24/09/2022, 23:53
Nuevamente, sea por lo que sea, Jun parecía no haber podido superar el filtro de madurez que necesitaba para seguir hablando con Ruhara. Era eso o ya se había cansado de lidiar con las tonteras que traía. Y, nuevamente, le dejó marchar sin poner oposición alguna. Cerró los ojos y bajó la mirada, intentando descansar y aliviar todo el dolor que sentía. Lo tenía un poco difícil hacerlo esposada en un pilar, pero no tenía mucha más opciones.
Pasaron algunos segundos de silencio para que Ranko comenzara a hablar. Ya esa luz interrogatoria se había ido y podían hablar libremente entre ellos, cosa que no iban a dejar pasar.
—Ranko. — Si bien mantuvo los ojos cerrados, levantó un poco la cabeza para que escuchen bien su voz. —No te culpes por lo que pasó. En esa situación ya era imposible hacer nada. Y no es por consolarte, realmente no se podía hacer nada. Ni huir ni nada.
Realmente, tenían todos los francos cerrados. Habían caído en la trampa del ejército de Kurama y fueron derrotados en batalla, contra un rival mucho más fuertes que ellos. Sinceramente pensaba eso, no parecía que sus palabras iban con condescendencia.
Luego de que Toshio también le diga algo a la kusajin, se dirigió a la Nara.
—Cansada, sucia, adolorida. Creo que con un meñique menos. — Rio por un segundo. —Pero, hey, un poco mejor que arriba de ese pajarraco.
»¿Ustedes qué tal? No puedo verlos.
Por lo que había escuchado antes, Ranko podía ser la que peor estaba. Pero le gustaría saber los detalles.
Pasaron algunos segundos de silencio para que Ranko comenzara a hablar. Ya esa luz interrogatoria se había ido y podían hablar libremente entre ellos, cosa que no iban a dejar pasar.
—Ranko. — Si bien mantuvo los ojos cerrados, levantó un poco la cabeza para que escuchen bien su voz. —No te culpes por lo que pasó. En esa situación ya era imposible hacer nada. Y no es por consolarte, realmente no se podía hacer nada. Ni huir ni nada.
Realmente, tenían todos los francos cerrados. Habían caído en la trampa del ejército de Kurama y fueron derrotados en batalla, contra un rival mucho más fuertes que ellos. Sinceramente pensaba eso, no parecía que sus palabras iban con condescendencia.
Luego de que Toshio también le diga algo a la kusajin, se dirigió a la Nara.
—Cansada, sucia, adolorida. Creo que con un meñique menos. — Rio por un segundo. —Pero, hey, un poco mejor que arriba de ese pajarraco.
»¿Ustedes qué tal? No puedo verlos.
Por lo que había escuchado antes, Ranko podía ser la que peor estaba. Pero le gustaría saber los detalles.