4/12/2022, 16:25
El tiempo pasaba, y el silencio fue reinando poco a poco. El Senju tenía los nervios a flor de piel, pues para él estaba solo ante el peligro. Ya habían capturado a Hana, y se encontraba en medio de un jaleo de mil demonios. Estaba encerrado, transformado en un maldito barril, en una habitación que en cualquier momento podía salir prendida en fuego. Literalmente, estaba jugando al escondite con el enemigo, esperando al lado de una bomba. El único consuelo que le quedaba era el de que podía volverse inmune a ese fuego provocado, si es que llegaban al caso. Pero en realidad, no era algo que conviniese, pues terminaría prendiendo el barco, y todo lo que había en él...
Por más vueltas que le daba, no encontraba una salida. El mundo se le venía encima. Menos mal que había logrado eso por lo que tanto tiempo había peleado: Liberar a su madre. Aunque, para ello Datsue debía cumplir su palabra. Pero bueno, no parecía que ese Uchiha fuese de los que no cumplen con lo que dice. Así que Siete podía tener cierta tranquilidad para afrontar lo que se le venía encima.
De pronto, una voz que le sonaba demasiado sacó a Hayato de sus pensares. Sin duda alguna se trataba de Hana, que acompañada de al menos un par de personas había terminado entrando en el habitáculo. O al menos se había asomado al mismo, pues preguntaba qué había pasado en ese camarote. Otra persona contestó que cuando habían vuelto, lo encontraron así. Dentro de lo malo, al menos Hana estaba allí, y si ganaban algo de tiempo podrían informar a Datsue. Esa era la misión después de todo. Pero... si ahora mismo atacaban a los guardias, no tardarían en ir todos a por ellos. Quizás debía esperar un poco más, un momento más oportuno.
Lo que no entendía aún es porqué la habían dejado viva después de colarse en el campamento. ¿Acaso Hana había traicionado a Uzu? ¿O simplemente se había entregado de buenas y había hecho un trato para que no la matasen?.
Por más vueltas que le daba, no encontraba una salida. El mundo se le venía encima. Menos mal que había logrado eso por lo que tanto tiempo había peleado: Liberar a su madre. Aunque, para ello Datsue debía cumplir su palabra. Pero bueno, no parecía que ese Uchiha fuese de los que no cumplen con lo que dice. Así que Siete podía tener cierta tranquilidad para afrontar lo que se le venía encima.
De pronto, una voz que le sonaba demasiado sacó a Hayato de sus pensares. Sin duda alguna se trataba de Hana, que acompañada de al menos un par de personas había terminado entrando en el habitáculo. O al menos se había asomado al mismo, pues preguntaba qué había pasado en ese camarote. Otra persona contestó que cuando habían vuelto, lo encontraron así. Dentro de lo malo, al menos Hana estaba allí, y si ganaban algo de tiempo podrían informar a Datsue. Esa era la misión después de todo. Pero... si ahora mismo atacaban a los guardias, no tardarían en ir todos a por ellos. Quizás debía esperar un poco más, un momento más oportuno.
Lo que no entendía aún es porqué la habían dejado viva después de colarse en el campamento. ¿Acaso Hana había traicionado a Uzu? ¿O simplemente se había entregado de buenas y había hecho un trato para que no la matasen?.