Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Chika consiguió esquivar con éxito parte del ataque, pero finalmente fue demasiado incluso para ella. Hasta diez esferas de Suiken impactaron en el cuerpo de la mayor de las Kaminari, haciendo que se doblara por el impacto.
Aunque estaba herida, Chika les hizo una seña a Ranko y a Kimi para que se quedasen quietas mientras le proponía a Meme que le golpease tanto como deseara.
«Si esa es tu decisión...»
Kimi obedeció y su ojo derecho dejó de brillar y de sacar chispas. No estaba para nada cómoda con la decisión de su hermana, pero la decisión era de Chika y de nadie más, así que la respetó. Incluso después de que Meme aceptase y volviese a preparar más esferas de aquel extraño líquido, la menor de las Kaminari se quedó quieta en el sitio, observando.
No es que no se preocupase por su hermana, pero Chika estaba demostrando tanto corazón y coraje con su decisión que interrumpirla le parecía una enorme falta de respeto por su parte. Por suerte, fue Ranko quien la interrumpió y no ella.
Mientras las hermanas Sagisō hablaban, Kimi se acercó a su hermana.
— ¿Estás bien? —Intentó sonar tan calmada como siempre, pero su preocupación se notaba mucho—. Nunca te había visto doblarte así por un golpe...
Luego de hablar con su hermana, Meme acabó por disculparse con Chika antes de marcharse. Una vez se fue, Ranko también se disculpó con todas por su hermana.
— No te preocupes. —Contestó, tanto a la pregunta sobre las chispas como a sus disculpas—. Es solo que mi ojo tenía que trabajar por encima de sus capacidades para poder seguirte con la mirada. No ha sido nada.
Lo dijo así, sin más, como si no hubiera sido nada importante.
Chika se preparó mentalmente para recibir las perlas de Meme. Sabía que era improbable que pudiese seguir entrenando después, si es que seguía consciente, pero si con eso conseguía que Meme la perdonase, estaba más que dispuesta. Sin embargo, Ranko intervino de inmediato y no hubo ataque alguno.
Entonces, la peliazul tuvo que ver como las hermanas discutían brevemente y la menor se iba de la habitación, partiendole el corazón a Chika. Al fin y al cabo, eso lo había provocado ella.
— ¿Estás bien?Nunca te había visto doblarte así por un golpe...
— Sí, sí, es solo... que no estaba pendiente de no recibir daño precisamente. Me pilló por sorpresa.
Todo el espiritu de Chika se había ido con Meme. No tenía ganas de entrenar ya. Entre la preocupación por Kimi y la tristeza de Meme no quedaba hueco para nada más en su interior. Cuando Kimi contestó a Ranko acerca de las chispas, no fue lo mejor que podía oír en su momento. Esta vez fue directa a su hermana, le puso la mano en el hombro y la miró a los ojos, claramente preocupada.
— Ten cuidado, Kimi, no te sobreesfuerces, ¿vale?
Si se hacía un corte, Chika tenía la minima confianza de poder hacerle unos primeros auxilios en condiciones. Pero si le pasaba algo en sus cosas mecánicas, ¿qué podía hacer ella?
—Sé que estará bien. Sé que no fue adrede. Es sólo que… —pero no dijo nada más, sino que apretó los labios.
Las palabras de Kimi se le hicieron curiosas.
"¿Trabajar por encima de sus capacidades? Eso me suena al Máximo Esfuerzo, el que Daigo me enseñó. Pero lo de las chispas sí que suena peligroso."
Las hermanas hablaron un momento. Ranko podía percibir lo mucho que se querían, y lo mucho que Chika se preocupaba por Kimi. Les dedicó una sonrisa y dio un paso hacia ellas.
—¿Cómo se encuentran? ¿Quieren…? Podemos descansar un momento, si quieren. Creo… Creo que tanto Chika-san como yo no estábamos concentradas al cien por ciento —les dijo amablemente, con una suave sonrisa —. S-si están de acuerdo, podríamos cambiar de oponente cuando estén listas ñsra continuar..
"Así, Chika-san ya sabe los límites de Kimi-san. Y así no tengo que contenerme." Miró a Lyndis y le sonrió, pues sería su turno de levantarse de su trasero de ogresa y practicar. "Para nada."
El combate se dio por finalizado entonces antes de tiempo, con la preocupación de la pareja de hermanas entre ellas. Las chispas del cuerpo de Kimi también se esfumaron, confesando que lo estaba haciendo al parecer para llevar su cuerpo hasta el límite. Supuso que tendría que ver con lo del brazo. ¿Hizo modificaciones en su cuerpo aposta para ser más fuerte? La curiosidad le picaba un poco a Lyndis, pero Ranko la volvió a mirar dando a entender que le tocaba levantarse, y combatir.
Se lamentó en parte, quería ver más de como combatían las dos hermanas, por si veía algo interesante. Aunque después de lo que dijo Kimi, puede que nada de lo que hicieran lo superaría.
— Bueno... Supongo que ahora es mi turno — dijo levantándose, apoyando una de sus manos sobre sus propias rodillas en una ocasión. — ¿Quieres hacerlo directamente o prefieres descansar, conejita? — Agarró su brazo derecho cerca del codo estirándolo, para luego repitir con el brazo contrario.
En cuanto ella lo afirmara, avanzaría al interior.
7/09/2021, 19:57 (Última modificación: 7/09/2021, 21:40 por Kaminari Kimi. Editado 1 vez en total.)
Cuando su hermana le pidió que tuviese cuidado, Kimi simplemente asintió, menos preocupada ahora que veía que Chika estaba bien.
— Sí, no te preocupes. —Le aseguró, cosa que significaba bastante para la chica que era incapaz de mentir.
Entonces, Ranko se acercó a ambas para ofrecerles descansar un poco antes de continuar con el entrenamiento, cambiando de parejas y permitiéndole a Lyndis unirse a los combates.
Kimi abrió la boca y estuvo a punto de contestarle a la Sagisō, pero algo que dijo Lyndis la distrajo justo antes.
«¿La ha llamado conejita?
Tardó un segundo en recomponerse.
— Me parece bien. —Acabó respondiendo—. Necesito tomar algo de agua primero y estaré lista para continuar. Iré un momento a buscarla, si te parece bien, cone... Sagisō-san.
Antes de marcharse algo apresurada por cómo había estado a punto de llamar a Ranko, Kimi se dirigió a su hermana un momento.
— Espérame aquí, por favor. Vuelvo en un momento.
Y si nada se lo impedía, saldría a buscar algún sirviente para pedirle algo de agua, a pesar de que ahí mismo habían una tazas de té.
—Sé que estará bien. Sé que no fue adrede. Es sólo que…
Chika no llegó a contestarle a la Sagiso. No tenía nada que decir que fuese a aliviar su culpa o la de Ranko, podía decirle que no se preocupase, que era culpa suya, pero eso no arreglaría nada y solo añadiría preocupación. Así que decidió callarse y sentarse en un rincón, apoyando la espalda en la pared.
— ¿Quieres hacerlo directamente o prefieres descansar, conejita?
Las palabras de Lyndis siempre parecían sonar peor de lo realmente decía. ¿Hacerlo? ¿Conejita? La peliazul no pudo evitar apartar la mirada de la pareja, algo avergonzada por toda la situación. Entonces, Kimi se le acercó.
— Espérame aquí, por favor. Vuelvo en un momento.
Chika solo asintió a su hermana. No iba a decirle de acompañarla si ya le había pedido que la esperase, y encima por favor. Se quedaría ahí sentada mirando el próximo combate que estaba por venir. Por suerte, no sentía que se hubiese roto nada ni parecía estar sangrando por ningún lado, aunque unos buenos moratones sí iba a tener dentro de unas horas.
—A-ah, ve-verán… M-Mi estilo e-es el “conejo blanco” y-y… Y es también el mote que u-usé e-en el Torneo y… Y m-me encantan los conejos y… pues… doy buenos saltos y… E-es por eso que Lyndis m-me llamó así, y... —Quiso excusarse. Aunque no mentía, no era toda la verdad. Sabía que la peliplateada querría molestarla.
Pero cuando Kimi estuvo a punto de llamarle así también, soltó una estridente risa evidentemente nerviosa, y se rascó la nuca.
Pero Kimi se excusó, diciendo que buscaba algo de beber, aunque había té cerca de Lyndis. Ranko asintió repetidamente y le hizo un gesto a la peliplateada para que pasara adelante. Tenía mil ganas de estamparle una patada a la cara por haberla llamado así frente a otras personas . Sin embargo, notó algo raro. Chika se había ido a sentar a un rincón.
—E-espera, Lynn… ¿Chika-san? —Ranko se le acercó y se inclinó para hablar con su amiga —. S-si es por lo de Meme-chan, no tienes que sentirte mal. Fue… un accidente. Y te aseguro que se le pasa en un ratito. ¡Ya verás que volverá sonriente como antes!
Ranko sonrió, sonrojada, pero intentando alegrar a la peliazul.
Al bajar, Kimi escucharía ruidos de una habitación, y si los seguía se encontraría con la cocina. Dentro, Meme estaba sentada a una mesa, mientras Goromise le servía una bebida chocolatosa a la muñeca.
—Oh, Kimi. No era necesario que vinieses a buscarme~ —dijo Meme, en tono cantado.
—Kaminari-sama. ¿Puedo ayudarle en algo? —le preguntaría Goromise con una muy educada sonrisa.
Que alguien utilizara el mismo apodo para referirse a Ranko la molestaría, aunque tampoco debería de extrañarle por los mismos motivos que dijo. La chica se especializaba en el combate a cuerpo a cuerpo pero enfocado en sus piernas, e incluso utilizo como apodo el mismo animal cuando combatío en los dojos. Le hubiera molestado, pero solo verla más nerviosa hacia que mereciera la pena. Desde luego, Lyndis le traería demasiados problemas a esa chica tan gentil.
Pensó que ya iban a empezar de inmediato, pero Ranko en su lugar se dirigió hasta Chika poco después de que Kimi abandonara la estancia, a la que Lyndis le hizo un suave gesto levantando un poco la palma mientras permanecia todavía cruzada de brazos. Parecía estar preocupada por haber herido los sentimientos de Meme, pero Ranko intentó tranquilizarla. Ella mejor que nadie sabría como reaccionaria su hermana y como se comportaría, así que no le dio mucha más importancia de la necesaria. Pero igualmente la peligrisacea se acercó para quitarle algo de hierro al asunto, asomándose por un lateral cuando terminasen de hablar.
— Si te gano, me invitas a cenar en Notsuba ¿eh? — le dijo ladeando un poco el cuerpo y sonriendo confiada, cogiendo sus propios dedos en su espalda.
Al bajar, Kimi escuchó ruidos proviniendo desde lo que debía ser la cocina. Allí, la chica se encontró a Meme sentada en una mesa, mientras Goromise le preparaba una bebida.
— Realmente solo vine por agua. —Dijo, quizás demasiado sincera—. Pero me alegra encontrarte aquí. ¿Te encuentras bien?
Le sonrió. Cuando hablaba, a pesar de decir cosas que podrían ser fácilmente mal entendidas, no parecía decir nada con mala intención. Simplemente decía siempre la verdad porque era la verdad.
— Sí. ¿Podría traerme una jarra de agua y un vaso, por favor? —Le preguntó educadamente a Goromise—. La necesito para recargar mi batería.
—E-espera, Lynn… ¿Chika-san?. S-si es por lo de Meme-chan, no tienes que sentirte mal. Fue… un accidente. Y te aseguro que se le pasa en un ratito. ¡Ya verás que volverá sonriente como antes!
Chika alzó la cabeza como un cachorrito herido al que le ofrecen un pedacito de carne asada. Sonrió levemente, casi sin fuerza.
— Lo sé, Ranko-chan. No te preocupes por mi, concentrate en tu combate, yo estoy bien si Meme está bien.
Intentó ensanchar la sonrisa para darle a Ranko la tranquilidad necesaria para que volviese con Lyndis a hacer lo que fuese que iban a hacer. Era probable que fuese un combate de entrenamiento o una demostración de afecto entre Taijutseras. Seguramente ambas opciones eran completamente indistinguibles.
—Claro, me encuentro de maravilla. Lo de Chika fue… horrible. Pero ya me encuentro mejor. Todo bien —Agitó su chocolate con una cuchara —, aunque creo que fue suficiente entrenamiento para mí. Por hoy, al menos.
Mientras bebía, Goromise ya había sacado una jarra y un vaso, a como la Amejin había pedido, y ahora, sonriente le servía agua en el vaso.
—¿Recargar tu batería? —Los ojos verdes de la pelirroja parecieron brillar —Oh, entiendo. Yo también necesito recargar mis mecanismos de energía. Pero… ¿Es sólo agua? ¿No necesitas nada más? —Preguntó con sumo interés. Claro, cualquier cosa que Kimi quisiera, Goromise lo prepararía.
De vuelta al dojo, Ranko intentaría transmitirle a la peliazul toda la tranquilidad posible con su sonrisa.
—Entonces estás muy bien, Chika-san. Gracias por tu preocupación.
Ranko se irguió de nuevo y le dirigió una sonrisa también a Lyndis. Pero ésta fue una sonrisa desafiante.
—¿Ah? Pensé que no te gustaba que te pagara cosas… Pero acepto.
Sin embargo, no se puso en posición de combate, sino que fue a la puerta que daba al patio y la deslizó. Una corriente de aire frío entró al instante, y acompañó la visión de una amplia área abierta, con varias rocas enormes espaciadas, rodeando un jardín de arena blanca. Algunas de las rocas se notaban quemadas, y todas reconocerían las quemaduras como efectos de Raiton, aunque éstas se notarían muy viejas.
Ranko caminaría hasta el otro extremo del patio y adoptaría la pose del Hakuto no mai. Se preparó para el ataque de la ogresa.
— Y no me gusta que me invites, es cierto — dijo cruzada de brazos ya ubicada en el sitio que le correspondia, por lo que Ranko en un par de segundos estaría frente a ella; y mientras hablaba, extendería una de sus manos cruzadas, para seguir hablando con una sonrisa. — Pero otra cosa es que me lo gane mediante un esfuerzo, o un reto. Eso ya es distinto, jeje
Ranko no perdió mas el tiempo después de haber consolado a la joven amejin, y se dispuso frente a ella preparando su carácteristica posición de combate. Lyndis por su parte hizo lo mismo, aunque carecía de un estilo propio, ya que lo suyo era la fuerza bruta por encima de la técnica. Estiró uno de los pies hacia delante mientras flexionaba un poco la otra pierna hacia uno de los laterales, y poniendo sus brazos delante, con una mano ligeramente por encima de la otra.
Ranko parecía que le ofrecería el primer golpe, y esta lo aceptaría con gusto, abalzandosé sobre ella directa a propinarle una patada en el lateral derecho del costado tras una breve carrera y un suave giro sobre ella misma.
— ¿¡A golpe limpio como siempre, o empiezo a quemar chakra!? — dijo sonriente de forma confiada, con sus dos pequeñas trenzas zarandeándose brevemente por delante de su rostro.
Bandana ninja de Kusagakure (Brazo derecho, protege de 7 PV)
Portaobjetos básico (0/10) (Lateral derecho)
¤ Shinobi Kumite - Requisitos:Taijutsu 10
En todas las academias ninja enseñan el arte de la lucha ninja, o Shinobi Kumite. Esta práctica otorga la posibilidad de ejecutar los movimientos básicos de taijutsu (puñetazos, patadas, rodillazos, codazos, cabezazos y llaves).
· Golpes básicos de taijutsu: 12 PV + (Fuerza/10)
· Otros: 6 PV + (Fuerza/10)
· Bloquear: Reduce el 50% del daño a recibir, antes de aplicar la reducción de Resistencia.
(Destreza 100) Ahora Bloquear reduce el 75% de los golpes básicos.
— Entiendo... —Respondió Kimi, algo decepcionada—. Es una pena. Realmente quería entrenar contigo, Kūran-san.
Le agradeció a Goromise con una sonrisa cuando le sirvió el agua que le había pedido, antes de bebérsela toda de un trago.
— No. mi batería solo necesita agua para funcionar. —Le explicó, antes de cambiar de tema—. ¿Y te gustaría venir a vernos entrenar? Así podrías ver mi brazo en acción.
Le sonreiría a Meme mientras cogía la jarra y el vaso para llevárselos de vuelta al dojo.
— Te esperaré en el dojo, si quieres acabarte tu chocolate.
Y, sin más, dejaría a la muñeca tranquila mientras se apresuraba a dirigirse al dojo. Su hermana la estaba esperando.
Al llegar, Kimi intentó no interrumpir a las chicas y se dirigió directamente hacia su hermana, caminando por el borde del dojo.
— ¿Cómo estás, Ka-chan, te encuentras mejor? —Le dijo, mientras dejaba el agua a un lado y se sentaba junto a ella—. ¿Quieres agua?
—Entonces estás muy bien, Chika-san. Gracias por tu preocupación.
Las palabras de Ranko hicieron que Chika esbozase una leve sonrisa durante unos segundos, sin embargo, poco después de que la Sagiso se diese la vuelta volvería a tener una expresión lúgubre. Por mucho que lo intentase, no se le iba la mirada de Meme de la cabeza.
— ¿¡A golpe limpio como siempre, o empiezo a quemar chakra!?
La peliazul abrazó sus piernas y apoyó la barbilla en ellas, observando la pelea en silencio. Kimi no tardó en aparecer de nuevo y acercarse a Chika, quien la recibiría con un leve asentimiento.
— ¿Cómo estás, Ka-chan, te encuentras mejor?¿Quieres agua?
— Estoy bien, ¿y tú? ¿Está bien tu ojo? ¿Te ha dado Ranko-chan un mal golpe o algo? — a pesar de preocuparse lo suficiente para preguntar, estaba tan alicaída que ni siquiera había apartado la barbilla de sus rodillas. — No, bébetela tú mejor y recarga.
Seguía sin acostumbrarse a que su hermana fuese medio bateria medio persona, algo que solo añadió a la tristeza que llevaba encima la hermana mayor.
Meme asintió de nuevo, muy animada, con brillo en los ojos.
—No me lo perdería. Enseguida iré, que prefiero beber esto sentada y relajada. —Meme despediría a Kimi con un delicado gesto de su mano, y Goromise lo haría con una reverencia.
Mientras tanto, Ranko sonreiría al ver a Lyndis abalanzársele. Lanzaría un golpe lateral con el antebrazo, no buscando bloquear la patada de su amiga, sino contrarrestarla con su propia fuerza y chakra. La peliplateada sentiría entonces la propia potencia de su golpe vuelta hacia ella misma [8PV].
—¿En serio quieres contenerte?
Ranko no desperdiciaría tiempo y tomaría a Lyndis de la pierna, tirando de ella para quitarle espacio de maniobra, a la vez que concentraba chakra, esta vez en su propia pierna. Lanzó no una, sino diez patadas casi simultáneas, dirigidas al vientre de la chica. [100PV]
—¡Shunjukkyaku!
Después de usar su técnica, Ranko intentaría permanecer cerca de Lyndis, acortando la distancia si es que ella intentaba aumentarla.
PV
149/230
– CK
117/190
–
-13
–
-60
– Adrenalina:
1/3
– Shunshin:
1/5
–
¤ Hitai-ate [Protección 7PV)] (en el cinto)
¤ Hakuto no Junsuiryokkyō ¤ Espejo de Fuerza Auténtica del Conejo Blanco - Tipo: Defensivo - Rango: C -Requisitos:Taijutsu 40 - Gastos: Daño a bloquear × 0.8 CK - Daños: Daño a bloquear × 0.5 PV - Efectos adicionales: Bloquea el daño de Taijutsu básico - Carga: 1 - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
El usuario concentra chakra en una parte de su cuerpo y lanza un movimiento de Taijutsu para detener y reflejar el daño de otro movimiento de Taijutsu. Usa la fuerza bruta para bloquear todo el daño posible de un Taijutsu básico (o sus alteraciones) y, con el exceso de chakra, provoca daño equivalente a la mitad del daño que el movimiento bloqueado habría infligido.
Solamente puede ser utilizado si la Fuerza del usuario es igual o mayor a la Fuerza del oponente. No funciona contra Jutsus.
¤ Hakuto no Shunjukkyaku ¤ Diez Patadas Instantáneas del Conejo Blanco - Tipo: Ofensiva - Rango: B - Requisitos:Taijutsu 50 - Gastos: 60 CK - Daños: 100 PV - Efectos adicionales: La pierna usada se acalambra durante el siguiente turno, por lo que no se puede lanzar patadas con ella. - Carga: 3 - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
El usuario concentra una enorme cantidad de chakra en una pierna y la libera en una ráfaga de diez patadas que se ejecutan en sucesión en extremo rápida, al punto que se dan en un segundo y medio. Aunque cada patada por sí misma no es tan fuerte, la ventaja del Shunjukkyaku es la velocidad a la cual las propina. El usuario tiene que estar sobre terreno firme para ejecutar esta técnica.