19/04/2022, 18:09
(Última modificación: 19/04/2022, 18:13 por Akamatsu Nao. Editado 1 vez en total.)
Los ojos del genin estaban bien abiertos, siendo que tuvo la suerte, de observar todo en primera fila. Observó a la abominación de nieve, pero aquello no le causaba temor. No. A quién debía temer era a la persona que era capaz de crear a ese monstruo.
«Sólo dos siluetas, irrumpieron entre miles de shinobi. Dos servidores de un demonio.» Las órdenes llegaron de inmediato, y él, sintiéndose algo más recuperado, voló raudo y con cuidado hasta la zona donde estaban sus compañeras, que por ahora parecía estar más despejada. «El hielo mortal abrazó a todos, quitándoles el aliento. Un hombre de nieve, quería jugar con todos ellos...» Pensaba en como plasmar aquello en un emaki.
Siempre pensó en vivir historias, en ver cosas fantásticas, pero no sabía si le agradaba la que él estaba viendo. Recordó entonces una de las últimas pláticas con su abuelo.
Nao haría volar al ave extremadamente bajo, acercándose a Ranko mientras sacaba algo de su portaobjetos.
—Sagisō-san, extienda su mano por favor, usted lo necesita — Le diría justo para lanzarse la píldora estimuladora de sangre. —Además, tenemos nuevas órdenes de la General Sarutobi— Le indicaría a su líder y a la médica.
Avanzaría hasta la kunoichi misteriosa; parecía que había logrado detenerla antes de que Lyndis sufriera más daños. Alzó una ceja. «¿Convertirse en agua, huh?» Le parecía ahora mismo una gelatina, pero no tenía tiempo para repensar demasiado en ello. Había tenido una contingencia planeada, pero ahora ya no sería necesaria. Quizá corrió un riesgo y desperdició energías, pero no le importaba mientras supiera que ningún otro integrante de su escuadrón había muerto.
Bajó del ave, y tras cerciorarse de que la kunoichi no se moviera, plantó su mano sobre ella, siendo que varios símbolos de sellado salieron a su alrededor «Necesitamos economizar chakra. Si nosotros realmente somos los que estamos en mejores condiciones, realmente la cosa está más jodida de lo que pensé.» Intentaría entonces dibujar una nueva ave, aprovechándose del cuerpo inerte.
—El tal general Hakai del ejército de Kurama ha aparecido al noroeste y tiene un guardaespaldas. Ellos dos rompieron el las filas de la División de Corto alcance y repelieron los ataques de la División de Largo Alcance, y casi toda la División de Medio Alcance a sido inutilizada. Nuestras órdenes ahora mismo son enfrentar a Yuki Hakai; detenerlo o ralentizar el avance — Afiló la mirada. —Puedo llevarnos directamente a él volando. Todos los que estaban en el piso fueron atrapados por una técnica de hielo de gran alcance. Zhaoren-san puede venir conmigo, y así Kobayashi-san puede ir con Sagisō-san — Hizo una pausa. Pensó las cosas.
»Siendo franco, no creo que recibamos apoyo de otros escuadrones si vamos a enfrentarlos en este preciso momento. Sagisō-san, usted y Zhaoren-san han recibido bastante daño. No quiero hablar con mis emociones, pero le pido considere su seguridad. De una u otra manera, estoy listo para partir en cuanto usted lo ordene.
Los dos shinobi a los que se iban a enfrentar no eran para nada como los que se enfrentaron, eran lo que él consideraba leyendas. Lo vio con sus propios ojos; ese poder era el de los ninjas capaces de acabar con decenas si se lo proponían. Era en estos momentos, cuando en las historias aparecía un grupo de héroes valientes dispuesto a detener a los sirvientes del demonio, pero Nao no podía escribir lo que no había visto. «Y no sé si viviré, para contar el final...»
- PV:–
- CK:–
Regeneración Dividida
Extraigo
AGOTAMIENTO
- Daños:
- AO: 1
«Sólo dos siluetas, irrumpieron entre miles de shinobi. Dos servidores de un demonio.» Las órdenes llegaron de inmediato, y él, sintiéndose algo más recuperado, voló raudo y con cuidado hasta la zona donde estaban sus compañeras, que por ahora parecía estar más despejada. «El hielo mortal abrazó a todos, quitándoles el aliento. Un hombre de nieve, quería jugar con todos ellos...» Pensaba en como plasmar aquello en un emaki.
Siempre pensó en vivir historias, en ver cosas fantásticas, pero no sabía si le agradaba la que él estaba viendo. Recordó entonces una de las últimas pláticas con su abuelo.
"Yo sólo pinto lo que he visto con mis propios ojos, así que no puedo dibujar el final de esa historia."
Nao haría volar al ave extremadamente bajo, acercándose a Ranko mientras sacaba algo de su portaobjetos.
—Sagisō-san, extienda su mano por favor, usted lo necesita — Le diría justo para lanzarse la píldora estimuladora de sangre. —Además, tenemos nuevas órdenes de la General Sarutobi— Le indicaría a su líder y a la médica.
Avanzaría hasta la kunoichi misteriosa; parecía que había logrado detenerla antes de que Lyndis sufriera más daños. Alzó una ceja. «¿Convertirse en agua, huh?» Le parecía ahora mismo una gelatina, pero no tenía tiempo para repensar demasiado en ello. Había tenido una contingencia planeada, pero ahora ya no sería necesaria. Quizá corrió un riesgo y desperdició energías, pero no le importaba mientras supiera que ningún otro integrante de su escuadrón había muerto.
Bajó del ave, y tras cerciorarse de que la kunoichi no se moviera, plantó su mano sobre ella, siendo que varios símbolos de sellado salieron a su alrededor «Necesitamos economizar chakra. Si nosotros realmente somos los que estamos en mejores condiciones, realmente la cosa está más jodida de lo que pensé.» Intentaría entonces dibujar una nueva ave, aprovechándose del cuerpo inerte.
—El tal general Hakai del ejército de Kurama ha aparecido al noroeste y tiene un guardaespaldas. Ellos dos rompieron el las filas de la División de Corto alcance y repelieron los ataques de la División de Largo Alcance, y casi toda la División de Medio Alcance a sido inutilizada. Nuestras órdenes ahora mismo son enfrentar a Yuki Hakai; detenerlo o ralentizar el avance — Afiló la mirada. —Puedo llevarnos directamente a él volando. Todos los que estaban en el piso fueron atrapados por una técnica de hielo de gran alcance. Zhaoren-san puede venir conmigo, y así Kobayashi-san puede ir con Sagisō-san — Hizo una pausa. Pensó las cosas.
»Siendo franco, no creo que recibamos apoyo de otros escuadrones si vamos a enfrentarlos en este preciso momento. Sagisō-san, usted y Zhaoren-san han recibido bastante daño. No quiero hablar con mis emociones, pero le pido considere su seguridad. De una u otra manera, estoy listo para partir en cuanto usted lo ordene.
Los dos shinobi a los que se iban a enfrentar no eran para nada como los que se enfrentaron, eran lo que él consideraba leyendas. Lo vio con sus propios ojos; ese poder era el de los ninjas capaces de acabar con decenas si se lo proponían. Era en estos momentos, cuando en las historias aparecía un grupo de héroes valientes dispuesto a detener a los sirvientes del demonio, pero Nao no podía escribir lo que no había visto. «Y no sé si viviré, para contar el final...»
Estado de Nao
- PV:
190/190
- CK:
128/200
Regeneración Dividida
Extraigo
-36CK
– absorbiendo el chakra de la Hōzuki. Y si es posible, saber la reserva disponible.AGOTAMIENTO
- Daños:
- AO: 1