar con lo que pudieran hacer. Siempre creyó que podía apoyar aunque no fuera un ninja poderoso. Pero en ese momento, se culpó por su impotencia. No deseaba que lo vieran como alguien a quién necesitaban cuidar, siendo que ellos eran los que más necesitaban resguardarse ahora mismo. Temía especialmente por Sakumi, la chica a quién él se había ofrecido a proteger. ¿Podría ella reaccionar?
Sólo podía creer y tener fe en que escucharan su voz; siendo que con suerte esto también hiciera a los enemigos replegarse. Ellos también estaban en la línea de impacto y también tendrían heridos. Si no intentaban ayudar a sus camaradas, al menos tendrían la pizca de sentido común de esquivarlo o detenerlo ellos mismos. Por mucho que ellos sirviesen a Kurama, los seguía viendo como iguales a ellos, como seres que sienten miedo y pasión.
«Debo creer, que ellos son tan humanos como nosotros.»
Pero el joven de la lluvia no iba a dejar todo a manos de la suerte. Mientras el hablaba, en la nube de humo que había dejado atrás un pequeño gato de dos colas se había escabullido, dirigiéndose a la kunoichi que previamente había intentado acercarse. El felino no le haría ningún daño, simplemente, le acariciaría pegándose a ella y desaparecería si esta no se daba cuenta de su presencia.
Debía estar atento a su alrededor. Aunque los peleadores a su alrededor teóricamente eran los que luchaban a melé, ahí arriba era un jugoso blanco también. Aún esquivando la gran roca, nada le garantizaba que más proyectiles vinieran pronto.
- PV:–
- CK:–
AGOTAMIENTO
- Daños: -
- AO: 1
«Debo creer.»
Si salía según lo planeado, desde el humo, un enorme ave saldría volando hacia arriba, esperando así quedar fuera de la línea de de ataque frontal de la chica del copo de nieve en caso de que ella lanzase un ataque hasta su posición. La flanquearía volando por encima, ignorándola por completo. El campo era un caos mucho más desconcertante del que esperaba. Mientras siguieran tan dispersos, aquello les iba a costar más vidas y sangre. Con toda todo el aire que tenía, con toda la fuerza de sus cuerdas vitales, gritó.
—¡ATAQUE INMINENTE DESDE EL AIRE! ¡DISPÉRSENSE O INTERCEPTEN DE INMEDIATO!— Aquello no sonaba a petición, sino a orden.
Él no tenía ninguna autoridad, pero aún así tomó la decisión de hacerse escuchar con todo el ímpetu que tenía. «Por favor...» Rogaba, que escucharan su voz. No podía hacer más que cuidar de su propia seguridad y eso le frustraba, no podía ponerlos a todos a salvo, incluso forzando su cuerpo a extraer más chakra del que podía soportar, no podía. Siempre creyó que todos tenían un lugar, algo que aportar con lo que pudieran hacer. Siempre creyó que podía apoyar aunque no fuera un ninja poderoso. Pero en ese momento, se culpó por su impotencia. No deseaba que lo vieran como alguien a quién necesitaban cuidar, siendo que ellos eran los que más necesitaban resguardarse ahora mismo. Temía especialmente por Sakumi, la chica a quién él se había ofrecido a proteger. ¿Podría ella reaccionar?
Sólo podía creer y tener fe en que escucharan su voz; siendo que con suerte esto también hiciera a los enemigos replegarse. Ellos también estaban en la línea de impacto y también tendrían heridos. Si no intentaban ayudar a sus camaradas, al menos tendrían la pizca de sentido común de esquivarlo o detenerlo ellos mismos. Por mucho que ellos sirviesen a Kurama, los seguía viendo como iguales a ellos, como seres que sienten miedo y pasión.
«Debo creer, que ellos son tan humanos como nosotros.»
Pero el joven de la lluvia no iba a dejar todo a manos de la suerte. Mientras el hablaba, en la nube de humo que había dejado atrás un pequeño gato de dos colas se había escabullido, dirigiéndose a la kunoichi que previamente había intentado acercarse. El felino no le haría ningún daño, simplemente, le acariciaría pegándose a ella y desaparecería si esta no se daba cuenta de su presencia.
Debía estar atento a su alrededor. Aunque los peleadores a su alrededor teóricamente eran los que luchaban a melé, ahí arriba era un jugoso blanco también. Aún esquivando la gran roca, nada le garantizaba que más proyectiles vinieran pronto.
Estado de Nao
- PV:
190/190
- CK:
118/200
-36
– -25
– -?
–AGOTAMIENTO
- Daños: -
- AO: 1