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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#1

No tengo máster, puede pillarla quién le apetezca y tenga hueco

Yo tenia unos objetivos especiales. Una misión que solo podía hacer yo: Llevar el mensaje de Gyūki a los bijuus. Y una misión que tendría que esperar a que nos hicieramos mas fuertes: Salvar a la madre de Yuuna y recuperar el país del hierro para los samuráis.

Esos eran mis objetivos, pero a largo plazo. Y ¿Después? ¿Que seria de mi futuro? ¿Lo único que importaba era convertirse en un herrero legendario? Bueno, en parte era mi objetivo final. No me atrevía a llamarlo mi camino del ninja.

Pero el viaje junto a Katsudon me había enseñado algunas cosas. Y tenía un objetivo intermedio en mente. Algo que podía compaginar con mis horas en la forja.

Había decidido que guiaría a aquellos que eran como yo. A los raritos, a los marginados, a los olvidados, los complicados. A aquellos incapaces de ver el camino delante de sus ojos. Ellos también tenían un futuro, como lo tenia yo. Ellos también podían llegar lejos en el mundo shinobi. Encontrar su camino del ninja.

Pero para todo eso... Primero tenía que ascender. Llegar mas arriba. Y para eso... Tenia que completar primero algunas misiones. Por eso, aquel día me había presentado en el edificio de uzukage en busca de algo que hacer.

Estaba claro que, con mi increíble registro de una sola misión completada no iba a ninguna parte, y no podía esperar que me mandarán a luchar contra bandidos o proteger al hijo de algún noble.

Pero no me importaba. Con un objetivo claro, no me importaba cuidar de un gato o hacerle las compras a una mujer anciana.

Buenos días, vengo a por una misión. —dije cuando alcancé la recepción del edifico, mirando a la persona que trabajaba en aquel lugar.—Mi nombre es Sasaki Reiji. —Comenté antes de que lo preguntarán.
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#2
Era el momento. Puede que no le apeteciese, pero su apetecimiento quedaba fuera de la mesa cuando estaba a nada de presentarse ante su sensei, esperaba al menos poder decirle que había completado una misión. Además, solo sería una misión D, como pasear perros, limpiar retretes o alguna cosa realmente mundana y sin importancia. ¿Qué podía salir mal?

Lo importante era dar el primer paso. Hana lo dio aquella mañana, entrando en el Edificio del Uzukage con confianza, sabiéndose una kunoichi de pleno derecho a ir a pedir una misión. Como si Shiona-sama le sonriera, en el mostrador estaba el muchacho herrero que había conocido hace poco. Sasaki Reiji.

Buenos días, vengo a por una misión. Mi nombre es Sasaki Reiji.

¡Reiji-san! — Hana se acercó a él y al mostrador de secretaría donde se pedían las misiones. — Yo también venía a por una misión. ¿Y Yuuna? — miró a ambos lados por si la había obviado, pero no la vio.


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#3
¡Reiji-san!

Una voz conocida, y que no venia del mostrador si no de atrás, hizo que me diera la vuelta de golpe. No conocía exactamente a esa chica, es decir, sabía quien era por qué la había visto una vez hacía unos días, pero a parte de eso, no sabia nada de ella.

Yo también venía a por una misión. ¿Y Yuuna?

Buenas Hana-san. — saludé amablemente a la muchacha. —Pues Yuuna esta en la forja de mi padre, trabajando.

Cuando se graduase como gennin, que no sería muy tarde dadas sus capacidades, ya iría de misión con ella. Mientras tanto me tocaba hacerlas solo, aunque...

Oye, has dicho que venias a por una misión ¿No? ¿Que tal si trabajamos juntos? —Le pregunté, aunque tampoco esperé a que respondiera a mi pregunta para girarme a la recepción y preguntar. —¿Podemos?
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#4
Buenas Hana-san. Pues Yuuna esta en la forja de mi padre, trabajando.

Hana asintió, dando a entender que lo había entendido, valga la redundancia.

Oye, has dicho que venias a por una misión ¿No? ¿Que tal si trabajamos juntos?

Sí, bueno, en realidad es mi primera misión, pero si quieres, por mi mejor. — le dedicó una sonrisa sincera, al menos si la cagaba, habría alguien para arreglarlo.

Ahora todo quedaba en manos de la administración de la aldea, eran los únicos que quedaban por dar el visto bueno a la misión conjunta. Hana no estaba segura de las capacidades del herrero, es decir, era un genin, pero no parecía recién salido de la academia. Se giró al mostrador e hizo una leve reverencia.

Oh, ¿dónde están mis modales? Buenos días, soy Himura Hana, encantada.


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#5
OFF: Tomo la misión con hueco de rol.


Como cada mañana, Uzumaki Kiyomi tenía sus rojizos cabellos recogidos en una coleta, detrás de todo aquel montón de papeleo, ordenandolo y archivandolo alfabéticamente hasta que apareció Sasaki Reiji. Aquella Uzumaki era especial, especialmente cercana a los polluelos que surgían en el Remolino y, de algún modo, sentía la necesidad de cuidarlos como si fueran sus propios hijos. Por eso, cuando supo de las aventuras de Reiji lo tuvo en una estima aún más especial. La de Reiji era una de aquellas historias en las que el amor era el ganador.

Estuvo a punto de contestarle, llegó a abrir la boca, pero en ese preciso momento estaba llegando una de las últimas kunoichi que había abandonado la burbujita de la buena vida de la academia, Himura Hana. Al parecer, tanto Reiji como Hana ya se conocían, lo cual hizo que fuese todo más fácil e, incuso pudieron a Kiyomi se podían ir ambos a una misión, ya que ambos habían venido a aquel lugar para eso.


— Buenos días, chicos. Veo que ya os conocéis, ¿eh? Por mi no habrá problema y no creo que Hanabi-dono viese problemas tampoco viendo a dos shinobis como vosotros queriendo trabajar juntos así que, veamos...

La mujer se agachó y rebuscó entre los cajones de aquel escritorio.

— ¡Aquí está!

Su mano sujetaba un pergamino que extendió hasta Reiji, para que fuera él su portador.

— Espero que sea de vuestro agrado — dijo, sonriente.




(D) El precio de la fama


Solicitante: Nohara Kazuki
Lugar: Salón de fiestas "El último grito"
Nohara Kazuki ha pedido la ayuda de uno o dos gennins de la aldea para ayudarle en el servicio de guardaespaldas y guia turístico de una de las estrellas emergentes del mundo de la música del País de la Espiral. Se trata de Miura Shizuka. Kazuki se las ha apañado para reunir un buen puñado de ryos y poder traerla hasta su local del centro neuralgico de Uzushiogakure, pero no dispone de los recursos para ofrecerle un servicio de guardaespaldas profesional. También se requerirá que antes de la actuación, los ninjas que se hagan cargo de la misión se ocupen de acompañar a Shizuka en todo momento.
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#6
— ¡Aquí está!

La mujer de cabellos rojizos que había detrás del mostrador de la recepción se mostro conforme en qué Hana y yo trabajáramos juntos y me tendió el pergamino de la misión.

— Espero que sea de vuestro agrado.

Antes de decir nada le eché un ojo al pergamino. La ultima vez casi me cuelan para trabajar en una forja que no era la de mi familia, y eso no iba a pasar. O si, pero seria por ordenes forzosas y no por mi propia voluntad.

Pero no, esa vez se trataba de otra cosa que, en mi opinión, se ajustaba bastante bien a alguien como yo. Había que escoltar y proteger a un famoso. Sin problema. Le pasé el pergamino a Hana para que le echara un ojo.

Para mi es perfecta. —Le dije a la mujer que había tras el mostrador. Luego miré a Hana. — ¿Nos vamos? Eso no queda muy lejos de aquí creo, y nos estarán esperando.
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#7
Para mi es perfecta. ¿Nos vamos? Eso no queda muy lejos de aquí creo, y nos estarán esperando.

Le contestó Reiji a la amable recepcionista Uzumaki mientras Hana le echaba un ojo al pergamino que acababa de pasarle. Torció el gesto durante un segundo, como si hubiese algo extraño con el pergamino, pero rápidamente negó con la cabeza quitandose esos pensamientos de la cabeza. Juraría que le sonaba algo del pergamino, algo en el texto de la misión, lo atribuyó a que habría oído el nombre de la cantante en alguna parte y procedió a dar su visto bueno.

Por mi bien, también. Muchas gracias por todo, Uzumaki-san. — le dijo a la mujer antes de girarse a Reiji. — Pues guiame, Reiji-san


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#8
— Perfecto entonces

Reiji no había puesto objeciones, tampoco lo hizo Hana. Ambos trabajarían juntos aquel día y lo peor es que ninguno de los dos sabría con que se toparían aquel día. Aquel tipo de cosas no se enseñaban en la academia, todo el mundo de la farándula y de la fama, era terreno pantanoso para alguien que aspiraba a ser un buen ninja.

— ¡Buena suerte, chicos!

Kiyomi levantó el pulgar de la mano diestra al mismo tiempo que mostraba una afable sonrisa a modo de despedida para que ambos gennin partiesen hacia el local de Kazuki, lugar donde debía empezar aquella peculiar y pintoresca misión.


OFF: Podéis rolear libremente hasta que lleguéis al local. Podéis recitaros el repertorio de jutsus, explicaros la vida en verso o lo que queráis.
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#9
Mas allá de la fama de mi padre, el mejor herrero de toda Uzushiogakure, y para mi, del mundo, yo no era muy aficionado al mundo del espectáculo y esas cosas. Sabía donde estaba él local por que había pasado alguna vez por delante. Pero no conocía al famoso o la famosa.

¿Tu sabes algo de la persona esta que tenemos que proteger? Yo no tengo ni idea de quien es.

En realidad me daba bastante igual. Mi misión era protegerla, para mi como si era la persona mas extravagante del mundo. Cumpliría con mi misión y me llevaría una mas para el historial.

Sólo tenía que hacer unas cuantas mas para obtener el rango que necesitaba para iniciar mi verdadera misión.

La verdad es que nunca me han interesado esas cosas.
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#10
¿Tu sabes algo de la persona esta que tenemos que proteger? Yo no tengo ni idea de quien es.

Hana se quedó pensativa unos segundos, porque había algo que la tenía mosca desde que había leído la misión y la pregunta de Reiji había dado en el clavo. Le sonaba pero más allá de eso, la kunoichi no era capaz de decir ni de qué ni donde podía haberlo oído. Así que simplemente se encogió de hombros.

Me suena mucho, pero no ubico de donde me suena exactamente. Igual he visto algún cartel de algún concierto suyo o no y me estoy imaginando cosas. — dio por cerrado el tema de la estrella y pasó a otro más interesante. — Dime, Reiji, ¿qué se te da bien? Yo solo sé Ninjutsu, prácticamente. Y tampoco demasiado.

Creyó que era buena idea tener en mente qué podía hacer cada uno para la misión, aunque solo era una D. ¿Qué podía salir mal?


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#11
Me suena mucho, pero no ubico de donde me suena exactamente. Igual he visto algún cartel de algún concierto suyo o no y me estoy imaginando cosas.

Pues yo no había visto nada. Me sonaba ese nombre de nada. Y quería saberlo. Aunque supongo que llegaría el momento en el que nos la presentaran. Pero bueno.

Dime, Reiji, ¿qué se te da bien? Yo solo sé Ninjutsu, prácticamente. Y tampoco demasiado.

Pues últimamente se me daban bien mas cosas de las que creía que se me daban bien. Incluso había descubierto que existían mas técnicas de ninjutsu hechas para alguien como yo de las que creía. Y aún así...

Se me da bien menear la espada delante de mi como si conociese alguna cosa de Kenjutsu. Eso y forjar armas.
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#12
Se me da bien menear la espada delante de mi como si conociese alguna cosa de Kenjutsu. Eso y forjar armas.

Hana sonrió ante lo que debía ser una broma.

Así que Kenjutsu, eh. Ya lo supuse cuando te vi con dos katanas. Yo sé algo de Kenjutsu, pero nada fuera del nivel de la academia. Espero que no tengamos que usar ningún arma en esta misión. ¿Crees que realmente intentaran atacar a esta chica? Es decir, solo es una cantante. — preguntó Hana torciendo el gesto.

No se refería a que fuese menos que nadie, sino a que no había hecho daño a nadie, cantaba y había gente que disfrutaba de su música. ¿Por qué iba nadie a hacerle daño?


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#13
Así que Kenjutsu, eh. Ya lo supuse cuando te vi con dos katanas. Yo sé algo de Kenjutsu, pero nada fuera del nivel de la academia. Espero que no tengamos que usar ningún arma en esta misión. ¿Crees que realmente intentaran atacar a esta chica? Es decir, solo es una cantante.

Así que una cantante ¿Eh? Bueno, tampoco había tenido mucho interés en la música, al menos hasta que me puse al mando del Mil y un mares y el pirata que había en mí salió a relucir.

Por lo que he vivido en mis carnes, dado que la forja de mi familia es famosa, a la gente lo que le importa es el dinero. Hemos tenido que vernoslas con ladrones varias veces, e incluso una vez intentaron secuestrarme para sacar tajada de mi padre.

Aunque por suerte para mi, le había salido el tiro por la culata y ni siquiera había llegado a ponerme la mano encima. Rememorando, quizás había sido afortunado mas veces de las que creía.

Supongo que esas son las cosas con las que tienes que enfrentarte cuando destacas, el precio a pagar cuando la gente sabe que existes y eres importante.

Por que mientras tu has trabajado y sudado para llegar a donde estas, ellos intentan llegar por el camino fácil y rápido, y si pueden, hundiendote a tí en el proceso, arrebatándote todo aquello por lo que te has esforzado.

Yo también espero no tener que usar ningún arma.
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#14
Por lo que he vivido en mis carnes, dado que la forja de mi familia es famosa, a la gente lo que le importa es el dinero. Hemos tenido que vernoslas con ladrones varias veces, e incluso una vez intentaron secuestrarme para sacar tajada de mi padre.

Por Shiona-sama, lo siento. No me puedo ni imaginar como tiene que ser eso. Supongo que ser pobre y anónima tiene sus ventajas.

Ella puede que no fuese famosa y rica, pero tampoco tenía de qué quejarse. No había pasado hambre, tenía un hogar y el recuerdo de sus padres, que la querían. Sabía que no todo el mundo tenía esa suerte, pero cuando lo pensaba miraba hacia abajo. Hacia la gente más pobre o más desgraciada que ella, nunca se había parado a pensar qué podía tener de malo ser rico.

Todas las veces que salía a la calle tan campante, tal vez alguien con más dinero y fama que ella no podía hacerlo. Esa chica a la que iban a proteger por ejemplo, ni siquiera podía pasearse por una villa shinobi sin escolta. Frunció el ceño, la gente era un poco imbécil. Nadie se merece no poder pasearse por Uzushiogakure en paz.

Espero que pueda disfrutar de la villa en paz. Todo el mundo debería visitar Uzushiogakure alguna vez en su vida. — dijo con una sonrisa.


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#15
Espero que pueda disfrutar de la villa en paz. Todo el mundo debería visitar Uzushiogakure alguna vez en su vida.

Por suerte, las veces que había salido a pasear por la aldea con Yuuna para enseñarle todos los rincones de uzushiogakure no había tenido ningún tipo de incidentes. La verdad es que últimamente había sido bastante tranquilo. Además eso sólo había sucedido una vez.

Pues sí, la verdad es que al principio me parecía que no tenía tanto encanto y pensaba que era por los años que había pasado aquí. Pero la veo con otros ojos ahora.

O mejor dicho, la veía a través de los ojos de Yuuna. Ella era capaz de ver cosas en las que yo jamas me había fijado, cosas que jamás me había parado a observar. Quizás por que estaba acostumbrado a pasar por esas calles, o quizás por que nunca me había interesado.

En fin, ya estamos casi en nuestro destino ¿Algo pendiente antes de presentarnos a nuestro cliente?
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