30/10/2022, 15:16
Escuchó atentamente a Hayato. Sí, podían seguirles, claro. Miró alrededor. Estaban en unos campos de arroz. Era tan llano, que habían podido las figuras de esos hombres con facilidad a una distancia donde puede que no reconociesen qué o quien eran, pero para saber que eran algo. Intentar ocultarse en un sitio tan llano iba a ser minimo arriesgado.
— Está bien. Iremos tras ellos, pero ten cuidado, hay pocos sitios para esconderse aquí. Si encontramos un buen sitio para vigilar en la lejanía, sino rodearemos tan lejos como sea posible para ver si sale o entra alguien.
Sin duda, los soldados de Kurama estarían tan tensos como ellos. Ver una figura en el horizonte les pondría en alerta de inmediato y en su caso no se tirarían al suelo como había hecho ella. Si Hayato no ponía ninguna pega, ella misma empezaría a avanzar, más lenta que antes, por el borde del camino.
— Está bien. Iremos tras ellos, pero ten cuidado, hay pocos sitios para esconderse aquí. Si encontramos un buen sitio para vigilar en la lejanía, sino rodearemos tan lejos como sea posible para ver si sale o entra alguien.
Sin duda, los soldados de Kurama estarían tan tensos como ellos. Ver una figura en el horizonte les pondría en alerta de inmediato y en su caso no se tirarían al suelo como había hecho ella. Si Hayato no ponía ninguna pega, ella misma empezaría a avanzar, más lenta que antes, por el borde del camino.