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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#16
Karamaru no parecía la persona más habladora del mundo, eso podía ser algo bastante bueno. No había necesidad de decir cosas fuera de lugar ni tampoco daba pie a tomarse libertades que no correspondían dada la relación que tenían, a efectos prácticos eran desconocidos trabajando juntos.

Keisuke llegaría para disculparse por la demora. Mogura se limitó a regalarle una ligera reverencia para no romper el silencio que el calvo había generado.

Es un recorrido prácticamente recto hacía la Torre de meditación.

Contestó al pelirrojo cuando este mencionó lo del mapa. No había ido nunca a ese lugar pero si había tenido necesidad de recorrer casi todo el País de la Tormenta en ocasiones anteriores, su objetivo era uno de los puntos más cercanos a los límites de este.

Habrá que efectuar un pequeño desvió para evitar cruzar el Cementerio del Gobi. ¿Podrías confirmar ese dato, Inoue-san?

Diría con un tono muy propio de él para finalmente hacer la consulta a su compañero de misión.

No pudo evitar dedicarle una mirada curiosa a Habaki, teóricamente la última vez que esos dos se habían visto las cosas no terminaron bien.

«¿Cómo resultará todo esto...?»
Hablo - Pienso

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#17
—Un momento.— Expresé antes la petición de Manase, en unos segundos tenía el mapa abierto y estaba consultando por donde sería mejor hacer el supuesto desvio. —Aunque sinceramente yo no tengo ningún inconveniente en pasar por el cementerio del gobi, sería mucho más rápido que rodearlo y no deberíamos perder tiempo...— Inconscientemente utilicé aquellas palabras tan usadas por mi homologo.

—Podemos ir por shinogi-to y luego la ciudad fantasma y llegar a la torre de meditación, pero eso nos llevará bastante tiempo.— Hice una breve pausa. —Sino podemos pasar entre el área que se encuentra entre el cementerio del gobi y shinogi-to y la ciudad fantasma, sería como un ligero desvío...— Indistintamente cual fuera el camino a seguir, mis pies seguían andando para avanzar lo más posible. —Sí por mi fuera pasáramos directamente por el cementerio.— Insistí.

Tras ponernos de acuerdo por donde sería el camino a seguir, iríamos en dirección a la torre de meditación sin detenernos hasta llegar al lugar indicado, o por lo menos eso era lo planeado.
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#18
La luz del día acompañó a los jóvenes durante su travesía por el País de la Tormenta. Y nada podía ser mejor que eso cuando los dos compañeros de misión de Karamaru conversaban sobre el desvío, o no, del camino para evitar cruzar el cementerio. El calvo se mantenía un paso por delante de ambos, con sus manos tras la nuca y su espalda doblada ligeramente hacia atrás, escuchándolos atentamente y pensando en lo que decían. Por más que no quisiese admitirlo estaba de lado del pelirrojo, lo mejor sería cruzar el cementerio para llegar lo antes posible.

«Claro que lo mejor será cruzar el cementerio, el desvío traería más problemas que soluciones...»

Chasqueó la lengua cuando terminaron de hablar y siguió su paso, ignorando a los shinobi y sin dar opinión. Después de todo el estaba al frente y era de esperar que los dos que caminaban detrás vieran hacia donde marcaba el camino de sus huellas. Por momentos se sentía mal por no conversar con el de cabello oscuro, pero luego recordaba la presencia del otro hombre y esas ganas se esfumaban en segundos para luego volver.

***

Su puño izquierdo y su rodilla izquierda tocaron el suelo antes de entrar a aquel cementerio, no importaban las prisas cuando se debía de dar respeto a los muertos. No importaba su pasado, los hechos que hicieron en vida, siempre debían ser respetados, más cuando se decidían a entrar en su territorio.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"  
-Maestro Yoda.


HabloPienso
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#19
—Aunque sinceramente yo no tengo ningún inconveniente en pasar por el cementerio del gobi, sería mucho más rápido que rodearlo y no deberíamos perder tiempo...—

Fueron las palabras que el muchacho de cabello rojo dejaría escapar de sus labios, Mogura no podría evitar asentir con un leve gesto de su cabeza.

«Bien dicho, Inoue-san.»

—Podemos ir por shinogi-to y luego la ciudad fantasma y llegar a la torre de meditación, pero eso nos llevará bastante tiempo.—

Eso sería una contradicción directa a sus palabras anteriores, y la verdad que hacer un desvío tan amplio solo por el hecho de querer visitar Shinogi-to no le parecía suficiente justificación.

—Sino podemos pasar entre el área que se encuentra entre el cementerio del gobi y shinogi-to y la ciudad fantasma, sería como un ligero desvío...—

Ese era el recorrido que Mogura tenía en mente, pasar por entre medio de todos los puntos de referencia en el mapa.

—Sí por mi fuera pasáramos directamente por el cementerio.—

Y bueno, si no quedaba otra. Karamaru parecía no estar interesado en emitir un voto así que la decisión recaería en que ambos médicos se pusieran de acuerdo en un rumbo.

Por el Cementerio será entonces. No perdamos tiempo.

Contestaría accediendo a su propuesta.

***

Karamaru mostraría sus respetos a aquellos que descansaban en el Cementerio. Mogura por su parte se tomó un momento para apreciar la cantidad de tumbas, seguidamente cerraría su paraguas. Juntando sus manos en modo de oración realizaría una ligera reverencia. Había que ser educado tanto con los vivos como con los difuntos, ellos iban a atravesar el lugar de descanso de un montón de soldados que habían servido a su aldea en el pasado, lo mínimo que se merecían era una corta oración.

Habiendo atendido a las formas, tomaría nuevamente su paraguas y se prepararía para seguir.

Antes de que caiga el sol deberíamos llegar a nuestro destino. Aun así, se dice que por la noche se acumula una extraña niebla en el Cementerio. ¿Alguno ha sido capaz de verla?

Diría con un tono bastante usual en él, calmado y serio. No había tenido nunca la oportunidad de ver la dichosa niebla pero había escuchado lo que muchos otros podrían haber oído del lugar. Tanta gente descansando sin duda alguna acumularía cierta energía extraña.
Hablo - Pienso

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#20
Conscientemente o inconscientemente, seguimos los pasos del calvo, no tuve nada que objetar ya que el rumbo que tomamos era directamente al cementerio, Mogura se vio en minoría, dos contra uno. El trayecto continuó de forma tranquila, no fue muy cómodo en sí ya que avanzamos en silencio, por lo menos hasta que llegamos al campo lleno de lápidas y una energía un tanto diferente al camino por el cual veníamos.

El primero en demostrar un acto de respeto hacia los difuntos fue el cenobita, seguido de Manase y más atrás estaba yo... Viendo como cada uno presentaba sus consideraciones, por mi parte no hice nada similar a ellos, respeté sus intenciones y nada más... Pocas veces había estado en un lugar como ese y no tenía nadie a quien llorarle o a quien rezarle, no sabía exactamente sí alguno de ellos había sepultado a algún ser querido o lo hacían por tradición, simplemente yo no lo hice.

Una vez terminado todo los asuntos religiosos, morales y demás; mi homologo comentó lo obvio. —Si apuramos un poco el paso podríamos llegar con el atardecer.— Y luego salieron a relucir los mitos y/o misterios que se escondían entre la niebla y las tumbas. —En realidad nunca he estado por aquí de noche, ni siquiera he pasado... Y espero que esta no sea la primera vez que tengamos nuestro encuentro sobrenatural.— Comencé a dar pasos en dirección a la torre.

—La proxima parada será la torre de meditación.— Anuncié como sí estuviera apurandoles.

Mis pies me llevarían directamente a la torre, aunque no pude mirar el centenar de lápidas que adornaban la tierra, seguramente pasar la noche en el cementerio no era buena idea...
Hablo - "Pienso" - Narro
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Byakugo no In: Inicio 19/04/2018

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#21
Era de esperar lo obvio, que aquel pelirrojo bastante odiable no moviera un pelo al entrar a un lugar sagrado como lo es un cementerio. Ningún saludo, ningún permiso, simplemente ambos pies adentro y a andar sin problema alguno por sobre el cuerpo de los muertos, al menos el morocho había seguido sus pasos. Le costaba entender, debido a su educación, como alguien podía hacer las cosas que hacía aquel hombre que le había clavado un kunai en el estómago.

«Esto es bastante más tétrico que el cementerio de los Tenshi lleno de luz, pájaros y flores»

Karamaru recordaba en su caminata por aquel recinto el evento tras la defunción de un miembro de su templo, donde cada una de las cuatro familias lo llevaba por su cuenta y cada una realizaba ritos diferentes. Los Tenshi tenían su hermoso cementerio lleno de lápidas, animales y vistas verdes donde se mantenía aquel espíritu de naturaleza. Recordaba como los Sao llevaban los cuerpos hasta el mar para soltarlos y enviarlos a las profundidades, y como los Hashima subían las altas torres para depositar los cuerpos en ataúdes de piedra. El más llamativo a la vista era por supuesto el de su familia, los Habaki dominadores de la electricidad, que electrificaban a los muertos hasta el punto de incinerarlos para guardar sus cenizas en el templo central del ala en donde vivían.

Los del exterior enterraban como los Tenshi, guardaban en ataúdes como los Hashima, e incluso llegaban a incinerar como los Habaki. Era en cosas así cuando Karamaru se daba cuenta que no eran tan diferentes después de todo, que quedaba claro que en los albores de la fundación del templo sus miembros traían consigo costumbres de lo que ahora se consideraba el mundo exterior.

Esos pensamientos lo llevaron a caminar sin pensar, a que el paso del tiempo fuese más rápido para él que la realidad, y llegase a lugares más lejos de lo que podía esperar. Claramente, si ni siquiera controlaba su camino, menos aún controlaba las acciones y las palabras posibles que pudiesen realizar sus compañeros de viaje.
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#22
Desde luego esos tres shinobis habían hecho poco por afianzar los lazos a lo largo del día de viaje, no habían hablado nada que no fuese el itinerario y uno de ellos ni eso. El Sol empezaba a ponerse conforme salían del Cementerio del Gobi, menos mal que ya no les cogía con ellos dentro porque una ligera niebla empezaba a hacerse presente por el lugar.

Pero pronto empezaría a preocuparles esa niebla, en el mismo instante en que se diesen cuenta de que faltaba uno del equipo. Un shinobi que había decidido desorientarse casi a proposito andando sin rumbo por un enorme cementerio donde todas las tumbas eran iguales. La niebla no era lo suficientemente espesa como para que no viese tres en un burro, pero le impedía ver el horizonte con claridad, con lo cual lo único que podría usar Karamaru para orientarse eran tumbas y más tumbas.

Para Keisuke y Mogura era más díficil, sobretodo emocionalmente, era la segunda vez que perdían un compañero antes de siquiera empezar la verdadera misión, y encima como en vez de ir todos juntos bien pegaditos habían ido cada uno un poco por su lado no tenían ni idea de donde se había metido. Tal vez había sido la falta de presencia del calvo, al no hablar ni opinar, o las prisas por salir de aquel tenebroso lugar, a saber.

Ahora estaban en una situación completamente diferente a cuando se perdió Hazegawa en plena villa, habían perdido a un compañero fuera de la villa, y lo que era peor, en un cementerio. ¿Cómo explicarían todo eso al encargado de la misión? ¿Y a Yui-sama? ¿Y si aparecía el cadaver de Karamaru días despues apuñalado por la espalda?

La niebla se espesaba tan rápidamente como bajaba el sol y se iba la luz. Iban a contrarreloj y ni siquiera sabían si su compañero estaba bien o necesitaba ayuda.


El orden de posteo es el mismo que llevabamos. Yo, Mogura, Keisuke y Karamaru.
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#23
El grupo había estado avanzando siguiendo un rumbo, bueno, al menos dos de las tres partes de este. En algún punto, vaya uno a saber como, Karamaru había decidido que era una idea genial y fantástica la de separarse de los médicos y entorpecer el viaje a la Torre.

«¿Qué...?»

Pensó el joven médico de cabello azabache al notar que su compañero sin pelo no estaba cerca. Ya estaban dejando el Cementerio atrás cuando esto sucedió.

Inoue-san.

Llamó la atención del pelirrojo, que si estaba junto a él.

¿Dónde está Habaki-san?

No pudo evitar detener su paso un par de segundos y girar sobre si mismo para buscar con la mirada al calvo, pero nada, no había forma de que pudiese verlo.

¿Sería esta ya la tercer vez que estaba en la posibilidad de seguir o terminar una misión con un miembro menos en su grupo? La primera vez Hyuuga Hazegawa se había esfumado de un momento a otro, y la segunda Inoue Keisuke casi se cae por un risco. Realmente no necesitaba que Karamaru se perdiese en medio del Cementerio del Gobi y que una nueva misión C se generase a partir de lo ocurrido.

Vamos a esperarlo fuera del Cementerio, no podemos seguir sin él pero hacer una búsqueda en medio de este lugar, de noche, será casi imposible.

Dijo para luego seguir caminando, un poco molesto por lo ocurrido.
Hablo - Pienso

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#24
Mis pasos seguían avanzando en dirección a la torre, sí manteníamos un buen ritmo llegaríamos con los últimos rayos del sol, eso en la mejor de las perspectivas... No obstante, mis planes mentales se verían frustrados cuando:

Inoue-san.

Al escuchar que me llamaba me detuve y volteé a ver a Mogura pidiéndole una explicación a su intervención.

¿Dónde está Habaki-san?

Busqué rápidamente al calvo a nuestro alrededor y resoplé notoriamente al confirmar su ausencia. —Se supone que venía detrás de ti.— Comenté tratando de liberarme un poco de la carga. Ciertamente la imagen del cementerio estaba a unos pocos metros, pero la niebla ya había empezado a manifestarse y no podía ver el interior del lugar, solo algunas cuantas lápidas, las más cercana, pero nada más.

"Ya empezamos... Bueno para nada" Pensé un tanto malhumorado por la ineptitud del monje.

Vamos a esperarlo fuera del Cementerio, no podemos seguir sin él pero hacer una búsqueda en medio de este lugar, de noche, será casi imposible.

—Podemos esperar horas hasta que salga del cementerio, sería un error esperar a que de con el camino, eso sí tenemos suerte, además no tenemos tiempo para perder, tu bien lo sabes.— "Después de todo es tu frase favorita" —Lo mejor será ir a buscarlo.— Dije con decisión, una idea totalmente contraria a lo expuesto por mi homologo.

Busqué en mi porta-objetos y extraje el hilo shinobi, mostrandole el rollo a Manase. —Podemos atarnos cada uno a un extremo y buscarlo de manera separada, el primero que lo encuentre emite una señal de chakra por el hilo y le avisa al otro, o podemos ir los dos juntos, igual atados con el hilo, no quiero perder a otro miembro.— Expliqué brevemente mientras mis orbes miraban la niebla a la cual supuestamente nos enfrentaríamos. —Es cuestión de ponernos de acuerdo y avanzar lo antes posible, recuerda que nos están esperando.— Y con esas últimas palabras esperaba que mi acción estuviese más que justificada.
Hablo - "Pienso" - Narro
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#25
Su espalda reclinada un poco hacia atrás, sus manos cruzándose tras la nuca, y sus ojos casi cerrados lo llevaban por un camino derecho y recto sin ninguna desviación, o al menos eso creía él. Karamaru caminaba concentrado en sus nostálgicos recuerdos incluso como para olvidar que se encontraba lleno de tumbas a su alrededor, tumbas con las que te podías cruzar...

...y caer.

¡PUTA MADRE!

Se golpeó la pierna con una tumba, impactando la rodilla justo en el borde de esta. Cayó al suelo y volvió a la realidad para darse cuenta que, mientras se tomaba la rodilla como si fuese a parar el dolor, estaba cubierto de niebla. Tardó varios segundos en poder recobrar la compostura y estar de pie, segundos que dedicó a entender en qué momento había tanta visibilidad.

Aayyy, me podrían haber avisado que tenía una tumba por delante ¿N-n-no?- miró a sus espaldas, nadie, los costados, nadie, al frente, nadie. Giró en círculos una y otra vez, caminó varios pasos y metros hacia un lado y luego volvía al punto de choque para dirigirse en otra dirección. No había otra opción que lo...

...hayan perdido.

«Mira que era yo el que iba por delante, cómo puede ser que me hayan perdido el rumbo. Seguro que perdieron el ritmo y se perdieron por la niebla. Dioses, que complicación»

Tenía que tratar de solucionar las cosas él, y caminar por un cementerio casi infinito por las condiciones no era una idea muy plausible. Tenía la opción shinobi, y la versión civil. Obviamente iba a probar por las dos.

¡¡¡¡¡HEEEEEEEYYYYYY!!!!!

¡¡¡¡MUCHACHOOOOOOOOOOS!!!!

¡¡¡¡¡ACA ESTOOOOOOY, SOY KARAMARUUUUUUU!!!!!

Ambas manos rodeaban la boca para intentar hacerse escuchar lo más lejos y fuerte posible, si andaban cerca de él tendrían que escucharlo casi que obligatoriamente. Tras la versión simple, venía la versión shinobi y a la que le tenía más esperanza y fe. Inundar la niebla con un fuego ardiente y brillante.

Katon: Gōkakyū no Jutsu

Katon: Gōkakyū no Jutsu


Tras la realización de los sellos, dos veces, dos esferas de fuego fueron lanzadas en direcciones opuestas a unos cuantos metros lejos de su posición. Si no escuchaban los gritos, ni veían el brillo del fuego, era porque realmente estaban lejos, tal vez demasiados lejos.
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HabloPienso
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#26
Erase una vez un cementerio. El silencio primaba por cada rincon de aquel acogedor lugar que se llenaba de niebla al tiempo que se vaciaba de luz, poco a poco todo era cada vez más fantasmagorico. Sobretodo por la enorme cantidad de tumbas que adornaban aquel sitio.

Dos jovenes conversaban tranquilamente sobre qué debían hacer sobre el tercer joven, un muchacho que andaba de un lado a otro sin saber ni hacia donde iba. Hasta que de pronto, algo le quitó toda la tensión a la situación.

¡¡¡¡¡HEEEEEEEYYYYYY!!!!!

¡¡¡¡MUCHACHOOOOOOOOOOS!!!!

¡¡¡¡¡ACA ESTOOOOOOY, SOY KARAMARUUUUUUU!!!!!


Resonó tan fuerte que los muertos estuvieron a punto de levantarse para quejarse del escandalo que estaba armanda, pero no lo hicieron por razones obvias, como que estan muertos. Entonces algo más ocurrió.

¡¡¡¡¡HEEEEEEEYYYYYY!!!!!

¡¡¡¡MUCHACHOOOOOOOOOOS!!!!

¡¡¡¡¡ACA ESTOOOOOOY, SOY KARAMARUUUUUUU!!!!!


Ese era el eco que ahora resonaba en todas direcciones, pero ambos shinobis sabrían perfectamente en qué direccion habia venido el primer grito y se girarían para encarar dicha dirección. Sin embargo, antes de llegar a una conclusión o nada parecido a eso, una luz más fuerte y cercana que el sol alumbraría la niebla. No tardarían en reconocer el brillo del fuego en forma de bola que se dirigía hacia ellos a través de la niebla.

Y si eso no les ponía tensos, seguro que saber que el creador de dicha técnica era su compañero perdido que se había dedicado a tirar katonazos a diestro y siniestro les ayudaba a digerir esa bola de fuego.
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#27
—Podemos esperar horas hasta que salga del cementerio, sería un error esperar a que de con el camino, eso sí tenemos suerte, además no tenemos tiempo para perder, tu bien lo sabes.—

Mogura no pudo evitar mirar en silencio a Inoue mientras las palabras escapaban de sus labios, parecía que el médico de cabello rojo estaba mas que dispuesto a abandonar a su compañero en el Cementerio del Gobi.

—Lo mejor será ir a buscarlo.—

La idea no tardó en esfumarse con aquella oración, era un muchacho inmaduro que no acataba las formas y sus modales tenían mucho por mejorar, pero no dejaría atrás a su compañero.

—Podemos atarnos cada uno a un extremo y buscarlo de manera separada, el primero que lo encuentre emite una señal de chakra por el hilo y le avisa al otro, o podemos ir los dos juntos, igual atados con el hilo, no quiero perder a otro miembro. Es cuestión de ponernos de acuerdo y avanzar lo antes posible, recuerda que nos están esperando.—

El hilo metálico de Inoue Keisuke vendría bien nuevamente, el joven médico de Amegakure consideraba que sería una buena idea conseguir un poco de eso. Evaluaba las diferentes posibilidades de usar aquella herramienta cuando de repente...

¡¡¡¡¡HEEEEEEEYYYYYY!!!!!

¡¡¡¡MUCHACHOOOOOOOOOOS!!!!

¡¡¡¡¡ACA ESTOOOOOOY, SOY KARAMARUUUUUUU!!!!!


El grito del monje atravesó la niebla y la totalidad del Cementerio como un furioso relámpago en una noche de tormenta. Mogura se giró en el instante en la dirección.

«Puede que no sea necesario el hilo después de todo...»

Y fue entonces que vio el destello de una luz que cada vez se hacía más y más grande. Una bola de fuego arremetía contra ellos.

¡Cúbrete, Inoue!

Exclamó para luego hacerse a un lado de un salto y ponerse detrás de una tumba agachandose, la naturaleza de la situación le obligaría a cerrar su paraguas para evitar tener que tirarlo y ser comido por el fuego del monje.

¡Habaki Karamaru!

Gritaría detrás de su escondite. Sin asomar la cabeza en ningún momento.

¡Quédate donde estás!

¡Iremos en tu búsqueda!

Se tomó entonces un par de segundos para meditar sobre la situación. Si Keisuke había logrado ponerse a cubierto, serían dos médicos bajo fuego aliado, con suerte, si Karamaru dejaba de lanzar bolas de fuego, el fuego aliado no sería más un problema. De ser así, solo tenían que acercarse a él sin perder el rumbo.

¿Inoue, puedes atar hilo a una de esas tumbas? Buscaremos a Karamaru pero después necesitamos saber el camino de regreso. El hilo servirá de guía.

Explicó rápidamente desde detrás de la tumba al médico pelirrojo.
Hablo - Pienso

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#28
No obstante, el eco de unas palabras buscando un horizonte se manifestaron, pude escuchar con claridad la procedencia, aunque luego se volviese un poco confuso, estaba casi seguro de donde venía.

¡¡¡¡¡HEEEEEEEYYYYYY!!!!!

¡¡¡¡MUCHACHOOOOOOOOOOS!!!!

¡¡¡¡¡ACA ESTOOOOOOY, SOY KARAMARUUUUUUU!!!!!


—Es por allá, ha de estar cerca, vamos!— Expresé mientras me disponía a acercarme a donde supuestamente, sí mis sentidos no me engañaban, se encontraba; no obstante, tras dar unos escasos tres pasos, una luz se manifestó tras la cortina de neblina, esta luz fue creciendo en tamaño y temperatura, se acercaba a nosotros y cada vez se sentía más caliente; no tuve más opción que echarme a un lado antes de que las llamas quemasen mi piel.

Escuché como Mogura se manifestaba tratando de dirigirse al calvo, ahora lo que faltaba era que él recibiera el mensaje, afortunadamente la bola ígnea desapareció a los pocos segundos después y todo riesgo aparente había cesado. Seguí las instrucciones rápidamente de mi compañero, saqué el hilo y hice a un nudo en una de las lápidas, me aseguré de que estuviera bien fijo y luego tomé el otro extremo, tardaría unos escasos segundos antes de estar listo.

—¿De donde ha venido ese ataque?— Comenté ignorando que Habaki fuera usuario del elemento fuego. Caminé hacia Manase y mostrandole el hilo en mano me dirigiría a donde creí debía estar el tercero.

" Lo que nos faltaba, un idiota en el grupo."
Hablo - "Pienso" - Narro
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#29
Las bolas de fuego salieron disparadas en ambas direcciones lo suficientemente elevadas como para no dañar las lápidas de baja estatura, y con la segunda de ellas y su iluminación el calvo pudo distinguir, si sus ojos no le mentían, dos sombras moviéndose tras la niebla. Estuvo a punto de no creerle a sus ojos pero...

¡Habaki Karamaru!

¡Quédate donde estás!

¡Iremos en tu búsqueda!


Karamaru reconocía esa voz, era uno de sus compañeros, y estaba cerca. Tal vez bastante más cerca de lo que se podría esperar, y en ese momento entendió el por qué las sombras que había visto eran tan grandes. Sus compañeros de equipo estaban a pocos metros de su posición pero no podía verlos por la niebla. Tanto grito y fuego para un problema tan minúsculo. "Iremos en tu búsqueda", que dramático era aquel hombre.

Ah, ahí están. Me hicieron preocupar, ¿Seguimos?

El monje miraba de forma extraña al shinobi que tenía un hilo atado a su cuerpo y al otro que parecía estaba a punto de hacerlo.

«Me sigo preguntando de donde sabe mi nombre, si es que de algo me suena esa cara»


El Gokakyu solo tiene 6 metros de alcance xD
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HabloPienso
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#30
Keisuke y Mogura actuaron rápidamente, ocultandose tras lápidas de pobres muertos que ahora ofrecían escudo contra bolas de fuego. Sin embargo, lejos de la explosión de llamas que ellos esperaban y quemaduras de segundo grado en los muertos, únicamente vieron pasar una pequeña bola de fuego que disminuyó exponencialmente hasta desaparecer incluso antes de que pudiesen darse cuenta de que no corrían peligro alguno.

Karamaru se plantaría donde estaban sus dos compañeros en apenas unos segundos viendo el panorama.

Sin embargo, había algo que los tres habían olvidado, aunque fuera solo momentaneamente por las bolas de fuego y los gritos. La noche había caído sobre ellos y con ella la extraña y espesa niebla caracteristica de aquel cementerio.

Por suerte, Keisuke y Mogura recordaban perfectamente por donde debían ir gracias a su notable inteligencia, por desgracia empezaban a sentirse fatigados del viaje. Especialmente Keisuke, aunque Mogura no estaba mucho mejor, cargar con tantas cosas con su escasa fuerza le pasaba factura. Hasta a Karamaru le empezaba a pesar el culo de ir de aqui para allí sin pensar.

De momento podrían seguir con su caminata, pero era cuestión de tiempo que el sueño les atacase.


Como se ha hecho de noche se cumple en breves el día de viaje, no es para que os murais sino para que empeceis a sentir el cansancio. Keisuke por sus 20 de aguante, Mogura por cargar con tanto cacharro (Kit + portaobjetos casi lleno) con 15 de fuerza durante todo el día y Karamaru por hiperactivo.
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