24/06/2022, 02:05
Habían perdido. Ese era el resumen.
Shiten había logrado abrir la retaguardia justo a tiempo para que los medicos pudiesen evacuar a la mayoria de heridos. Mientras ellos habían contenido al general, Komachi y Yuki habían contenido a Hakai y Ken y todo un flanco del ejercito de Kurama. Sin embargo, Hakai era un experto en malgastar tiempo. No murieron ni se llevaron grandes heridas, pero ambas salieron exhaustas de la batalla. Ninguna de las dos se rindió. Yuki, por suerte, fue retirada por Tamao, su amigo médico. Pero Komachi se negó a ir a ninguna parte sin su hija, adentrandose contra el grueso del ejercito con las energias minimas, siendo apresada tras quedar inconsciente de pura extenuación.
La bijuudama había causado muchos más daño de los esperados. Shiten con un brazo podía abrir la retaguardia y mantener a raya al ejercito durante un rato, pero no salir con vida de allí. Murió de pie, recibiendo todo el envite del ejercito sin retroceder ni un solo paso. Muchos soldados de Kurama asegurarían que aquel hombre había seguido peleando a su máximo nivel incluso después de que su corazón dejase de latir. Incluso cuando dejó de respirar, siguió golpeando y acaparando las armas arrojadizas que de otra forma hubiesen ido detrás de sus subordinados.
Kaido quedó inconsciente del impacto de la bijuudama, fue hallado y apresado junto a muchos otros que tuvieron la suerte de salir con vida de esa bomba. Zetsuo consiguió evacuar junto a la mayoria de la unidad medica con el respaldo de su general, Shiten.
Tras la caida de Shiten y la proclamación de Kurama, la guerra acabó. El ejercito del copo de nieve no persiguió a los que habían conseguido retirarse, sino que aseguró su posición y tomó tantos prisioneros como esposas tuvieran. Les quitaron todas las armas, las bandanas y cualquier objeto que pudiese ser peligroso. Descansarían lo justo antes de partir. Partir hacia sus nuevas vidas como prisioneros del único y verdadero Dios.
Shiten había logrado abrir la retaguardia justo a tiempo para que los medicos pudiesen evacuar a la mayoria de heridos. Mientras ellos habían contenido al general, Komachi y Yuki habían contenido a Hakai y Ken y todo un flanco del ejercito de Kurama. Sin embargo, Hakai era un experto en malgastar tiempo. No murieron ni se llevaron grandes heridas, pero ambas salieron exhaustas de la batalla. Ninguna de las dos se rindió. Yuki, por suerte, fue retirada por Tamao, su amigo médico. Pero Komachi se negó a ir a ninguna parte sin su hija, adentrandose contra el grueso del ejercito con las energias minimas, siendo apresada tras quedar inconsciente de pura extenuación.
La bijuudama había causado muchos más daño de los esperados. Shiten con un brazo podía abrir la retaguardia y mantener a raya al ejercito durante un rato, pero no salir con vida de allí. Murió de pie, recibiendo todo el envite del ejercito sin retroceder ni un solo paso. Muchos soldados de Kurama asegurarían que aquel hombre había seguido peleando a su máximo nivel incluso después de que su corazón dejase de latir. Incluso cuando dejó de respirar, siguió golpeando y acaparando las armas arrojadizas que de otra forma hubiesen ido detrás de sus subordinados.
Kaido quedó inconsciente del impacto de la bijuudama, fue hallado y apresado junto a muchos otros que tuvieron la suerte de salir con vida de esa bomba. Zetsuo consiguió evacuar junto a la mayoria de la unidad medica con el respaldo de su general, Shiten.
Tras la caida de Shiten y la proclamación de Kurama, la guerra acabó. El ejercito del copo de nieve no persiguió a los que habían conseguido retirarse, sino que aseguró su posición y tomó tantos prisioneros como esposas tuvieran. Les quitaron todas las armas, las bandanas y cualquier objeto que pudiese ser peligroso. Descansarían lo justo antes de partir. Partir hacia sus nuevas vidas como prisioneros del único y verdadero Dios.