29/04/2022, 05:43
Ranko flaqueó, y su siguiente paso se tambaleó. Su cuerpo tembló, aunque se recuperó al instante.
—Mal... dición.
Claro que no salió bien. No tuvo en cuenta todas las variables, y el plan fue en vano. Sólo apartaron a Ken del camino por un instante. Su jutsu para inmovilizarlo había funcionado por una fracción de segundo, pero a costa de su clon, al no poder mantener el chakra suficiente para continuar el flujo del mismo entre ambas. Cerca de Ken yacía su wakizashi. Y ahora, colgando del lateral de Lyndis, había un sello explosivo. Al menos le había dado a su novia un arma, y esperaba que lo utilizara.
—Confío en ti, Lyndis. —le dijo con determinación la castaña.
La tormenta de nieve había cesado, pero una nueva tormenta: Nao había descendido para intimidar a los ninjas de Kurama. Ranko sólo pudo sonreír, deseando tener tal carisma.
"Igual que con los Kages. Yo soy un garrote, no un pincel de shodo."
Inspirada por las palabras de Nao y con la espalda cubierta por Lyndis, Ranko comenzó a correr en dirección a Hakai, aunque al lanzar éste una gran oleada, concentró chakra en las piernas. En instante, Ranko apareció en línea recta, pasando de la ola en diagonal, y al aparecer en una nubecilla de hojas, daría una patada doble al suelo, provocando un estallido de agua y plantas de arroz al salir la chica disparada hacia Hakai. Si no lo alcanzaba con los 32 metros totales de desplazamiento, lanzaría el Hitoshin una vez más. De cualquier manera, buscaría lanzarle a la cara una patada potenciada, tanto por su Hitoshin como or su Hakuto no Tenbu [-40PV]. No se contendría. Si rompía algo con su pierna, adelante. Si su ataque fallaba, buscaría quedarse tan cerca de su oponente como fuese posible, lista para contraatacar.
—¡Quédate quieto!
—Mal... dición.
Claro que no salió bien. No tuvo en cuenta todas las variables, y el plan fue en vano. Sólo apartaron a Ken del camino por un instante. Su jutsu para inmovilizarlo había funcionado por una fracción de segundo, pero a costa de su clon, al no poder mantener el chakra suficiente para continuar el flujo del mismo entre ambas. Cerca de Ken yacía su wakizashi. Y ahora, colgando del lateral de Lyndis, había un sello explosivo. Al menos le había dado a su novia un arma, y esperaba que lo utilizara.
—Confío en ti, Lyndis. —le dijo con determinación la castaña.
La tormenta de nieve había cesado, pero una nueva tormenta: Nao había descendido para intimidar a los ninjas de Kurama. Ranko sólo pudo sonreír, deseando tener tal carisma.
"Igual que con los Kages. Yo soy un garrote, no un pincel de shodo."
Inspirada por las palabras de Nao y con la espalda cubierta por Lyndis, Ranko comenzó a correr en dirección a Hakai, aunque al lanzar éste una gran oleada, concentró chakra en las piernas. En instante, Ranko apareció en línea recta, pasando de la ola en diagonal, y al aparecer en una nubecilla de hojas, daría una patada doble al suelo, provocando un estallido de agua y plantas de arroz al salir la chica disparada hacia Hakai. Si no lo alcanzaba con los 32 metros totales de desplazamiento, lanzaría el Hitoshin una vez más. De cualquier manera, buscaría lanzarle a la cara una patada potenciada, tanto por su Hitoshin como or su Hakuto no Tenbu [-40PV]. No se contendría. Si rompía algo con su pierna, adelante. Si su ataque fallaba, buscaría quedarse tan cerca de su oponente como fuese posible, lista para contraatacar.
—¡Quédate quieto!
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