26/10/2022, 20:48
Hana, a diferencia de Hayato, solo asintió a las palabras de su kage. No sabía qué decirle, no sabía cómo se sentía al respecto, pero una orden era una orden y debía acatarla sin rechistar. Había tantos futuros nefastos delante suyo. Podía ser que los atrapasen y los matasen, lo cual era uno de los peores, pero el peor de todos, que Hana esperaba no tener que vivir, era que ellos cumpliesen y todo saliese bien por su lado, solo para volver y encontrarse que no había villa. Que no había absolutamente nadie.
Mientras su mente divagaba a futuros oscuros, su mirada estaba clavada en Datsue que se alzaba y se alejaba a la velocidad del sonido. No fue hasta que Hayato habló que volvió a la realidad, a que todo su costado vibrase de dolor.
—Cuando estés lista, podemos marchar.
— Claro, vamos. ¿Puedes correr? — le dedicó una rápida mirada para evaluar su condición.
De todos sus compañeros, no recordaba haber visto a Hayato en su combate. Seguramente se hubiese alejado para interceptar a alguien o estuviese justo al lado contrario, tan alejado que no reparó en él. Fuese como fuere, esperaría a la respuesta de Hayato para decidir cómo encarar su situación.
Mientras su mente divagaba a futuros oscuros, su mirada estaba clavada en Datsue que se alzaba y se alejaba a la velocidad del sonido. No fue hasta que Hayato habló que volvió a la realidad, a que todo su costado vibrase de dolor.
—Cuando estés lista, podemos marchar.
— Claro, vamos. ¿Puedes correr? — le dedicó una rápida mirada para evaluar su condición.
De todos sus compañeros, no recordaba haber visto a Hayato en su combate. Seguramente se hubiese alejado para interceptar a alguien o estuviese justo al lado contrario, tan alejado que no reparó en él. Fuese como fuere, esperaría a la respuesta de Hayato para decidir cómo encarar su situación.