28/05/2022, 05:10
(Última modificación: 28/05/2022, 05:22 por Akamatsu Nao. Editado 2 veces en total.)
Marrow, no respondió.
Al menos no verbalmente.
Nao lo esperaba, lo contempló de hecho. En cuanto Marrow intentó apuñalarlo, una vez más tuvo que hacer recurso de lo poco que tenía. Echó todo el peso de su cuerpo hacia atrás, tirando del brazo del otro como eje para salirse del trayecto de la puñalada por apenas escasos centímetros. Tras ello, se soltaría y alejaría con un par de saltos hacia atrás, quedando apenas metro y medio atrás de Marrow, asegurándose que el general de Kurama estuviese entre Ruhara y él, esquivando de paso el ataque de Ranko que ciertamente por poco y lo terminaba lastimando también.
Pero antes de poder seguir pensando su siguiente movimiento, la batalla entre Lyndis y Ruhara los alcanzó. «No...» Todo pasó en un instante. Un momento en el que no pudo hacer nada.
Eso era lo que quería evitar.
Y falló bastante miserablemente.
Ranko rompió en llanto, siendo que el shinobi de la lluvia no pudo sino apretar los dientes. «No apartes la mirada, Nao. No lo hagas. NO LA APARTES.» Pero pese a todo, no pudo evitar soltar una lágrima de congoja. ¿Por qué? No consideraba a nadie lo suficientemente importante en el mundo para entrar en la categoría de ser querido, pero eso no significaba, que no sintiera empatía. Valoraba cada vida, de una manera que le era difícil describir a los demás.
—¿Por qué...? — Murmuró por lo bajo.
No completó la oración, puesto que quizá tenía pensamientos demasiado soberbios.
Dolía, dolía enormemente. Quería culpar a alguien, pero si había un culpable ahí era él por no ser lo suficientemente fuerte. Necesitaba una oportunidad, pero cada vez la puerta le era alejada de sus manos. ¿Acaso debió haber abandonado a alguien para intentar salvar a quién pudiera? Ya no era momento para eso... Por querer salvarlos a todos, probablemente todos morirían. Y aunque decidió aceptar esa verdad, eso no lo hacía menos doloroso.
Quizá debió ser cruel, desde el inicio.
Esa lágrima, fue la última.
Ranko no estaba en condiciones emocionales de dilucidar lo que se vendría a continuación, por lo que Nao se quedó observando a los shinobi del copo de nieve esperando por cualquier movimiento.
¿Habría ganado el tiempo suficiente?
Aquella jugada, podía ser la última.
El telón estaba por bajar, y salir vivo de ahí dejó de ser una opción hace mucho tiempo.
Tenía la mano diestra, temblorosa. «Creo que también fallaré en comunicar las cosas en la retaguardia.» Debía ser muy preciso con lo que estaba por hacer.
- PV:–
- CK:–
Shunshin: 1/5
HEMORRAGIA
- Nao Clon:–
- Daños: -
- AO: 1
Al menos no verbalmente.
Nao lo esperaba, lo contempló de hecho. En cuanto Marrow intentó apuñalarlo, una vez más tuvo que hacer recurso de lo poco que tenía. Echó todo el peso de su cuerpo hacia atrás, tirando del brazo del otro como eje para salirse del trayecto de la puñalada por apenas escasos centímetros. Tras ello, se soltaría y alejaría con un par de saltos hacia atrás, quedando apenas metro y medio atrás de Marrow, asegurándose que el general de Kurama estuviese entre Ruhara y él, esquivando de paso el ataque de Ranko que ciertamente por poco y lo terminaba lastimando también.
Pero antes de poder seguir pensando su siguiente movimiento, la batalla entre Lyndis y Ruhara los alcanzó. «No...» Todo pasó en un instante. Un momento en el que no pudo hacer nada.
Eso era lo que quería evitar.
Y falló bastante miserablemente.
Ranko rompió en llanto, siendo que el shinobi de la lluvia no pudo sino apretar los dientes. «No apartes la mirada, Nao. No lo hagas. NO LA APARTES.» Pero pese a todo, no pudo evitar soltar una lágrima de congoja. ¿Por qué? No consideraba a nadie lo suficientemente importante en el mundo para entrar en la categoría de ser querido, pero eso no significaba, que no sintiera empatía. Valoraba cada vida, de una manera que le era difícil describir a los demás.
—¿Por qué...? — Murmuró por lo bajo.
No completó la oración, puesto que quizá tenía pensamientos demasiado soberbios.
Dolía, dolía enormemente. Quería culpar a alguien, pero si había un culpable ahí era él por no ser lo suficientemente fuerte. Necesitaba una oportunidad, pero cada vez la puerta le era alejada de sus manos. ¿Acaso debió haber abandonado a alguien para intentar salvar a quién pudiera? Ya no era momento para eso... Por querer salvarlos a todos, probablemente todos morirían. Y aunque decidió aceptar esa verdad, eso no lo hacía menos doloroso.
Quizá debió ser cruel, desde el inicio.
Esa lágrima, fue la última.
Ranko no estaba en condiciones emocionales de dilucidar lo que se vendría a continuación, por lo que Nao se quedó observando a los shinobi del copo de nieve esperando por cualquier movimiento.
¿Habría ganado el tiempo suficiente?
Aquella jugada, podía ser la última.
El telón estaba por bajar, y salir vivo de ahí dejó de ser una opción hace mucho tiempo.
Tenía la mano diestra, temblorosa. «Creo que también fallaré en comunicar las cosas en la retaguardia.» Debía ser muy preciso con lo que estaba por hacer.
Estado de Nao
- PV:
120/190
-10
–- CK:
47/200
+20
–Shunshin: 1/5
HEMORRAGIA
- Nao Clon:
9/9
- Daños: -
- AO: 1