14/06/2022, 22:12
"No me escuchaste"
Además de la voz de Jun, Ranko escuchaba a alguien hablar en la lejanía. Sin embargo, su voz era más clara que la de Marrow, Ruhara, Toshio, Jun, y sus golpes juntos.
"¿Qué pasa cuando no podemos derrotar a nuestro rival?"
Mientras el dolor le hacía despertar, Ranko se dio cuenta de que estaba abrazando a alguien. Alguien frío e inmóvil. Su pecho comenzó a dolerle más que cualquier otra parte de su cuerpo.
Antes de abrir los ojos, vio su mano, rota por su hermana, hace ya tanto tiempo.
"Retrocedemos y... Analizamos."
"¿Y qué hiciste, Ranko?"
Comenzó a abrir los ojos y la vio. El rostro de Lyndis, durmiendo. Su visión se tornó borrosa por las lágrimas.
"¿Y qué hiciste, Ranko? Dime."
"Madre, yo..."
"¿¡Qué hiciste!?"
"¡La maté!"
Ranko quiso alzar la mano, acariciar su rostro con todo el cariño que le tenía. Quiso darle un último beso. Quiso decirle que la amaba una última vez. Pero no pudo. Su cuerpo no le respondió.
"¡La maté! ¡Fui una estúpida y ataqué! ¡Ataqué a ciegas cuando debía de haber seguido los consejos de Nao! ¡Alenté el deseo de combate de Lyndis cuando sabía que tenía que controlarla! ¡Dejé que me cegara la ira por una vez en la vida y Lyndis sufrió por ello! ¡Murió por ello! ¡Murió por mí! Mi amor... Murió por mí... Por mi estúpida vida... Mi amor... Waai-chan...
Al fin escuchó a Toshio y a Ruhara. ¿Y si saltaba de repente y le lanzaba una patada a la chica? No, posiblemente soltaría alguna artimañana para hacer inútil su golpe. ¿Valía la pena arriesgarse? No. Ya había matado a Lyndis. ¿Qué importaba ya? Pero no podía dejar solos a sus refuerzos. ¿Importaba? No podía dejar que murieran también. ¿Pero le importaba?
Una parte le decía que se levantara. Que el estar de pie le daría energía para pelear, e inspiraría a sus aliados. Otra parte le decía que ella misma estaba muerta ya.
Y mientras su mente se decidía, su alma lloraba, y su cuerpo no hacía nada.
Además de la voz de Jun, Ranko escuchaba a alguien hablar en la lejanía. Sin embargo, su voz era más clara que la de Marrow, Ruhara, Toshio, Jun, y sus golpes juntos.
"¿Qué pasa cuando no podemos derrotar a nuestro rival?"
Mientras el dolor le hacía despertar, Ranko se dio cuenta de que estaba abrazando a alguien. Alguien frío e inmóvil. Su pecho comenzó a dolerle más que cualquier otra parte de su cuerpo.
Antes de abrir los ojos, vio su mano, rota por su hermana, hace ya tanto tiempo.
"Retrocedemos y... Analizamos."
"¿Y qué hiciste, Ranko?"
Comenzó a abrir los ojos y la vio. El rostro de Lyndis, durmiendo. Su visión se tornó borrosa por las lágrimas.
"¿Y qué hiciste, Ranko? Dime."
"Madre, yo..."
"¿¡Qué hiciste!?"
"¡La maté!"
Ranko quiso alzar la mano, acariciar su rostro con todo el cariño que le tenía. Quiso darle un último beso. Quiso decirle que la amaba una última vez. Pero no pudo. Su cuerpo no le respondió.
"¡La maté! ¡Fui una estúpida y ataqué! ¡Ataqué a ciegas cuando debía de haber seguido los consejos de Nao! ¡Alenté el deseo de combate de Lyndis cuando sabía que tenía que controlarla! ¡Dejé que me cegara la ira por una vez en la vida y Lyndis sufrió por ello! ¡Murió por ello! ¡Murió por mí! Mi amor... Murió por mí... Por mi estúpida vida... Mi amor... Waai-chan...
Al fin escuchó a Toshio y a Ruhara. ¿Y si saltaba de repente y le lanzaba una patada a la chica? No, posiblemente soltaría alguna artimañana para hacer inútil su golpe. ¿Valía la pena arriesgarse? No. Ya había matado a Lyndis. ¿Qué importaba ya? Pero no podía dejar solos a sus refuerzos. ¿Importaba? No podía dejar que murieran también. ¿Pero le importaba?
Una parte le decía que se levantara. Que el estar de pie le daría energía para pelear, e inspiraría a sus aliados. Otra parte le decía que ella misma estaba muerta ya.
Y mientras su mente se decidía, su alma lloraba, y su cuerpo no hacía nada.
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