19/10/2022, 01:50
Había oído hablar de Yukio y sabía que no quedaba tan lejos de Amegakure, pero no tenía idea de lo que se podía cruzar ahí, además de nieve. Por suerte iba a tener tiempo para pensar y prepararse hasta llegar a las Tierras Nevadas. O eso creía. No sabía exactamente donde se encontraba actualmente, pero intuía que el viaje iba a ser bastante largo.
El paso de la fila iba a ser detenido poco antes de subir por la escalinata. Un hombre grande y corpulento lo custodiaba que, a pesar de su físico, parecía tener un rango inferior al de la pelirroja. Parecía que los subestimó a todos, hasta que vio al chico que Jun desconocía. Solo por ese hecho y mencionar que era un "traidor", la amejin le miró de reojo, sin voltear del todo la cabeza. Quería saber de quien estaban hablando, aunque este estaba mirando al suelo. Rápidamente volvió a prestarle atención al guardia, que mencionó que Marrow estaba en ese barco.
Mientras entraban al barco e iban haciendo su recorrido, la cabeza de la Nara giraba de un lado a otro. Como podía, buscaba con la vista al peliblanco, aunque tenía claro que era muy probable que no lo vea en ningún lado.
Detuvo su buscar al bajar las últimas escaleras, estas tenían en frente unas celdas. Tenía más que claro que no iba a encontrar al General allí, se le haría raro encontrarlo en una habitación con celdas. La habitación que les tocaba a ellos parecía ser la central, que era enrejada y de madera. No parecía muy seguro pero, no solo se podía ver lo que hacían ahí adentro, sin escondite alguno, sino que también tenía un sello supresor, cosa de que no usen para nada el chakra. Se le hacía que eran bastantes precavidos, no les bastaba con que estén atados de manos y con una cuerda en el cuello, sino que también los iban a meter ahí dentro.
Ignorando un poco a los presos de las celdas aledañas, siguió a la comandante e hizo caso sus palabras, sentándose en el primer futón que pudo. Tenía intención de hacer algunas preguntas, pero parecía que no era su momento para hablar.
El paso de la fila iba a ser detenido poco antes de subir por la escalinata. Un hombre grande y corpulento lo custodiaba que, a pesar de su físico, parecía tener un rango inferior al de la pelirroja. Parecía que los subestimó a todos, hasta que vio al chico que Jun desconocía. Solo por ese hecho y mencionar que era un "traidor", la amejin le miró de reojo, sin voltear del todo la cabeza. Quería saber de quien estaban hablando, aunque este estaba mirando al suelo. Rápidamente volvió a prestarle atención al guardia, que mencionó que Marrow estaba en ese barco.
Mientras entraban al barco e iban haciendo su recorrido, la cabeza de la Nara giraba de un lado a otro. Como podía, buscaba con la vista al peliblanco, aunque tenía claro que era muy probable que no lo vea en ningún lado.
Detuvo su buscar al bajar las últimas escaleras, estas tenían en frente unas celdas. Tenía más que claro que no iba a encontrar al General allí, se le haría raro encontrarlo en una habitación con celdas. La habitación que les tocaba a ellos parecía ser la central, que era enrejada y de madera. No parecía muy seguro pero, no solo se podía ver lo que hacían ahí adentro, sin escondite alguno, sino que también tenía un sello supresor, cosa de que no usen para nada el chakra. Se le hacía que eran bastantes precavidos, no les bastaba con que estén atados de manos y con una cuerda en el cuello, sino que también los iban a meter ahí dentro.
Ignorando un poco a los presos de las celdas aledañas, siguió a la comandante e hizo caso sus palabras, sentándose en el primer futón que pudo. Tenía intención de hacer algunas preguntas, pero parecía que no era su momento para hablar.