13/06/2022, 00:24
El ataque de Ruhara impactó de lleno. Todos sus ataques. Era como la nabidad para ella. Sonrió, pero, sin embargo, el pelirrojo se levantó. Cambió su sonrisa por una mueca molesta. Sin dar ni un segundo pensamiento, sacó otros dos shurikens y se los lanzó al chico. De inmediato, empezó a hacer sellos. Abrió la boca como si fuese a lanzar otra bala de cañón hacia la amejin que estaba peleandose con Marrow, pero nada salió de su boca.
De hecho, había hecho más sellos que antes. Claro que Toshio no había visto los sellos de la anterior. No hubo ningún movimiento extraño en el agua, sino que los uno de los shuriken que iban hacia Toshio creció de forma antinatural, volviendose Dai Shuriken (25 PV/corte superficial, 40 PV/corte, 65 PV/impacto). Justo debajo de este iba un shuriken normal. Ruhara empezaba a notar el agotamiento de llevar sin parar de combatir durante lo que parecían horas. ¿A cuantos de estos animales había dado muerte ya? ¿Llevaban tres de los ninjas más fuertes? Solo faltaba que apareciese Shiten o la manca psicopata para hacer de guinda del pastel. Si la sombra de Jun llegaba a ella, la paralizaría, pues no estaba ni prestando atención.
Centró su mirada en el pelirrojo, esperando que se quedase en el suelo como para siempre y la dejase respirar de una vez.
De hecho, había hecho más sellos que antes. Claro que Toshio no había visto los sellos de la anterior. No hubo ningún movimiento extraño en el agua, sino que los uno de los shuriken que iban hacia Toshio creció de forma antinatural, volviendose Dai Shuriken (25 PV/corte superficial, 40 PV/corte, 65 PV/impacto). Justo debajo de este iba un shuriken normal. Ruhara empezaba a notar el agotamiento de llevar sin parar de combatir durante lo que parecían horas. ¿A cuantos de estos animales había dado muerte ya? ¿Llevaban tres de los ninjas más fuertes? Solo faltaba que apareciese Shiten o la manca psicopata para hacer de guinda del pastel. Si la sombra de Jun llegaba a ella, la paralizaría, pues no estaba ni prestando atención.
Centró su mirada en el pelirrojo, esperando que se quedase en el suelo como para siempre y la dejase respirar de una vez.