29/05/2022, 20:39
Ranko había sentido la mano de Lyndis, sin fuerza ya, intentar apartarla mientras ésta interceptaba un ataque que se había originado a su espalda. El torbellino golpeó y arrancó de Lyndis todo el aliento que le quedaba haciendola caer.
Tanto para Ranko como para Ruhara, todo pasó a camara lenta, aunque por motivos completamente opuestos. Ruhara estaba encantada con el resultado de sus acciones, Ranko probablemente estuviese destrozada. Ver el torbellino golpear a Lyndis, verla retorcerse para soltar unas últimas amenazas antes de doblarse por completo y caer sobre el humedal, inerte, fue delicioso. La kusajin cumplió su papel a la perfección, siguió el camino que Ruhara había marcado para ella, directo al infierno.
Mientras Ranko lloraba, Ruhara sonreía. Se llevó ambas manos a la cara para limpiarsela del agua y sangre que había ido salpicandose y sonrió.
— No te preocupes, no soy tan cruel como para manteneros separadas. — espetó mientras sacaba un par de shuriken y se los lanzaba directamente a Ranko, que estaba sujetando a Lyndis.
Marrow, por su parte, también parecía tener la intención de aprovecharse del momento de debilidad de Ranko. Las grandes mentes piensan igual.
Ranko, en el momento en que le vuelve la claridad mental, se dará cuenta de que hace apenas unos segundos que Lyndis dejó de respirar. No le han cortado la cabeza, no le han arrancado el corazón, no tiene una herida fatal visible. (Inteligencia 40) Ranko sabe que existe la posibilidad de que pueda ser reanimada, de hecho, ella misma podría llevar a cabo las maniobras de reanimación sin entrar en nada más allá de primeros auxilios (Destreza 40).
Cualquiera que pueda y quiera es capaz de ver el pajaro entrando en escena desde la Retaguardia.
Tanto para Ranko como para Ruhara, todo pasó a camara lenta, aunque por motivos completamente opuestos. Ruhara estaba encantada con el resultado de sus acciones, Ranko probablemente estuviese destrozada. Ver el torbellino golpear a Lyndis, verla retorcerse para soltar unas últimas amenazas antes de doblarse por completo y caer sobre el humedal, inerte, fue delicioso. La kusajin cumplió su papel a la perfección, siguió el camino que Ruhara había marcado para ella, directo al infierno.
Mientras Ranko lloraba, Ruhara sonreía. Se llevó ambas manos a la cara para limpiarsela del agua y sangre que había ido salpicandose y sonrió.
— No te preocupes, no soy tan cruel como para manteneros separadas. — espetó mientras sacaba un par de shuriken y se los lanzaba directamente a Ranko, que estaba sujetando a Lyndis.
Marrow, por su parte, también parecía tener la intención de aprovecharse del momento de debilidad de Ranko. Las grandes mentes piensan igual.
Ranko, en el momento en que le vuelve la claridad mental, se dará cuenta de que hace apenas unos segundos que Lyndis dejó de respirar. No le han cortado la cabeza, no le han arrancado el corazón, no tiene una herida fatal visible. (Inteligencia 40) Ranko sabe que existe la posibilidad de que pueda ser reanimada, de hecho, ella misma podría llevar a cabo las maniobras de reanimación sin entrar en nada más allá de primeros auxilios (Destreza 40).
Cualquiera que pueda y quiera es capaz de ver el pajaro entrando en escena desde la Retaguardia.