3/02/2023, 19:38
Sea por desesperación o aprobación, Jun asentía cada vez que Hayato decía algo. Tenía ganas de salir de ahí ya mismo, pero también concordaba con varias cosas que dijo. No le sorprendía que no haya gente en el barco, aunque era algo que no había tenido en cuenta hasta ese instante. Digamos que estuvo atenta a otras cosas.
Cuando dijo lo de su compañera, tuvo que apoyarlo inmediatamente.
—Si, no podemos arriesgarnos a buscarla con eso afuera. E-es una muerte segura.
Probablemente era algo doloroso para Ranko dejar a la deriva a alguien que conoce pero, en este caso, debía coincidir con el uzujin. Necesitaban salvarse y sabía que, ir a buscar a esa tal Hana a donde sea que este, era demasiado peligroso.
Exactamente no sabía que hacer, hasta que Siete comenzó a hacer unos sellos manuales. Por un momento pensó que se vino arriba y que iba a comenzar la ofensiva, cosa que no le agradaba para nada. Pero se sorprendió cuando vio que de su boca salió una especie de nube de cenizas y polvo, que parecía cubrir la visión que se tenía sobre ellos.
«¡Bien, cabrón, bien!» Sinceramente, la primera vez en su vida que vio a ese tipo, no le dio muy buena impresión. Pero ahora mismo le había cerrado toda la boca.
—Vamos.
Con muchos nervios, la Nara siguió al Senju, esperando que ese sea el camino para terminar con toda la pesadilla que estaba viviendo.
Cuando dijo lo de su compañera, tuvo que apoyarlo inmediatamente.
—Si, no podemos arriesgarnos a buscarla con eso afuera. E-es una muerte segura.
Probablemente era algo doloroso para Ranko dejar a la deriva a alguien que conoce pero, en este caso, debía coincidir con el uzujin. Necesitaban salvarse y sabía que, ir a buscar a esa tal Hana a donde sea que este, era demasiado peligroso.
Exactamente no sabía que hacer, hasta que Siete comenzó a hacer unos sellos manuales. Por un momento pensó que se vino arriba y que iba a comenzar la ofensiva, cosa que no le agradaba para nada. Pero se sorprendió cuando vio que de su boca salió una especie de nube de cenizas y polvo, que parecía cubrir la visión que se tenía sobre ellos.
«¡Bien, cabrón, bien!» Sinceramente, la primera vez en su vida que vio a ese tipo, no le dio muy buena impresión. Pero ahora mismo le había cerrado toda la boca.
—Vamos.
Con muchos nervios, la Nara siguió al Senju, esperando que ese sea el camino para terminar con toda la pesadilla que estaba viviendo.