13/11/2022, 17:12
Detrás de la tienda médica Hayato encontraría cajas y mesas todas llenas de lo mismo, utensilios sucios y vendajes usados. Allí mismo, una niña pelirroja limpiaba las telas en un barreño. A diferencia de la gran mayoría de personas que iban y venían la niña no tenía la bandana del copo de nieve.
De hecho, vestía ropas rasgadas y en bastante mal estado. Tenía el pelo por los hombros y convertido en un amasijo de barro y sangre. Espera, ¿era realmente pelirroja o era sangre? La cara y las manos eran lo único que tenía limpio. Estaba agachada en su barreño, meneando las vendas de un lado a otro para limpiarlas, cuando Hayato irrumpió en su espacio visual.
Alzó la mirada y sus ojos dorados se clavaron en él. No parecía temerle, sino tenía la mirada llena de curiosidad.
— ¿Quien eres? ¿Qué quieres?
De hecho, vestía ropas rasgadas y en bastante mal estado. Tenía el pelo por los hombros y convertido en un amasijo de barro y sangre. Espera, ¿era realmente pelirroja o era sangre? La cara y las manos eran lo único que tenía limpio. Estaba agachada en su barreño, meneando las vendas de un lado a otro para limpiarlas, cuando Hayato irrumpió en su espacio visual.
Alzó la mirada y sus ojos dorados se clavaron en él. No parecía temerle, sino tenía la mirada llena de curiosidad.
— ¿Quien eres? ¿Qué quieres?