18/04/2022, 03:15
Nao se vio agradecido de que Lyndis pudiese destruir la piedra, pero también sabía que ahora ella estaba expuesta y, a diferencia de él, no tenía un maravilloso pájaro de tinta para montar y moverse por el aire. «Necesitamos una pequeña pausa.» No podía usar chakra, pero eso no significaba que no tuviera opciones para al menos darle una ventana de oportunidad a su compañera, siendo que la kunoichi del copo de nieve bajo él ahora si era la peor amenaza.
Tomó un kunai con una mano y su bomba de sonido con la otra, lanzándolos hacia abajo en una trayectoria cruzada para intersecarse a medio vuelo mientras el se llevaba las manos a las orejas antes de que chocasen. Su plan era hacer estallar la bomba para interrumpir cualquier acción de los que estuvieran debajo de él, ya sea amigos o enemigos, pues salvo por él mismo, no podía comunicar su plan en tan escasos segundos. Sin embargo, esperaba que esos momentos pudiesen servir para poder reacomodarse y reagruparse.
Debía confiar en sus compañeras. Aunque él no fuese designado ahí directamente para pelear sino para informar, una sensación horrible en su pecho le invadía diciéndole que tenía recursos para ayudar a sus camaradas y no lo estaba haciendo. Esperaba estar tomando la decisión correcta y no arrepentirse, realmente deseaba confiar en la fuerza de Ranko, Lyndis y Sakumi.
Sin más, volaría entonces a la zona donde la división de largo alcance concentró sus esfuerzos. «Los atacantes de corto alcance se han mezclado también con los de alcance medio, lo cuál nos ha acorralado. Además, tengo un pésimo presentimiento.» Se diría mientras volaba, pues no era normal que estuvieran teniendo esas dificultades y nadie parecía estar informando de lo que estaba sucediendo.«Sagisō-san, Zhaoren-san, Kobayashi-san, ¡resistan! Por favor, por favor...» Afiló su mirada.
Que pudiera montar en un águila no significaba que tuviera la vista de una, pero eso no le impediría cumplir con su cometido. Si algo más grande estaba en camino, debía alertar a todos.
- PV:–
- CK:–
Aunque el kunai no ha sido lanzado a un enemigo, lo considero acción ofensiva indirecta. Regenero acorde a eso.
AGOTAMIENTO
- Daños:
- AO: 1
Tomó un kunai con una mano y su bomba de sonido con la otra, lanzándolos hacia abajo en una trayectoria cruzada para intersecarse a medio vuelo mientras el se llevaba las manos a las orejas antes de que chocasen. Su plan era hacer estallar la bomba para interrumpir cualquier acción de los que estuvieran debajo de él, ya sea amigos o enemigos, pues salvo por él mismo, no podía comunicar su plan en tan escasos segundos. Sin embargo, esperaba que esos momentos pudiesen servir para poder reacomodarse y reagruparse.
Debía confiar en sus compañeras. Aunque él no fuese designado ahí directamente para pelear sino para informar, una sensación horrible en su pecho le invadía diciéndole que tenía recursos para ayudar a sus camaradas y no lo estaba haciendo. Esperaba estar tomando la decisión correcta y no arrepentirse, realmente deseaba confiar en la fuerza de Ranko, Lyndis y Sakumi.
Sin más, volaría entonces a la zona donde la división de largo alcance concentró sus esfuerzos. «Los atacantes de corto alcance se han mezclado también con los de alcance medio, lo cuál nos ha acorralado. Además, tengo un pésimo presentimiento.» Se diría mientras volaba, pues no era normal que estuvieran teniendo esas dificultades y nadie parecía estar informando de lo que estaba sucediendo.«Sagisō-san, Zhaoren-san, Kobayashi-san, ¡resistan! Por favor, por favor...» Afiló su mirada.
Que pudiera montar en un águila no significaba que tuviera la vista de una, pero eso no le impediría cumplir con su cometido. Si algo más grande estaba en camino, debía alertar a todos.
Estado de Nao
- PV:
190/190
- CK:
128/200
+10
– Aunque el kunai no ha sido lanzado a un enemigo, lo considero acción ofensiva indirecta. Regenero acorde a eso.
AGOTAMIENTO
- Daños:
- AO: 1